sábado, octubre 15, 2011

2013: EL RESCATE DEL MODELO FEDERAL DESCENTRALIZADO

La descentralización está unida a la democracia; pues implica su profundización, mediante la redistribución territorial del poder público que contribuye al establecimiento de una relación cercana, directa y vinculante entre la ciudadanía y las autoridades públicas. Venezuela es por tradición histórica y por constitución un Estado Federal, lo que implica el reconocimiento y la existencia de distintos centros de poder que se constituyen en unidades político-territoriales autónomas y con personalidad jurídica propia.

El Estado federal descentralizado es reconocido y desarrollado por la Constitución de 1999, mediante las siguientes connotaciones: i) el poder federal es un principio constitutivo de la República y emana de los ciudadanos; ii) el poder federal es un poder político-territorial y se ejerce por medio de potestades y competencias; iii) tales competencias son exclusivas o concurrentes y, además son irrenunciables, indelegables e improrrogables; iv) el poder federal se viabiliza por medio de la descentralización y, v) la descentralización es acercar los espacios de decisión pública a los ciudadanos, desde el punto de vista territorial.

El modelo federal descentralizado ha venido siendo golpeado y desarticulado de manera progresiva por el actual Gobierno Nacional con mayor empeño a partir del año 2007 con la puesta en marcha y de manera abierta de la construcción de un modelo socialista en el país, que se expresa mediante: i) la manipulación discrecional y centralista del situado constitucional correspondiente a estados y municipios; ii) la reversión de las competencias concurrentes transferidas a las entidades federales menores; iii) la modificación del ordenamiento territorial constitucional por la vía reglamentaria y el impulso de un Estado centralizado paralelo; restrictivo de la propiedad privada y la participación popular directa, universal y secreta.

En un eventual cambio de gobierno, el próximo año 2012, el rescate del Estado federal descentralizado tendría que constituir uno de los ejes estratégicos en la reconstrucción del país. Se trataría entonces de impulsar el conjunto de condiciones jurídicas, institucionales y financieras necesarias para ejercer el modelo federal descentralizado en forma soberana, autónoma, responsable y democrática. En ese contexto y, en términos operativos, competencias concurrentes como la alimentación y la agricultura, el empleo, la educación y la cultura, el deporte y la recreación, la salud y la vivienda, la convivencia y la seguridad ciudadana, entre otras; requerirían en el muy corto plazo del establecimiento de un programa eficaz de transferencia convenida; tanto con las entidades territoriales como con las comunidades organizadas.

De la misma manera, aquellos servicios revertidos y secuestrados por la actual administración gubernamental tales; como: aeropuertos, puertos, autopistas, centros de salud, servicios de seguridad tendrían que regresar a las entidades territoriales que han venido administrando esos servicios con mayor eficacia y eficiencia, que la mostrada nuevamente por la gestión centralizada. Otro elemento central en el rescate del federalismo descentralizado será la defensa y fortalecimiento de las finanzas estadales y municipales y, los recursos que constitucional y legalmente les pertenecen.
Una estrategia crucial en el nuevo gobierno será desarrollar vínculos y mecanismos de coordinación entre los poderes nacional, estadal y municipal, para cooperar y ser corresponsables en los asuntos de interés ciudadano. En tal sentido, la incorporación del pueblo organizado y otras entidades del municipio, incluyendo parroquias y consejos comunales en la descentralización; a través de la participación comunitaria será realmente un tema que marcará la diferencia.

El Consejo Federal de Gobierno (CFG) y el Fondo de Compensación Interterritorial (FCI) ameritan y merecen una revisión institucional profunda y seria, que revitalice su funcionamiento como entidad gubernamental responsable: i) del proceso de descentralización y de transferencia de competencias del Poder Nacional hacia los estados y los municipios; ii) de la transferencia de programas y servicios de las entidades territoriales hacia las comunidades y grupos vecinales organizados; y, iii) en el financiamiento de inversiones públicas para el desarrollo equilibrado de las regiones y de las distinta entidades públicas territoriales componentes de la República.

