El Área Metropolitana de Caracas se extiende en un estrecho valle de catorce kilómetros de largo, reúne a cinco municipios (Libertador, Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre) y un Distrito Metropolitano, y congrega aproximadamente a unos cuatro millones de habitantes. Además la ciudad de Caracas, como capital del país, constituye el principal centro político, económico, financiero y social de la República Bolivariana de Venezuela.
En este espacio geográfico funcionan –al menos en teoría- cinco (5) Consejos Locales de Planificación Pública; cada cual con su relativo y desigual desarrollo institucional particular, pero con un factor común para todos ellos: su escasa incidencia en la calidad de vida de los habitantes de su entorno político-territorial correspondiente.
Antes de proseguir, conviene recordar que los CLPP están integrados por el alcalde, los concejales, los presidentes de las juntas parroquiales y una representación mayoritaria de ciudadanos (electa en asambleas). Recordemos también que estas novísimas instancias para la participación ciudadana (fueron creadas mediante la Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública, en el año 2002), y que tienen por objeto fundamental integrar a la gestión pública municipal, a comunidades organizadas y ciudadanos; bajo los preceptos constitucionales de corresponsabilidad y participación.
Cuando afirmo que los Consejos Locales de Planificación Pública del Área Metropolitana de Caracas, no han sido decisivos en la calidad del desarrollo de sus respectivos municipios, lo hago con base a la serie de obstrucciones y dificultades institucionales que han padecido y padecen, y que han impedido su consolidación. Una de esas dificultades ha sido el escaso interés o la impericia demostrada por las autoridades locales del Área Metropolitana de Caracas en impulsar su desarrollo. Por ejemplo, en Chacao fue apenas en el pasado mes de Mayo y con cuatro años de retraso cuando se eligió el Consejo Local de Planificación Pública. Lo increíble de esto, es que en Chacao se han emprendido múltiples iniciativas en materia de participación ciudadana, durante la gestión de actual Alcalde Leopoldo López. El tema electoral y los derechos ciudadanos a la participación son los más vulnerados. Veamos algunos casos.
En los municipios Libertador y Sucre los representantes vecinales y de la sociedad civil organizada en CLPP tienen su período vencido. Por lo tanto, las autoridades municipales Freddy Bernal (Libertador) y José Vicente Rangel Ávalos (Sucre) están colocando al margen del cumplimiento de la ley, la gestión de sus respectivos Consejos Locales de Planificación Pública.
Por su parte, en el municipio Baruta, se debería convocar a nuevas elecciones en el mes de Septiembre de este año, para renovar la representación ciudadana de su CLPP. Sin embargo, todo parece indicar que, allí también se entrará en mora con el derecho que tienen las comunidades organizadas de participar y elegir sus representantes, ante dicha instancia.
Tan sólo el municipio El Hatillo, se encuentra al día en los procesos de elección y renovación de sus consejeros vecinales y de la sociedad civil. Y en efecto, el CLPP El Hatillo, fue seleccionado por primera vez en el año 2003; siendo renovado el pasado año 2005. Pero el tema de la mora electoral no sólo se produce en el nivel municipal. En el Consejo Estadal de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas del estado Miranda (y cuya gestión afecta a Caracas), la representación vecinal y de la sociedad civil se le venció su período en el mes de Diciembre del año 2005. Lo más lamentable es que el Gobernador Diosdado Cabello está lesionando los derechos a la participación ciudadana e incumpliendo con la ley al no llamar a la renovación de los representantes cívicos. Pero hay más. El proceso de elección de los voceros parroquiales ante el Consejo Metropolitano de Planificación de Políticas Públicas, presidido por el Alcalde Juan Barreto, ha sido reiteradamente cuestionado por parte de diversas agrupaciones vecinales de las distintas parroquias del Área Metropolitana de Caracas. En síntesis, los procesos de elección de las instancias se encuentran llenos de opacidades, acusaciones de fraude e incumplimientos legales.
En materia de planificación municipal, solamente los Consejos Locales de los municipios Libertador y de Baruta han logrado aprobar un Plan Municipal de Desarrollo; tal como lo prescriben la Ley Orgánica del Poder Público Municipal y la propia Ley de los CLPP. El balance es peor en cuanto al tema de la planificación urbana local, donde la incidencia de tales instancias ha sido completamente nula. Estas carencias en materia de planificación se reproducen de nuevo; tanto en el ámbito metropolitano como en el estadal. Hasta el presente no se conoce -o al menos no se ha divulgado lo suficiente-, la existencia de planes de desarrollo de naturaleza metropolitana o estadal.
Encontramos una mayor apertura institucional de casi todos las alcaldías del Área Metropolitana de Caracas en lo relacionado con el presupuesto participativo. Para nuestros lectores, apuntaremos que el presupuesto participativo es una modalidad de inclusión ciudadana contemplada en la Ley de los CLPP y en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal. Mediante el presupuesto participativo; y partir del mes Julio de cada año, cada alcalde está obligado a abrir un proceso de consulta con las comunidades de su entidad para elaborar el presupuesto de inversión municipal del siguiente ejercicio fiscal. ¿Importante verdad?
En este rubro, El Hatillo ha sido el único que tiene una experiencia exitosa, gracias a la presión de sus representantes vecinales en el CLPP. La Alcaldía Metropolitana realizó este año su proceso de “consulta presupuestaria” con varias comunidades de Caracas. Mientras las alcaldías de Baruta, Chacao y Libertador preparan sus respectivos operativos. En cuanto al Municipio Sucre no se posee información precisa sobre el tema.
El balance la gestión de los CLPP en el Área Metropolitana de Caracas no es el mejor. En realidad su actividad no ha incidido hasta ahora en la calidad de vida de la población. Es más, la gran mayoría de los ciudadanos ni siquiera conoce de su existencia. Empero todo esto no indica su inutilidad. Sugiere una reflexión y un llamado a la acción ciudadana.
La reflexión es en torno a la baja cultura participativa y democrática de buena parte de las autoridades oficiales que por acción u omisión han obstaculizado la gestión y el desarrollo eficaz y eficiente de estos espacios ciudadanos. La componenda política, el clientelismo partidista y el burocratismo se han impuesto hasta ahora, al ejercicio pleno de los derechos a la participación de la población en los asuntos públicos de su interés. ¿Es ésta acaso la práctica de los demócratas?
El llamado a la acción a los ciudadanos es muy sencillo: hay que empoderarse en el tema de la participación cívica. Hay que ejercer los derechos constitucionales a la participación, a la inclusión y la corresponsabilidad. Y no hay que dejarse usurpar la calidad vida, siendo ciudadanos y demócratas. Los Consejos Locales de Planificación Pública son espacios para todos... así que para celebrar los 439 de Caracas, vamos por ellos...
