jueves, enero 03, 2013

2013: LA CUENTA REGRESIVA PARA LA OPOSICIÓN EN VENEZUELA


Próxima ya la fecha (Sábado, 5 de Enero) de la instalación de la Asamblea Nacional para el período legislativo 2013, la incertidumbre política persiste y se acentúa en Venezuela; pues la desinformación sobre el verdadero estado de salud del Presidente de la República sigue siendo el factor predominante. En ese contexto, los factores de la oposición democrática venezolana han venido manejando el tema de una manera si se quiere responsable; asumiendo una vocería unitaria por medio de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD); enmarcando su posición en el marco de lo que la Constitución establece (artículo 231) y, desechando de plano, un enfoque electoralista de la delicada situación política que atraviesa el país.

En realidad, le corresponde a los factores agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) mantener el hilo constitucional como el factor de equilibrio político frente al equivocado manejo político que ha venido dando el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que trata de ubicar el tema de la salud del Presidente dentro de un ambiente de polarización política. La MUD al reclamar el apego a los procedimientos establecidos en la Constitución Bolivariana, no hace otra cosa que reivindicar la preeminencia del Estado de derecho y el resguardo de las condiciones democráticas; aún vigentes en el país. Con esta posición se rescata en algún grado, la deteriorada institucionalidad política venezolana.

Un elemento importante a destacar de la actuación institucional y responsable de los sectores democráticos, ha sido su expresión unitaria por medio de la MUD. De esta forma, las posiciones  políticas de la oposición cobraron mayor fuerza y alcance al conciliar a la diversidad de los factores integrantes de esa coalición política. También de esta manera, la MUD consiguió afianzarse -al menos por ahora-, como la instancia de coordinación de políticas más importante de los factores alternativos al chavismo oficialista. El otro aspecto importante de los sectores democráticos viene dado por la postergación de la cuestión electoral de carácter presidencial. Sin lugar a dudas, esta posición es una muestra de madurez política del bloque opositor.   

La coyuntura política actual; sin embargo, no ha postergado ni eximido a los factores que integran a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) de realizar una reflexión con carácter estratégico y visión de futuro; luego de las dos derrotas político-electorales que sufriera en los comicios presidencial y regional realizados en Venezuela durante el último trimestre del año pasado. La MUD debe ser revalorizada y fortalecida como instancia de coordinación e incluso de dirección política por los factores partidistas y no partidistas que la conforman. Se trata de superar en lo posible la visión fundamentalmente electoral que ha predominado en esa instancia, hasta ahora.        

 La revisión de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) pasa pues, por consolidar y reactivar equipos técnicos en el corto plazo con una agenda de trabajo orientada hacia el soporte de los representantes políticos democráticos en la Asamblea Nacional, en las instancias gubernamentales regionales y, en el ámbito municipal y local. Por otra parte, desde la MUD deben impulsarse mecanismos de intercambio con las organizaciones comunitarias y sociales; así como también con los movimientos populares de base. Ese vínculo entre la plataforma democrática y la sociedad civil es vital, fortalecerlo.

Un comentario adicional debo referirlo a la recomposición de la MUD. En efecto y, luego de los 2 procesos electorales (Octubre y Diciembre, 2012) la instancia que agrupa a las fuerzas opositoras comienza un proceso de reordenamiento que supone la consolidación del Movimiento Primero Justicia (MPJ) como principal partido de fuerzas alternativas al bloque oficialista; así como la permanencia de Acción Democrática (AD) como tercera opción y el surgimiento de Voluntad Popular (VP) liderado por Leopoldo López, como un partido nuevo y en ascenso. Por otra parte, es notorio el declive de organizaciones como Un Nuevo Tiempo (UNT) y el partido Copei.


El comportamiento político y constitucional de los sectores democráticos venezolanos será decisivo para evitar la concreción de políticas inadecuadas; por parte del bloque oficialista en el corto plazo. Pero por encima de todo, la cuenta regresiva transcurre para la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), de manera inexorable, para que comprenda y asuma de manera plena el acompañamiento de las luchas populares por el mejoramiento de su calidad de vida. Si lo factores de la MUD no asimilan esto, se habrá perdido el tiempo.

 

 

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