miércoles, enero 25, 2006

LA OPOSICIÓN RETOMA LA CALLE...DISCUTIENDO SU RUMBO

El pasado Domingo 22 de Enero, la oposición venezolana retomó las manifestaciones de protesta activa y pacífica en la ciudad de Caracas. La marcha toda espléndida por su colorido y por su pluralidad cultural y social, mostró la energía y la creatividad contestataria de amplios sectores poblacionales frente al gobierno de turno. Hubo orden y ningún incidente que lamentar en la movilización de esa multitud, calculada en unas ciento veinte mil personas; según los expertos.

Las agencias estatales involucradas en la seguridad del evento cumplieron formalmente con las obligaciones de brindar seguridad a la protesta ciudadana. Esto hay que reconocerlo. Aunque también habría que agregar que hubiera sido un craso error político y estratégico; de parte las autoridades oficiales, no cumplir con sus obligaciones constitucionales. No hay que olvidar que el gobierno atraviesa por una coyuntura complicada, después de siete años de gestión ineficiente, aderezada por la creciente demanda de resultados concretos por parte de sus propias bases; y por la crisis generalizada de servicios y de infraestructura que se ha consolidado en Venezuela. Pero además, el gobierno tiene que guardar ciertas apariencias en el preludio de la realización del VI Foro Social Mundial.

Ciertamente -y como siempre- algunos voceros del oficialismo-revolucionario desde la Asamblea Nacional expresaron “acusaciones temerarias” en torno a un supuesto atentado en contra de la marcha cívica, de parte de algunos de sus propios dirigentes. Toda una barbaridad que, sin duda alguna formó parte de la típica guerra psicológica, con que el oficialismo suele atacar a las manifestaciones de la disidencia.

La marcha también sirvió de vitrina para mostrar la diversidad social y política de la oposición venezolana. En efecto, en la marcha hubo representación de los distintos sectores sociales que conforman la sociedad venezolana; así como también de sus expresiones asociativas cívicas y políticas. Las consignas empleadas; tales como: “Unidos para salvar la democracia” fueron en realidad producto del consenso entre los factores organizadores y participantes en el evento. Empero, en el discurso y declaraciones de algunos de los oradores hubo contradicciones y confrontaciones, que justamente nos reflejan la compleja conformación de la oposición venezolana y el forcejeo que sucede en su interior para asumir su dirección definitiva. Por ejemplo, hubo intervenciones en contra de los candidatos presidenciales que, -hasta ahora- se han presentado como alternativas frente al candidato del oficialismo; también hubo otras intervenciones a favor del famoso artículo 350 de la Constitución Bolivariana (desconocimiento de gobiernos ilegítimos) o a favor de convocar a otra asamblea constituyente. Los ataques a los partidos políticos tradicionales de parte de la “nueva dirigencia emergente”, tampoco faltaron. Pero a pesar de todas estas discrepancias, se mantuvo en el acto un espíritu unitario, que pudiera ser considerado como un resultado final muy aceptable.

La reactivación de la oposición o de una parte representativa de ella, constituye un elemento importante y trascendente para la Venezuela de hoy y del futuro. En el país, hace falta un frente opositor consistente y coherente frente a la hegemonía institucional que logró el oficialismo; luego de las elecciones parlamentarias del año pasado. En su nueva marcha, la oposición no pude eludir la ruta del debate interno realizado en forma franca, democrática y tolerante para definir un rumbo seguro y un horizonte claro para los pasos de los millones de venezolanos que tan sólo desean vivir en paz, en democracia, sin exclusiones y en libertad.

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