Espacio sobre la participación y la cultura ciudadanas bajo un enfoque creativo, crítico, democrático, incluyente, independiente y plural.
lunes, julio 24, 2006
jueves, julio 20, 2006
PRIMARIAS II
La organización de las primarias continúa su avance. Al parecer, la decisión es firme y no hay vuelta atrás. Mejor así, porque entre otras cosas, la oposición de este país parece necesitar más bien, una actitud coherente con sus propósitos democráticos. Sin embargo, y mientras día a día, semana a semana, crece la expectativa y la esperanza popular alrededor del evento; también aumentan las inquietudes y presiones de los actores políticos enfrentados. Ellos saben que el resultado de las primarias determinará por un buen tiempo, la eficacia política y organizativa; tanto del gobierno como de la oposición.
El oficialismo
Es por ello que, las posiciones de intolerancia, persecución y resentimiento expresadas por algunos voceros del oficialismo en la Asamblea Nacional en contra de la Asociación Civil Súmate, no extrañan a nadie. No hay nada nuevo en ese discurso, ni se espera algo distinto. Por otra, para nadie es un secreto que una de las grandes fortalezas del gobierno de turno, se sustenta en la desorientación política y la dispersión de fuerzas opositoras. En tal sentido, para el oficialismo resultaría por lo menos, incómodo que la oposición pueda realizar con relativo éxito las primarias. Y es que de ese evento puede resurgir una fuerza política democrática aglutinada, fortalecida, y sobre todo con la moral alta. De allí que, resulte fácil suponer que desde el “oficialismo revolucionario” se desate -de ahora en adelante-, una fuerte ofensiva política, legal y hasta psicológica para tratar de impedir la realización de las primarias. Para el gobierno, hay mucho en juego.
Los abstencionistas
¿Por qué el Comando Nacional de la Resistencia y sus aliados no participaron con un candidato en las primarias? Allí hay unas figuras relevantes como Oswaldo Álvarez Paz, Antonio Ledezma o Ezequiel Zamora. Y también se encuentran Oscar Pérez o Iván Ballesteros. Cualquiera de ellos hubiera podido representar la opción del Comando Nacional de la Resistencia en las primarias. ¿No se les ocurrió o acaso era una exigencia fuera de su alcance? ¿Temen contarse o hay una agenda oculta? Lamentable, porque hubiera sido un aporte bien importante, constructivo y democrático para defender la unidad de la oposición. Igual ocurrió con Acción Democrática. Todo parece indicar su progresivo aislamiento del sentir cívico y democrático de la mayoría del pueblo venezolano. Este sector de la oposición debe terminar de entender (y aceptar) que la única solución viable a la crisis institucional y política de Venezuela es la salida electoral, constitucional, pacífica y democrática. No hay otra. Así que, el Comando de la Resistencia debe comprometerse a respaldar y apoyar la organización y realización de las primarias. Seguramente serán bienvenidos.
Los pre-candidatos
Julio Andrés Borges y Manuel Rosales continúan siendo las principales opciones presidenciales para el 13 de Agosto. Cada candidato ha comenzado a incrementar en cantidad y calidad sus contactos populares. Y es que no pueden perder tiempo ni oportunidades. Quizás la barrera más dura que tengan que enfrentar sea el escepticismo que se ha sembrado en buena parte de la población. Las constantes críticas y descalificaciones de parte de un sector de la misma oposición en contra de los pre-candidatos contribuirán de igual manera, a ese desánimo electoral. Otra desventaja, para los candidatos la representa la “supuesta invencibilidad” del Presidente Chávez. Y esa invencibilidad ha sido hábilmente inducida desde el gobierno; pero también magnificada a diario, por algunos analistas y expertos mediáticos para los cuales nada de lo que se haga en el país podrá cambiar su destino.
Por lo demás, la ausencia de proposiciones concretas y constructivas puede adicionar otra debilidad a la naciente candidatura unitaria. Por lo anterior, es que ya debería estar andando un equipo técnico responsabilizado de estructurar (de manera didáctica y sencilla) un mensaje programático plural, incluyente, propositivo y dirigido a rescatar ante y por el país, el valor ético y cívico de la actividad política. ¿Será pedirle mucho a los asesores de los candidatos?
Un último comentario en este segmento, está referido a la obligación de cada uno de los nueve candidatos -que hasta ahora-, participan en las primarias en aceptar los resultados de la votación popular del 13 de Agosto. El comportamiento democrático de cada uno de los participantes dependerá mucho la credibilidad ante la opinión pública nacional e internacional.
Mientras tanto, Teodoro Petkoff sigue en su cruzada denunciando la amenaza totalitaria que se cierne sobre Venezuela. Sin lugar a dudas, la posición de Petkoff es la más radical y frontal contra las políticas oficialistas. A la aspiración gubernamental de avasallar a la ciudadanía e incluso someterla a un modelo político basado en “pensamiento único” hay que salirle al paso de manera contundente, democrática y unitaria, y esa es una acción impostergable. Teodoro ya ha dado el primer paso.
La organización de las primarias
De realizarse de manera responsable, transparente y eficaz las primarias constituirán una derrota ideológica y política; tanto para el gobierno nacional como para aquellos que aún decidan permanecer dentro del abstencionismo. Pero llegar a las primarias con éxito no será una tarea fácil. Hay muchas opacidades y puntos por resolver. Además la articulación de las organizaciones democráticas con el pueblo organizado aunque creciente, sigue siendo débil. Sin embargo, si la oposición logra reunir a los 50 mil voluntarios para atender los 2850 centros de votación y sus casi nueve mil mesas, se habrá logrado una de las hazañas más grandes en la historia de la lucha por la democracia en nuestro país.
Alcanzar el éxito en las primarias implica derrotar el escepticismo, las falsas expectativas, y todas las trabas y saboteos que se impulsarán desde el oficialismo. La fórmula para poder afrontar victoriosamente los desafíos pendientes y próximos se basa en la capacidad de organización y el trabajo de equipo de cada uno de los actores involucrados en el evento.
La Asociación Civil Súmate debe recordar dos cosas. La primera, que sola NO podrá realizar el proceso y la segunda es que las primarias NO le pertenecen. Por lo tanto, se debe invitar y concertar la participación de otras organizaciones ciudadanas nacionales, regionales y locales en las primarias. Agrupaciones cívicas como “Sinergia”, “Gente de Soluciones”, “Queremos Elegir”, “El Grupo La Colina” o la “Red de Veedores”; entre otras, deberían ser incluidas en este proceso; al menos como observadores y contralores, sin ningún tipo de sectarismos. Hay que convertir a las primarias de ese Domingo, en la fiesta democrática del pueblo organizado.