Un nuevo gobierno democrático a partir del año 2013 se encuentra obligado a orientar su gestión en el cumplimiento de los principios y garantías constitucionales de federalismo, descentralización e integridad y cooperación territorial; además de impulsar los mecanismos institucionales y financieros para el desarrollo pleno de los estados, los municipios y las comunidades organizadas.


@migonzalezm

miércoles, octubre 05, 2011

EL SECTOR DEMOCRÁTICO Y LAS PRIMARIAS

El sector democrático venezolano parece listo para afrontar con éxito, el reto de consolidar una plataforma política, programática y electoral que le lleve a disputar la Presidencia de la República, al representante del bloque oficialista en las elecciones del próximo Octubre 2012. El proceso electoral venidero es quizás el más disputado y enconado en la historia política moderna de Venezuela; pues -en un “duelo sin precedentes”-, se enfrentarán por el destino del país dos visiones opuestas del mundo y la sociedad, como lo son: la democrática liberal y el socialismo totalitario.

Los sectores democráticos agrupados alrededor de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) vienen fortalecidos, renovados y en ascenso; pero aún en desventaja frente a la poderosa maquinaria estatal. Cabe recodar que, toda la estructura estatal y nacional responde a los lineamientos del Presidente de la República. En realidad, las venideras elecciones nos presentarán a un gobierno utilizando todos los recursos institucionales y financieros que tiene bajo su control para mantener su privilegio.

La conformación del cuadro electoral de los sectores democráticos es verdaderamente trascendente y requiere de un compromiso y una voluntad política firme y, hasta altruista. Los actuales precandidatos Henrique Capriles, Pablo Pérez, Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma, Eduardo Fernández, César Pérez Vivas, Oswaldo Álvarez Paz, Cecilia Sosa y Pablo Medina nos muestran justamente la pluralidad de un sector político; cuyo objetivo político no tendría que ser otro sino rescatar la convivencia democrática del país.

Ideológicamente, el mosaico de candidaturas de la oposición abarca un amplio . Por ejemplo, en una posición socialdemócrata y de centro izquierda podríamos ubicar a Pablo Pérez (Un Nuevo Tiempo), un poco más moderados dentro de esa visión estarían Antonio Ledezma (Alianza Bravo Pueblo), Leopoldo López (Voluntad Popular) y Cecilia Sosa (independiente); mientras en democracia cristiana se encontrarían Eduardo Fernández, Oswaldo Álvarez Paz y César Pérez Vivas (todos provenientes del partido COPEI); mientras que Henrique Capriles (Movimiento Primero Justicia) y María Corina Machado (independiente) oscilarían en una posición más de centro. El líder político Pablo Medina siempre ha sido reconocido por sus posiciones de izquierda.

Los apoyos políticos son otra cosa; aunque allí también se expresa la pluralidad. Hasta hora, Henrique Capriles ha recibido apoyos de partidos identificados con el progresismo como lo son el partido PODEMOS y de La Causa Radical (LCR); Pablo Pérez suma el apoyo del partido Bandera Roja (organización marxista-leninista) y de representantes de sectores intelectuales como Herman Escarrá (ex-constituyente) o de voceros del movimiento estudiantil como el joven Diego Sharifker.

Por otra parte, organizaciones políticas tan importantes como Acción Democrática (AD), Proyecto Venezuela (PV) o el Movimiento Al Socialismo (MAS); aún no han expresado su apoyo oficial a algunas de las pre-candidaturas ni tampoco se conoce –a la fecha-, si presentarán nombres alternativos. Esta situación abre espacio para la negociación y la consulta entre esas organizaciones partidistas y los representantes de cada pre-candidato de la MUD. En todo caso, queda pendiente conocer cuáles serán los criterios que prevalecerán en cada partido –hasta ahora por definirse- para tomar su decisión. ¿Acaso privarán los intereses partidistas?, ¿La afinidad ideológica? o ¿Las oportunidades electorales?

