sábado, abril 13, 2019

JUEGO DE TRONOS, TODO TIENE SU FINAL



Este domingo 14 de abril y, luego de un año de espera se estrenará a nivel mundial el primer capítulo de la temporada final de la saga producida por HBO “Games of Thrones” (Juego de Tronos). Esta serie televisiva de muy sonado éxito nos presentó durante ocho temporadas (con un  intermedio de un año) las peripecias de cuatro “familias de la nobleza” (más por su origen, que por sus intenciones) que se pelean por mantener o acceder al ejercicio omnímodo del poder en el Reino de Poniente; un mundo creado por la imaginación ilimitada de George R.R. Martin.
De la serie hay que rescatar sus altos niveles de calidad en cuanto a su producción, su realización y su puesta en escena. No en balde, GOT se logró mantener con altos niveles de audiencia durante casi una década; además de recibir una buena cantidad de reconocimientos de la crítica especializada. Una característica de su calidad es que pese a que su naturaleza argumental carece de toda lógica por la presencia de “individuos y entidades” que generan situaciones absolutamente surrealistas (hay un personaje que resucitó 6 veces), la serie valora la importancia del uso del “conocimiento científico”, de la acción del capital y, por supuesto, del predominio de la política como los medios relevantes en la resolución de los conflictos, que le dan vida.
La trama central es la lucha por el poder en el bizarro continente de Westeros (Poniente) entre distintos segmentos de una nobleza tiránica y que se sustenta en la relativa resignación y estoicismo de la mayoría de una población que, según el punto de vista de los “showrunners” aguanta; tanto a su pobreza como la incertidumbre de un futuro incierto y casi negado. Y en efecto, en el ambiente de GOT la única opción de subsistencia -de esa población de presencia difusa en la serie-, es servir a una nobleza distraída en destruirse a sí misma sin contemplaciones. En tal sentido, es difícil que la serie tenga un final feliz entre tanta destrucción, quemazón y muerte, salvo que el final sea ese: el cese de una guerra por un “trono de hierro”, sin importar quien gane.
Rescato el valor que se otorga a la ciencia y al conocimiento. Es sobresaliente esa valoración. El conocimiento resguardado en bibliotecas celosamente guardadas de la posible curiosidad invasiva de algún individuo no perteneciente a la élite. Pero en realidad, será el estudio de la ciencia y su aplicación la que aportaría soluciones para la sanación de Jorah Mormont o para la derrota del gran enemigo de todo Poniente como es el “rey de la noche”. La participación de los capitalistas (que nunca pueden faltar) en el conflicto por medio del Banco del Hierro, es otro elemento destacado y realista en el desarrollo de la trama. Y es que para financiar una guerra no basta la magia; pero lo que sí es decisivo es la participación de un banco aunque sea de hierro, para contratar mercenarios.
Rescato en la cuestión política, al clan Lannister que destaca por bastante. La acción del pequeño Tyrion ha sido brillante; tanto en su propia defensa como en la articulación de alianzas. Como espectador me impactó mucho el discurso de Cersei Lannister frente a sus banderizos y, ante el representante del Banco de Hierro, defendiendo su reinado. Ella representa la estabilidad y lo mejor del presente, mientras Daenerys Targaryen representa la revolución y el caos. En este campo, los Stark son la encarnación de una ética estoica y austera. Esa posición les puede hacer chocar con la misma piedra muchas veces, con tal de mantener la lealtad a sus principios. Los Stark sacrificados a lo largo de la serie están muy cerca de cobrar una buena tajada del poder político en Poniente, todo dependerá del buen juicio de Sansa. Y es que, Sansa Stark constituye la opción política más razonable entre los extremos que representan Cersei y Daenerys, a la hora de una posible redistribución del poder. Y aquí aprovecho para destacar el papel determinante que siempre desempeñaron las mujeres en algún momento de la saga, me refiero a Oleanna Tyrell, Melisandre, Brienne de Tarth,  Meera Reed o Arya Stark.   
A lo largo de todos estos años (incluyendo el año de receso), “Juego de Tronos” creó una subcultura mediática y comercial que logró capitalizar una amplia audiencia alrededor de todo el mundo. En ese contexto y, como un subproducto emergieron los youtubers y comentaristas de la serie de relativa calidad y de acierto variable. Y en realidad, hay muchos de ellos en habla hispana. En los últimos tiempos surgió una polémica entre HBO y uno de ellos, (@frikidoctor) en torno a la publicación de spoilers que hiciera el mencionado youtubers en su canal sobre el primer episodio de esta temporada final. La disputa HBO-@frikidoctor tuvo un final agridulce; pues la productora televisiva logró censurar al comentarista y, este se libró de una demanda ante los tribunales estadounidenses y pudo seguir transmitiendo; aunque sin spoilers.
Nos acercamos pues, hacia el final del “Juego de Tronos” con la expectativa de quien sobrevivirá a unas tormentosas batallas entre las fuerzas del ejército de unos muertos caminantes (guiados por unos hombres de hielo) contra las fuerzas de la vida, que aún peleándose entre sí, defienden lo mejor que tienen, de la mano de un resucitado: Jon Snow.

@migonzalezm 


 







 

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