Ahora falta menos. Temas como la ubicación y la seguridad de los centros requieren de las decisiones asertivas para su tratamiento eficiente y eficaz. De igual forma, la cobertura de los medios de comunicación social del proceso necesita de orientaciones muy precisas para evitar el suministro de información equívoca y confusa.
Con las primarias se aproxima cada vez más, un reto interesante para las fuerzas políticas democráticas del país. Se presenta una oportunidad formidable para su reorganización y avance hacia un futuro para todos. Las primarias pueden constituirse en la derrota más grande para un régimen que ha destruido toda la institucionalidad electoral. Así que veremos qué pasa.
El oficialismo
Es por ello que, las posiciones de intolerancia, persecución y resentimiento expresadas por algunos voceros del oficialismo en la Asamblea Nacional en contra de la Asociación Civil Súmate, no extrañan a nadie. No hay nada nuevo en ese discurso, ni se espera algo distinto. Por otra, para nadie es un secreto que una de las grandes fortalezas del gobierno de turno, se sustenta en la desorientación política y la dispersión de fuerzas opositoras. En tal sentido, para el oficialismo resultaría por lo menos, incómodo que la oposición pueda realizar con relativo éxito las primarias. Y es que de ese evento puede resurgir una fuerza política democrática aglutinada, fortalecida, y sobre todo con la moral alta. De allí que, resulte fácil suponer que desde el “oficialismo revolucionario” se desate -de ahora en adelante-, una fuerte ofensiva política, legal y hasta psicológica para tratar de impedir la realización de las primarias. Para el gobierno, hay mucho en juego.
Los abstencionistas
¿Por qué el Comando Nacional de la Resistencia y sus aliados no participaron con un candidato en las primarias? Allí hay unas figuras relevantes como Oswaldo Álvarez Paz, Antonio Ledezma o Ezequiel Zamora. Y también se encuentran Oscar Pérez o Iván Ballesteros. Cualquiera de ellos hubiera podido representar la opción del Comando Nacional de la Resistencia en las primarias. ¿No se les ocurrió o acaso era una exigencia fuera de su alcance? ¿Temen contarse o hay una agenda oculta? Lamentable, porque hubiera sido un aporte bien importante, constructivo y democrático para defender la unidad de la oposición. Igual ocurrió con Acción Democrática. Todo parece indicar su progresivo aislamiento del sentir cívico y democrático de la mayoría del pueblo venezolano. Este sector de la oposición debe terminar de entender (y aceptar) que la única solución viable a la crisis institucional y política de Venezuela es la salida electoral, constitucional, pacífica y democrática. No hay otra. Así que, el Comando de la Resistencia debe comprometerse a respaldar y apoyar la organización y realización de las primarias. Seguramente serán bienvenidos.
Los pre-candidatos
Julio Andrés Borges y Manuel Rosales continúan siendo las principales opciones presidenciales para el 13 de Agosto. Cada candidato ha comenzado a incrementar en cantidad y calidad sus contactos populares. Y es que no pueden perder tiempo ni oportunidades. Quizás la barrera más dura que tengan que enfrentar sea el escepticismo que se ha sembrado en buena parte de la población. Las constantes críticas y descalificaciones de parte de un sector de la misma oposición en contra de los pre-candidatos contribuirán de igual manera, a ese desánimo electoral. Otra desventaja, para los candidatos la representa la “supuesta invencibilidad” del Presidente Chávez. Y esa invencibilidad ha sido hábilmente inducida desde el gobierno; pero también magnificada a diario, por algunos analistas y expertos mediáticos para los cuales nada de lo que se haga en el país podrá cambiar su destino.
Por lo demás, la ausencia de proposiciones concretas y constructivas puede adicionar otra debilidad a la naciente candidatura unitaria. Por lo anterior, es que ya debería estar andando un equipo técnico responsabilizado de estructurar (de manera didáctica y sencilla) un mensaje programático plural, incluyente, propositivo y dirigido a rescatar ante y por el país, el valor ético y cívico de la actividad política. ¿Será pedirle mucho a los asesores de los candidatos?
Un último comentario en este segmento, está referido a la obligación de cada uno de los nueve candidatos -que hasta ahora-, participan en las primarias en aceptar los resultados de la votación popular del 13 de Agosto. El comportamiento democrático de cada uno de los participantes dependerá mucho la credibilidad ante la opinión pública nacional e internacional.
Mientras tanto, Teodoro Petkoff sigue en su cruzada denunciando la amenaza totalitaria que se cierne sobre Venezuela. Sin lugar a dudas, la posición de Petkoff es la más radical y frontal contra las políticas oficialistas. A la aspiración gubernamental de avasallar a la ciudadanía e incluso someterla a un modelo político basado en “pensamiento único” hay que salirle al paso de manera contundente, democrática y unitaria, y esa es una acción impostergable. Teodoro ya ha dado el primer paso.
La organización de las primarias
De realizarse de manera responsable, transparente y eficaz las primarias constituirán una derrota ideológica y política; tanto para el gobierno nacional como para aquellos que aún decidan permanecer dentro del abstencionismo. Pero llegar a las primarias con éxito no será una tarea fácil. Hay muchas opacidades y puntos por resolver. Además la articulación de las organizaciones democráticas con el pueblo organizado aunque creciente, sigue siendo débil. Sin embargo, si la oposición logra reunir a los 50 mil voluntarios para atender los 2850 centros de votación y sus casi nueve mil mesas, se habrá logrado una de las hazañas más grandes en la historia de la lucha por la democracia en nuestro país.
Alcanzar el éxito en las primarias implica derrotar el escepticismo, las falsas expectativas, y todas las trabas y saboteos que se impulsarán desde el oficialismo. La fórmula para poder afrontar victoriosamente los desafíos pendientes y próximos se basa en la capacidad de organización y el trabajo de equipo de cada uno de los actores involucrados en el evento.
La Asociación Civil Súmate debe recordar dos cosas. La primera, que sola NO podrá realizar el proceso y la segunda es que las primarias NO le pertenecen. Por lo tanto, se debe invitar y concertar la participación de otras organizaciones ciudadanas nacionales, regionales y locales en las primarias. Agrupaciones cívicas como “Sinergia”, “Gente de Soluciones”, “Queremos Elegir”, “El Grupo La Colina” o la “Red de Veedores”; entre otras, deberían ser incluidas en este proceso; al menos como observadores y contralores, sin ningún tipo de sectarismos. Hay que convertir a las primarias de ese Domingo, en la fiesta democrática del pueblo organizado.
Ahora falta menos. Temas como la ubicación y la seguridad de los centros requieren de las decisiones asertivas para su tratamiento eficiente y eficaz. De igual forma, la cobertura de los medios de comunicación social del proceso necesita de orientaciones muy precisas para evitar el suministro de información equívoca y confusa.
