domingo, abril 03, 2011

VENEZUELA: LA OPOSICIÓN, LAS PRIMARIAS Y EL PROGRAMA

No cabe duda que, el proceso de elección de las candidaturas del bloque de oposición democrática requiere de un mayor impulso y eficiencia política. En medio de la crisis del país; aún el candidato oficialista sigue en una solitaria campaña electoral con el soporte que le brinda el uso discrecional y clientelar de la institucionalidad pública, intentando recuperar su credibilidad y reagrupar a sus seguidores. Mientras, los factores democráticos aún marchan a un ritmo particular, que pareciera -a veces-, no estar en sintonía con la coyuntura pre-electoral del país.

Por supuesto, el bloque oficial tiene algunos problemas resueltos para las próximas elecciones: tiene ya definido su candidato, posee financiamiento asegurado para la campaña, controla los poderes públicos (en especial para este caso, el poder electoral y por lo tanto, el cronograma electoral) e incluso podría “echar mano” a los poderes habilitantes en caso que su situación político-electoral siga desmejorando y manipulación de las inhabilitaciones de líderes de la oposición. Pero también, el oficialismo ya carece de credibilidad en sectores sociales anteriormente afectos. Su piso electoral duro se encuentra reducido y, la corrupción y la incapacidad gubernamental cada vez es mayor. En el chavismo, la ilusión se fracturó.

Luego de su victoria en las parlamentarias del 26-S de 2010, la oposición democrática sigue acumulando fuerzas y construyendo su tejido organizativo en todo el país. Además, las fuerzas opositoras han logrado consolidar una instancia de encuentro en la denominada “Mesa de la Unidad Democrática” (MUD); así como aislar a los factores sumergidos en la anti-política, otro valor agregado para la oposición, la paulatina renovación de sus figuras públicas. Sin embargo, a los factores democráticos aún le falta mayor cohesión organizativa. Su discurso todavía debe ser mejorado y consustanciado con la realidad de las luchas sociales que se vienen sucediendo en el país. Por último, el aspecto financiero es otra de las debilidades que debe afrontar la oposición en la campaña electoral del 2012.

El proceso de selección de candidatos siempre será un tanto más complejo para la oposición que para el bloque oficial. Empezando por la sana pluralidad de candidaturas presidenciales que existe en el bloque democrático. En ese punto, al parecer las candidaturas con mayor oportunidad serían -hasta el momento- las que encarnarían dos jóvenes gobernadores Henrique Capriles (estado Miranda) y Pablo Pérez (estado Zulia) vinculados justamente a nuevas organizaciones político- partidistas como lo son “Primero Justicia” y “Un Nuevo Tiempo”. Además y por supuesto, habría que agregar a Leopoldo López de “Voluntad Popular”, hasta ahora inhabilitado.

Otro caso es que, los comicios presidenciales del año 2012 -juntos o separados de la elección de gobernadores, diputados a los consejos legislativos estadales, alcaldes y concejales (falta ver que ocurre con los recursos jurisdiccionales dirigidos a rescatar las juntas parroquiales)-, producirán un barajo general en la conformación general de los cuerpos deliberantes; tanto del oficialismo como de la oposición. Así que no nos extrañará ver a diputados de la Asamblea Nacional optando por alcaldías y gobernaciones, cuando se realicen esas elecciones.


El programa es otro de los temas que circunda a lo interno de la oposición. Y en realidad, este no deja de ser un tema crucial, importante y trascendente. De hecho, hay múltiples iniciativas ciudadanas que se encuentran abordando desde ya ese tema. De igual manera, los partidos políticos también trabajan el asunto, con prioridad variable. En todo caso, el programa de gestión de una nueva administración gubernamental a partir de 2013, estará signado; tanto por la crisis económica, institucional, política y social en que se recibirá el país como por la escasez de recursos para afrontarla. Sin embargo, el nuevo gobierno tendrá que sentenciarse al éxito; uniendo la mayor suma de voluntades.

Mucho se habla y se escribe sobre la necesidad de un proyecto de país, cuando en realidad ese proyecto de nación se encuentra plasmado en la Constitución de 1999. Ese es el proyecto, el rescate de esa Constitución, tantas veces violentada. Ese es el camino estratégico, mientras que los temas operativos están siendo apuntados a diario, por la mayoría de un pueblo que no se resigna a perder su calidad de vida y el ejercicio pleno de sus derechos fundamentales. El mejor programa será aquel que partiendo de las necesidades del pueblo venezolano, retorne a él convertido en políticas públicas eficaces y transparentes.

@migonzalezm

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