Al margen de la decisión de los partidos políticos, se encuentra la determinante participación comicial de los sectores no-partidistas. Cabe recordar que, esos factores constituyen la mayoría numérica. Ganar el voto independiente en las primarias será decisivo para aquellos candidatos que no cuentan con organizaciones ni electorados consolidados. Pero, ¿participarán los sectores independientes en las primarias de la oposición? Y, ¿cuál será el sector social que votará mayoritariamente: la clase media o los sectores populares?

Un elemento crucial de este proceso de primarias será la capacidad de movilización de cada comando electoral. En este sentido, partidos como Acción Democrática (AD), Un Nuevo Tiempo (UNT) y Primero Justicia (MPJ) parten con ventaja relativa sobre el resto de participantes. Es por ello que, el apoyo de Acción Democrática (AD) resultaría vital para las aspiraciones de los principales pre-candidatos de la unidad y que hasta ahora y, según las encuestas serían Capriles y Pérez. En ese contexto, ¿se convertirá AD en una especie de gran elector?

Un valor indiscutible de la definición del candidato de la unidad ha sido la reunión de un conjunto de venezolanas y venezolanos con capacidades políticas y técnicas para dirigir y enrumbar al país hacia un futuro basado en la libertad, la inclusión, la paz y la prosperidad. De allí que, la realización de las primarias debe constituir un evento de pedagogía política para toda la población venezolana; incluyendo a los adversarios políticos. Las primarias deben ser una fiesta democrática para todo el país, para desde allí sentar las bases del cambio que requiere nuestra nación.

El resultado de las primarias puede ofrecer sorpresas. Ningún pre-candidato puede cantar victoria. Aún falta terreno por recorrer, vendrán apoyos y retiros, lo que sí debe quedar claro es que no sólo el resultado será determinante; sino la forma como se procese y acepte el resultado entre los participantes. Lo escribiré de nuevo: las primarias deber ser un acto de la mejor pedagogía política.

@migonzalezm

domingo, octubre 02, 2011

NOTAS SOBRE EL PODER POPULAR

Desde nuestro punto de vista, el poder popular es la suma de saberes y relaciones individuales y colectivas que promueven la cercanía entre el Estado, los ciudadanos y sus expresiones asociativas. Esta condición propiciaría una mayor legitimidad y transparencia a las políticas públicas adoptadas desde el gobierno, haciendo posible una gestión gubernamental más ajustada a las demandas sociales y, favoreciendo de esta manera, la solidaridad, la confianza y el civismo y, en consecuencia, la gobernabilidad democrática.

También estimo que el poder popular debe ser autónomo para que en efecto se ejerza de manera soberana. El poder popular trasciende las diferentes clases sociales que componen una sociedad; es decir, no es potestad exclusiva de una clase social o de sector ideológico específico aunque usualmente pueda ser empleado como parte del discurso político de los distintos factores partidistas que entran en el debate ordinario de las sociedades abiertas.

El poder popular se expresa mediante la participación de los ciudadanos y colectivos sociales en las decisiones públicas relacionadas con la elección, dirección y gestión de los distintos niveles político-territoriales de gobierno. De igual manera se manifiesta, por medio de la disidencia y la movilización del pueblo organizado en la legítima defensa de sus derechos o exigiendo modificaciones en las políticas y comportamientos de los distintos niveles político-territoriales de gobierno.

Otra expresión del poder popular es la libre asociación de los ciudadanos y ciudadanas, de las comunidades y de los colectivos sociales como componentes del poder popular. Y también a través de la libre asociación entre ciudadanos, comunidades y sectores sociales para diagnosticar y emprender soluciones de asuntos propios, con independencia del Estado, en beneficio de sus intereses y de la colectividad; de acuerdo al marco constitucional vigente.

El poder popular además de autónomo es plural y diverso y, por lo tanto; no puede ser asociado a regímenes hegemónicos fundamentados ideológicamente en la dictadura de una clase sobre otra o sobre el resto de la sociedad; y mucho menos ser “utilizado” para perseguir y violentar derechos humanos desde el gobierno y el Estado.