Con las primarias se aproxima cada vez más, un reto interesante para las fuerzas políticas democráticas del país. Se presenta una oportunidad formidable para su reorganización y avance hacia un futuro para todos. Las primarias pueden constituirse en la derrota más grande para un régimen que ha destruido toda la institucionalidad electoral. Así que veremos qué pasa.
sábado, julio 15, 2006
VENEZUELA: LOS PLANES DE LA NACIÓN Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA, ANTECEDENTES
Como un aporte al estudio de los antecedentes del tema de la participación ciudadana en Venezuela, les presento una apretadísima síntesis del tratamiento del asunto en los planes quinquenales de desarrollo, elaborados entre 1958 y 1998, por los gobiernos electos en ese período.
Al presidente Rómulo Betancourt, le corresponden los dos primeros planes quinquenales de desarrollo. El presidente Raúl Leoni elaboró el tercer plan de la nación. Del presidente Rafael Caldera son el cuarto y el noveno. Al presidente Carlos Andrés Pérez, se deben los planes quinto y octavo. Mientras que el presidente Luis Herrera Campíns, elaboró el sexto plan de la nación. Este plan tiene el mérito histórico por cierto, de introducir por primera vez en Venezuela, el tema de la democracia participativa como modelo de sociedad. Y el presidente Jaime Lusinchi elaboró el séptimo plan quinquenal de desarrollo. Este plan se realizó con la metodología denominada planificación estratégica situacional, la cual tuvo gran impacto en la administración pública. Veamos el resumen.
A. El Primer Plan de la Nación 1960-1964. Capítulo V. Desarrollo de la Comunidad
En el Primer Plan de la Nación, el tema de la participación se articula a políticas, programas y proyectos de Desarrollo de la Comunidad, entendido este, como un elemento destinado a incorporar a los sectores populares en los programas destinados a elevar su calidad de vida.
El enfoque del Plan 1960-64 prescribía que los programas de desarrollo comunal revestían gran importancia en la planificación económica por cuanto despertaban la iniciativa individual y promovían la participación activa de la comunidad en la realización de obras y proyectos, propiciaban el aprovechamiento de recursos financieros y humanos, y lograban asimismo la interrelación entre el desarrollo económico y social” (Cordiplan, 1er Plan de la Nación).
En este período y en correspondencia con la política de desarrollo comunal impulsada desde el gobierno, se creó la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad y Fomento Municipal (FUNDACOMUN), mediante Decreto Ejecutivo del 30 de Enero de 1962. Esta agencia oficial aún existe en Venezuela.
B. El Segundo Plan de la Nación 1963-1966. Capítulo XVIII. Desarrollo de la Comunidad
En el Segundo Plan de la Nación se consolida y amplia la visión sobre el Desarrollo Comunal como medio de promoción de la participación social y como elemento estratégico para el desarrollo adecuado y eficiente de las políticas públicas. “En Venezuela el programa de Desarrollo de la Comunidad no es un programa más que ha sido añadido a los numerosos programas sociales y de fomento económico que se realizan en todo el ámbito nacional. Desde el comienzo se le consideró como un gran programa aglutinador, basado principalmente en la coordinación de todos los programas nacionales, estadales y locales que promueve el bienestar de la comunidad. Se pensó que a través de la participación activa de la comunidad en la solución de sus problemas, de la reorientación y capacitación del personal empleado, del pleno aprovechamiento de los recursos de las organizaciones no gubernamentales, se podrían lograr los objetivos principales del programa que son el cambio de actitudes, la mayor integración de las comunidades y un mayor rendimiento de los recursos financieros y técnicos asignados a los programas gubernamentales y, en definitiva, el mejoramiento de las condiciones de vida” (Cordiplan, 2do Plan de al Nación).
Un dato adicional es que el Plan 1963-66 contempló la vinculación de la Reforma Agraria con la estrategia programática de Desarrollo de la Comunidad; y también la continuación de actividades de entrenamiento de personal en el desarrollo comunitario tanto a nivel talleres en centros urbanos y rurales, así como en el ámbito de cursos de postgrado en el Centro de Estudios de Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central de Venezuela.
C. El Tercer Plan de la Nación 1965-1968. Capítulo XX. Desarrollo de la Comunidad
El Plan para el lapso 1965-68 fue una continuación y mejoramiento de la visión, objetivos y propósitos fundamentales de los dos planes anteriores.
El propósito central del 3er Plan fue impulsar la gradual tecnificación del programa de Desarrollo de la Comunidad, mediante la sistematización de sus contenidos, la calificación de recursos humanos y la institucionalización de mecanismos de coordinación y acción de los entes vinculados a la estrategia.
La sistematización abarcó fundamentalmente los programas de Edificaciones Escolares Rurales; de Vivienda Rural, de la División de Malariología; de Saneamiento Ambiental del Ministerio de Sanidad y el de formación de personal en el área de desarrollo comunal. En este último programa destacó el esfuerzo emprendido por el Gobierno Nacional de la época; y de organismos multilaterales como el Fondo Especial de las Naciones Unidas, para lograr la consolidación del Centro Nacional de Entrenamiento e Investigación Aplicada para el Desarrollo Comunal.
El 3er Plan de la Nación contempló la consolidación de una instancia nacional para impulsar el programa de Desarrollo de la Comunidad en un esfuerzo combinado entre los sectores público y privado. Nos referimos al Consejo Nacional de Desarrollo de la Comunidad integrado por los ministerios de Educación, de Sanidad y Asistencia Social; de Agricultura y Cría; de Justicia; y del Trabajo; el Banco Obrero; el Consejo Venezolano del Niño, los institutos Agrario Nacional; Nacional de Nutrición; y Nacional Obras Sanitarias; el Consejo de Bienestar Rural Universidad de Oriente, el Instituto Venezolano de Acción Comunitaria (IVAC), la Federación de Instituciones Privadas de Asistencia Privada; el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela (CENDES); la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad y Fomento Municipal (FUNDACOMUN) la Asociación Nacional de Productores de Cemento, Caritas de Venezuela; la Corporación de Guayana; Acción de Venezuela; Asociación de Scouts; y CORDIPLAN.
D. El Cuarto Plan de la Nación 1969-1973. Capítulo VII. Desarrollo Social
Con el Plan 1970-74 el tema de la participación social toma otra vertiente de desarrollo. Esta vez vinculada a la política social y más específicamente aún referida a los sectores sociales marginados.
En efecto, la estrategia de Desarrollo de la Comunidad pasó de ser un programa que permite la acción coordinadora de otras políticas públicas; para convertirse en un elemento de lo que se considera en el 4to. Plan como una política de promoción popular. La promoción popular era vista como un conjunto de esfuerzos integrados y destinados a estimular transformaciones en el sistema socioeconómico y cultural que permitieran la incorporación y participación deliberada y consciente del hombre como sujeto de todos los procesos y fines el desarrollo. Dos objetivos fundamentales se concibieron alrededor de este concepto, a saber:
a. La incorporación de la población al proceso de producción y distribución de riquezas y disfrute de los beneficios de desarrollo; y,
b. La participación popular en las tareas de ejecución del desarrollo.
Aquí deseo destacar el segundo de los objetivos, porque suponía la participación popular en las tareas de organización, y ejecución del desarrollo, e implica un proceso de modificación y transformación de las actuales estructuras de decisión, a través de una toma de conciencia y organización de la población con el fin de facilitar y asegurar una auténtica y adecuada representación y participación de los sectores populares.
E. El Quinto Plan de la Nación 1973-1978. Parte D. Urbanización, Equipamiento y Programas para Áreas Marginales
Con el 5to Plan de la Nación, el concepto y las iniciativas vinculadas al tratamiento del tema de al participación ciudadana sufren otro cambio. En ese momento ya no consideradas como un canal para la inclusión de vastos sectores sociales en la resolución de sus problemas específicos, con un rol de protagonismo.
La visión del plan inmediatamente anterior, de utilizar la promoción popular como un medio de protagonismo de la población en la atención a sus problemas desaparece. De hecho el Plan 1973-1978 resaltó la cuestión del desarrollo de la comunidad en el marco de la atención a los sectores más vulnerables mediante la aplicación de medidas de intervención estatal fundamentalmente en el ámbito de la infraestructura.
En el contexto del 5to Plan, la propuesta central fue los denominados “Módulos de Servicios” que concentraban la coordinación de programas tales como: vialidad y urbanismo, reubicación, mejoramiento y autoconstrucción de viviendas y asistencia social.
E. El Sexto Plan de la Nación 1979-1984. Capítulo VIII. Organización Social y Participación
Los planteamientos y las propuestas de este plan implicaron un salto cualitativo trascendente en el tema de la participación ciudadana. De hecho, por primera vez en la historia del sistema político venezolano se colocó en el tapete el tema de la democracia participativa. En efecto, Plan 1979-84 tuvo “un principio rector básico (...) la consolidación de la democracia participativa, mediante la cual se persigue impulsar la presencia activa del pueblo en la preparación, toma y ejecución de decisiones, (subrayado nuestro) de modo que personas y organizaciones desarrollen responsablemente sus iniciativas, entreguen sus aportes y reciban una parte equitativa de los beneficios del producto social global”. (Cordiplan, 6to Plan de la Nación).
La posibilidad de impulsar en el país un nuevo modelo de gestión de políticas públicas sobre la base de la participación social es asomada con mayor claridad en el Plan 1981-85; sin considerar, en este momento, la posterior eficacia con que pudo ser realizada. Esta prescripción de democracia participativa tuvo los siguientes objetivos:
a. Mejorar y fortalecer los niveles de organización social de los distintos sectores de la población, con especial énfasis en los grupos de menores recursos.
b. Promover cambios de actitudes y valores en la sociedad venezolana, que conduzcan a una menor dependencia del paternalismo del Estado, a una mayor valorización de la organización social como instrumento de participación y de mejoramiento de las condiciones de vida de la población.
c. Realizar las modificaciones legales e institucionales necesarias para estimular, orientar y apoyar los procesos de organización social y participación, y para posibilitar la coordinación de los diversos programas dispersos en múltiples entidades oficiales.
d. Promover el crecimiento integral y planificado del cooperativismo para convertirlo en un instrumento eficiente del desarrollo social y económico del país.
Entre las estrategias y lineamientos estratégicos formulados en el 6to. Plan de la Nación destacan las siguientes:
- El aumento del nivel de organización social de la población. Aquí destacaba las responsabilidades asignadas a los siguientes organismos: FUNDACOMÚN; Instituto Agrario Nacional (IAN), y la Corporación de Mercadeo Agrícola (CMA) en el sector agrícola; así también la Fundación de Edificaciones Educativas (FEDE) y la Superintendencia de Protección al Consumidor. Un punto realmente importante fue la creación de Comités Populares para la participación en la realización de políticas vinculadas a la Vivienda con el patrocinio del INAVI y la articulación a las políticas sanitarias conjuntamente con el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Y también merece especial mención la propuesta de incorporación de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) en la cogestión de las políticas laborales.
- El cambio de actitudes y valores de la población; destinado al fortalecimiento de las organizaciones populares, mediante la participación de las organizaciones sociales en la fiscalización y administración de los servicios públicos, con miras a lograr su mejor funcionamiento.
- La realización de modificaciones legales e institucionales; que incluía la creación del Consejo Nacional para la Organización Social y la Participación como máxima instancia de coordinación entre los sectores públicos y privados, y como el principal ente promotor del proceso de participación.
- El desarrollo del cooperativismo; con la intención de incrementar el número y la calidad del movimiento cooperativista en Venezuela. En este aspecto merece la pena mencionar la creación de cooperativas escolares y la promoción de cooperativas de vivienda, servicios, transporte, ahorro y crédito consumo, producción agrícola y producción industrial.
F. El Séptimo Plan de la Nación 1984-1988. Capítulo V. Lineamientos de Acción
Así como en el plan anterior el tema de la participación social cobró un inusitado entusiasmo e incluso un replanteo de la democracia por su sentido participativo; el 7mo. Plan de la Nación le otorgó un tratamiento renovado, agregando la privatización de entes públicos.
En el Plan 1984-88, el tema de al participación ciudadana se le considera “no sólo como una propuesta de acción, sino también que propone una forma de organización para realizarla”. Bajo este concepto el tema de la participación social pudo ser identificado en dos componentes del plan:
a. Avance hacia una sociedad más justa; y,
b. Profundización de la democracia política.
En el componente Avance hacia una sociedad más justa, para la cuestión participativa se propone la creación de nuevas formas empresariales que democraticen la propiedad del capital y la gestión empresarial. Y más específicamente aún se sugiere el acceso de a una educación creativa y a una cultura participativa.
En el componente Profundización de la Democracia Política; se establecen como problemas básicos las distorsiones en el sistema de participación política y las modalidades excluyentes en la gestión empresarial. Plantea así mismo como lineamientos estratégicos: revitalizar la democracia, equilibrando mejor las relaciones de poder y creando sistemas de participación; democratizar las formas de propiedad y enfrentar los elementos de fragilidad de la democracia
En cuanto a los proyectos de acción referidos los lineamientos estratégicos en materia de la Profundización de la Democracia Política, el 7mo Plan propuso: la protección Ciudadana y la Defensa de la Nación; la Profundización de la Democracia Política; la Privatización de Empresas Públicas y el fortalecimiento de un Sistema Económico de Cooperación (SEC) entre el sectores público y privado.
G. El Octavo Plan de la Nación 1989-1994. Capítulos Compromisos Social, Crecimiento Sin Inflación, Cambio Institucional
El 8vo Plan de la Nación tuvo un desarrollo multisectorial del tema de la participación en la gestión gubernamental. El Gran Viraje como también se le conoció propuso como objetivo lograr una democracia moderna y eficiente, capaz de propiciar un ambiente para que las decisiones colectivas incorporen las voces de todos los afectados, generando una nueva cultura nacional de participación y concertación.
En el área de Compromiso Social, el Plan 1989-94, proponía el fortalecimiento de la red Institucional del Sector Social, mediante la promoción de la formación en gerencia social con énfasis en la atención a grupos vulnerables (mujeres, niños, ancianos e indígenas en pobreza extrema) y la gestión concertada de los servicios con el sector privado no-lucrativo o comercial y con la población organizada. Además consideró estratégico la promoción de la participación organizada mediante las siguientes acciones:
a. La creación de la Comisión Presidencial para el Enfrentamiento de la Pobreza y sus comisiones regionales como organismos para la concertación de la nueva estrategia social.
b. La creación y extensión de los centros de atención integral a la mujer.
c. El apoyo prioritario a la organización de las comunidades de bajos ingresos, en especial el sector femenino
d. Ampliación de la capacidad de gestión de las organizaciones de base de las comunidades.
e. Fortalecimiento del movimiento femenino nacional y de otras asociaciones no gubernamentales.
f. El impulso de la participación de las comunidades en los gobiernos locales.
En síntesis, en materia social se propuso como proyecto estratégico “el fortalecimiento institucional y promoción de la participación de la sociedad civil” mediante la ejecución de las siguientes operaciones:
Creación del Ministerio de Desarrollo Social y reformas el Ministerio del Trabajo
Creación de la Comisión Presidencial para el Enfrentamiento de la Pobreza
Creación el Consejo Nacional de la Mujer
Desarrollo de una red institucional del Estado para la política social
Fomento de la cooperación de la sociedad civil en la formulación y ejecución de los programas sociales.
En el plano económico se sugirió redefinir el ámbito empresarial del Estado mediante la transferencia de la propiedad empresas de carácter privado; y la transferencia de la gestión de empresas de servicios públicos lo cual significaba una nueva oportunidad para abrir espacios para la participación de sectores no estatales en la gestión económica.
Por último, en su componente referido al Cambio Institucional (Reforma del Estado) el tema de la participación también fue tratado con amplitud. Al respecto, deben destacarse los siguientes proyectos:
Impulso de la descentralización política y nuevas formas de organización social que garanticen mayor participación y representación. Esto incluía la elección directa de gobernadores y alcaldes; la elección uninominal de los representantes a los cuerpos deliberantes y el desarrollo de organizaciones autónomas de la comunidad.
Descentralización progresiva y coordinada de los servicios públicos a fin de aumentar su eficiencia y participación de la comunidad. Esto suponía transferencia de servicios hacia gobernadores y alcaldes y el aumento del control y la participación de comunidades en la gestión de los gobiernos locales.
Aumento de la autonomía, la imparcialidad y la tecnificación de la administración de justicia, y la cultura jurídica ciudadana. Esto implicaba el desarrollo de un sistema de asistencia jurídica ciudadana, la creación de una jurisdicción de paz y el desarrollo de programas de formación ciudadana.
H. El Programa de Estabilización y Recuperación Económica 1994. Capítulo 8. La estrategia de Acción Social. El Noveno Plan de la Nación 1995. La Agenda Venezuela
El Programa de Estabilización y Recuperación Económica elaborado en el ejercicio fiscal de 1994 contenía como orientación de la política social propuesta, la elevación de la capacidad de organización de la sociedad civil destinada a su vez, a incrementar las capacidades de la población más desasistida para apropiarse del producto social. Esta visión estratégica de nuevo centró la cuestión de la participación ciudadana en el ámbito de la asistencia económica y social bajo un llamado a la solidaridad; a la vez que sugería dentro de la optimización de los mecanismos de distribución del gasto público la implementación de la “planificación participativa” a través de organismos gubernamentales como el INCE, el Ministerio de la Familia, FUNDACOMUN y también la incorporación de las organizaciones no gubernamentales que paulatinamente ganaban espacios como un agente activo al menos en la formulación de las políticas públicas.
Entre las acciones más significativas contenidas este documento previo al 9no Plan de la Nación; deben mencionarse:
- El proyecto de alimentación y salud que comprendía entre otros a la beca alimentaria, el bono lácteo el bono de cereales, la distribución de útiles y uniformes escolares y sobre todo los multihogares para la atención integral del niño, mediante la organización comunitaria; el Programa Alimentario Materno Infantil (PAMI) para la organización y acceso de las madres y menores a la salud y nutrición.
- La economía solidaria que contemplaba entre otras acciones, el programa de promoción de organizaciones mediante la asistencia técnica y la promoción por parte de ONG´s para el fortalecimiento y creación de organizaciones de la comunidad, orientadas a actividades productivas, mediante la gestión de CORPOINDUSTRIA.
- El impulso de actividades dirigidas al impulso y fortalecimiento de asociaciones de civiles dirigidas al desarrollo del abastecimiento y economía populares.
El 9no Plan de la Nación continuó la inclusión del tema de la participación social en sus diversos componentes. Al respecto, se deben mencionar sus contenidos temáticos referidos a los sectores social educativo ambiental e institucional. Veamos.
En materia social el Plan diseñado en 1995 bajo el paradigma de la solidaridad suponía que “la participación es la condición necesaria para la concreción de la libertad en el desarrollo del proyecto de país, ella implica el trabajo productivo creador y la apropiación del ámbito de la toma de decisiones para convivencia colectiva”
Entre los objetivos propuestos destacó la organización participación y gestión local vinculada a la descentralización y a un sector social específico como lo constituye la juventud. La organización y gestión de la sociedad civil fue percibidas como una estrategia que atravesaba transversalmente todos los sectores del 9no Plan. En síntesis, la participación de fue estimada como principio, medio y fin de la política social.
Dentro de este marco destacaban los programas vinculados al desarrollo económico basado en las empresas asociaciones el apoyo a las denominadas formas asociativas de los trabajadores que incluían la flexibilización de la propiedad; y por otra parte, la ejecución de programas de formación y capacitación para el desarrollo de una economía solidaria.
En el sector educativo se planteó el fortalecimiento de la participación de las comunidades en la gestión de las agencias educacionales así como el carácter participativo de la educación oficial y privada. Muy ligado al punto inmediatamente anterior y en materia ambiental, se planteó el impulso de la educación ambiental para alcanzar un desarrollo sustentable; otorgándole, en este campo, un papel relevante a las organizaciones no gubernamentales de orden ambientalista.
En el aspecto político el Plan de 1995 consideró entre otras innovaciones:
La reforma del sistema electoral y de la Ley del Sufragio impulsando la uninominalidad y modificando los mecanismos de designación de los directivos del Consejo Supremo Electoral.
La introducción de la figura del referendum en sus diferentes modalidades aprobatorio, revocatorio, abrogatorio y consultivo como una nueva forma de participación complementaria a la representación.
La creación de la figura del Primer Ministro; de libre nombramiento y remoción del Presidente de la República.
Cabe agregar, que la descentralización fue considerada como un medio estratégico, para lograr una participación de la sociedad civil en los asuntos públicos. Para finalizar, el 9no Plan proponía que: “el Estado venezolano tendrá que abandonar la actitud paternalista y asistencialista que ha tenido en los últimos años, creando canales de participación para que los ciudadanos asuman un rol protagónico en la solución de sus problemas, asumiendo un papel más activo como sujetos de desarrollo”. (Cordiplan, 9no Plan de al Nación)
Por último, la Agenda Venezuela constituyó un nuevo documento técnico que esbozó los principales lineamientos de acción de este período gubernamental. Cabe destacar la concreción de la participación de la sociedad organizada y de las comunidades en la ejecución de varios programas sociales que incluía dicha agenda.
En una próxima entrega presentaré algunos precedentes institucionales sobre los mecanismos de participación ciudadana impulsados entre 1958 y 1998.
Al presidente Rómulo Betancourt, le corresponden los dos primeros planes quinquenales de desarrollo. El presidente Raúl Leoni elaboró el tercer plan de la nación. Del presidente Rafael Caldera son el cuarto y el noveno. Al presidente Carlos Andrés Pérez, se deben los planes quinto y octavo. Mientras que el presidente Luis Herrera Campíns, elaboró el sexto plan de la nación. Este plan tiene el mérito histórico por cierto, de introducir por primera vez en Venezuela, el tema de la democracia participativa como modelo de sociedad. Y el presidente Jaime Lusinchi elaboró el séptimo plan quinquenal de desarrollo. Este plan se realizó con la metodología denominada planificación estratégica situacional, la cual tuvo gran impacto en la administración pública. Veamos el resumen.
A. El Primer Plan de la Nación 1960-1964. Capítulo V. Desarrollo de la Comunidad
En el Primer Plan de la Nación, el tema de la participación se articula a políticas, programas y proyectos de Desarrollo de la Comunidad, entendido este, como un elemento destinado a incorporar a los sectores populares en los programas destinados a elevar su calidad de vida.
El enfoque del Plan 1960-64 prescribía que los programas de desarrollo comunal revestían gran importancia en la planificación económica por cuanto despertaban la iniciativa individual y promovían la participación activa de la comunidad en la realización de obras y proyectos, propiciaban el aprovechamiento de recursos financieros y humanos, y lograban asimismo la interrelación entre el desarrollo económico y social” (Cordiplan, 1er Plan de la Nación).
En este período y en correspondencia con la política de desarrollo comunal impulsada desde el gobierno, se creó la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad y Fomento Municipal (FUNDACOMUN), mediante Decreto Ejecutivo del 30 de Enero de 1962. Esta agencia oficial aún existe en Venezuela.
B. El Segundo Plan de la Nación 1963-1966. Capítulo XVIII. Desarrollo de la Comunidad
En el Segundo Plan de la Nación se consolida y amplia la visión sobre el Desarrollo Comunal como medio de promoción de la participación social y como elemento estratégico para el desarrollo adecuado y eficiente de las políticas públicas. “En Venezuela el programa de Desarrollo de la Comunidad no es un programa más que ha sido añadido a los numerosos programas sociales y de fomento económico que se realizan en todo el ámbito nacional. Desde el comienzo se le consideró como un gran programa aglutinador, basado principalmente en la coordinación de todos los programas nacionales, estadales y locales que promueve el bienestar de la comunidad. Se pensó que a través de la participación activa de la comunidad en la solución de sus problemas, de la reorientación y capacitación del personal empleado, del pleno aprovechamiento de los recursos de las organizaciones no gubernamentales, se podrían lograr los objetivos principales del programa que son el cambio de actitudes, la mayor integración de las comunidades y un mayor rendimiento de los recursos financieros y técnicos asignados a los programas gubernamentales y, en definitiva, el mejoramiento de las condiciones de vida” (Cordiplan, 2do Plan de al Nación).
Un dato adicional es que el Plan 1963-66 contempló la vinculación de la Reforma Agraria con la estrategia programática de Desarrollo de la Comunidad; y también la continuación de actividades de entrenamiento de personal en el desarrollo comunitario tanto a nivel talleres en centros urbanos y rurales, así como en el ámbito de cursos de postgrado en el Centro de Estudios de Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central de Venezuela.
C. El Tercer Plan de la Nación 1965-1968. Capítulo XX. Desarrollo de la Comunidad
El Plan para el lapso 1965-68 fue una continuación y mejoramiento de la visión, objetivos y propósitos fundamentales de los dos planes anteriores.
El propósito central del 3er Plan fue impulsar la gradual tecnificación del programa de Desarrollo de la Comunidad, mediante la sistematización de sus contenidos, la calificación de recursos humanos y la institucionalización de mecanismos de coordinación y acción de los entes vinculados a la estrategia.
La sistematización abarcó fundamentalmente los programas de Edificaciones Escolares Rurales; de Vivienda Rural, de la División de Malariología; de Saneamiento Ambiental del Ministerio de Sanidad y el de formación de personal en el área de desarrollo comunal. En este último programa destacó el esfuerzo emprendido por el Gobierno Nacional de la época; y de organismos multilaterales como el Fondo Especial de las Naciones Unidas, para lograr la consolidación del Centro Nacional de Entrenamiento e Investigación Aplicada para el Desarrollo Comunal.
El 3er Plan de la Nación contempló la consolidación de una instancia nacional para impulsar el programa de Desarrollo de la Comunidad en un esfuerzo combinado entre los sectores público y privado. Nos referimos al Consejo Nacional de Desarrollo de la Comunidad integrado por los ministerios de Educación, de Sanidad y Asistencia Social; de Agricultura y Cría; de Justicia; y del Trabajo; el Banco Obrero; el Consejo Venezolano del Niño, los institutos Agrario Nacional; Nacional de Nutrición; y Nacional Obras Sanitarias; el Consejo de Bienestar Rural Universidad de Oriente, el Instituto Venezolano de Acción Comunitaria (IVAC), la Federación de Instituciones Privadas de Asistencia Privada; el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela (CENDES); la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad y Fomento Municipal (FUNDACOMUN) la Asociación Nacional de Productores de Cemento, Caritas de Venezuela; la Corporación de Guayana; Acción de Venezuela; Asociación de Scouts; y CORDIPLAN.
D. El Cuarto Plan de la Nación 1969-1973. Capítulo VII. Desarrollo Social
Con el Plan 1970-74 el tema de la participación social toma otra vertiente de desarrollo. Esta vez vinculada a la política social y más específicamente aún referida a los sectores sociales marginados.
En efecto, la estrategia de Desarrollo de la Comunidad pasó de ser un programa que permite la acción coordinadora de otras políticas públicas; para convertirse en un elemento de lo que se considera en el 4to. Plan como una política de promoción popular. La promoción popular era vista como un conjunto de esfuerzos integrados y destinados a estimular transformaciones en el sistema socioeconómico y cultural que permitieran la incorporación y participación deliberada y consciente del hombre como sujeto de todos los procesos y fines el desarrollo. Dos objetivos fundamentales se concibieron alrededor de este concepto, a saber:
a. La incorporación de la población al proceso de producción y distribución de riquezas y disfrute de los beneficios de desarrollo; y,
b. La participación popular en las tareas de ejecución del desarrollo.
Aquí deseo destacar el segundo de los objetivos, porque suponía la participación popular en las tareas de organización, y ejecución del desarrollo, e implica un proceso de modificación y transformación de las actuales estructuras de decisión, a través de una toma de conciencia y organización de la población con el fin de facilitar y asegurar una auténtica y adecuada representación y participación de los sectores populares.
E. El Quinto Plan de la Nación 1973-1978. Parte D. Urbanización, Equipamiento y Programas para Áreas Marginales
Con el 5to Plan de la Nación, el concepto y las iniciativas vinculadas al tratamiento del tema de al participación ciudadana sufren otro cambio. En ese momento ya no consideradas como un canal para la inclusión de vastos sectores sociales en la resolución de sus problemas específicos, con un rol de protagonismo.
La visión del plan inmediatamente anterior, de utilizar la promoción popular como un medio de protagonismo de la población en la atención a sus problemas desaparece. De hecho el Plan 1973-1978 resaltó la cuestión del desarrollo de la comunidad en el marco de la atención a los sectores más vulnerables mediante la aplicación de medidas de intervención estatal fundamentalmente en el ámbito de la infraestructura.
En el contexto del 5to Plan, la propuesta central fue los denominados “Módulos de Servicios” que concentraban la coordinación de programas tales como: vialidad y urbanismo, reubicación, mejoramiento y autoconstrucción de viviendas y asistencia social.
E. El Sexto Plan de la Nación 1979-1984. Capítulo VIII. Organización Social y Participación
Los planteamientos y las propuestas de este plan implicaron un salto cualitativo trascendente en el tema de la participación ciudadana. De hecho, por primera vez en la historia del sistema político venezolano se colocó en el tapete el tema de la democracia participativa. En efecto, Plan 1979-84 tuvo “un principio rector básico (...) la consolidación de la democracia participativa, mediante la cual se persigue impulsar la presencia activa del pueblo en la preparación, toma y ejecución de decisiones, (subrayado nuestro) de modo que personas y organizaciones desarrollen responsablemente sus iniciativas, entreguen sus aportes y reciban una parte equitativa de los beneficios del producto social global”. (Cordiplan, 6to Plan de la Nación).
La posibilidad de impulsar en el país un nuevo modelo de gestión de políticas públicas sobre la base de la participación social es asomada con mayor claridad en el Plan 1981-85; sin considerar, en este momento, la posterior eficacia con que pudo ser realizada. Esta prescripción de democracia participativa tuvo los siguientes objetivos:
a. Mejorar y fortalecer los niveles de organización social de los distintos sectores de la población, con especial énfasis en los grupos de menores recursos.
b. Promover cambios de actitudes y valores en la sociedad venezolana, que conduzcan a una menor dependencia del paternalismo del Estado, a una mayor valorización de la organización social como instrumento de participación y de mejoramiento de las condiciones de vida de la población.
c. Realizar las modificaciones legales e institucionales necesarias para estimular, orientar y apoyar los procesos de organización social y participación, y para posibilitar la coordinación de los diversos programas dispersos en múltiples entidades oficiales.
d. Promover el crecimiento integral y planificado del cooperativismo para convertirlo en un instrumento eficiente del desarrollo social y económico del país.
Entre las estrategias y lineamientos estratégicos formulados en el 6to. Plan de la Nación destacan las siguientes:
- El aumento del nivel de organización social de la población. Aquí destacaba las responsabilidades asignadas a los siguientes organismos: FUNDACOMÚN; Instituto Agrario Nacional (IAN), y la Corporación de Mercadeo Agrícola (CMA) en el sector agrícola; así también la Fundación de Edificaciones Educativas (FEDE) y la Superintendencia de Protección al Consumidor. Un punto realmente importante fue la creación de Comités Populares para la participación en la realización de políticas vinculadas a la Vivienda con el patrocinio del INAVI y la articulación a las políticas sanitarias conjuntamente con el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Y también merece especial mención la propuesta de incorporación de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) en la cogestión de las políticas laborales.
- El cambio de actitudes y valores de la población; destinado al fortalecimiento de las organizaciones populares, mediante la participación de las organizaciones sociales en la fiscalización y administración de los servicios públicos, con miras a lograr su mejor funcionamiento.
- La realización de modificaciones legales e institucionales; que incluía la creación del Consejo Nacional para la Organización Social y la Participación como máxima instancia de coordinación entre los sectores públicos y privados, y como el principal ente promotor del proceso de participación.
- El desarrollo del cooperativismo; con la intención de incrementar el número y la calidad del movimiento cooperativista en Venezuela. En este aspecto merece la pena mencionar la creación de cooperativas escolares y la promoción de cooperativas de vivienda, servicios, transporte, ahorro y crédito consumo, producción agrícola y producción industrial.
F. El Séptimo Plan de la Nación 1984-1988. Capítulo V. Lineamientos de Acción
Así como en el plan anterior el tema de la participación social cobró un inusitado entusiasmo e incluso un replanteo de la democracia por su sentido participativo; el 7mo. Plan de la Nación le otorgó un tratamiento renovado, agregando la privatización de entes públicos.
En el Plan 1984-88, el tema de al participación ciudadana se le considera “no sólo como una propuesta de acción, sino también que propone una forma de organización para realizarla”. Bajo este concepto el tema de la participación social pudo ser identificado en dos componentes del plan:
a. Avance hacia una sociedad más justa; y,
b. Profundización de la democracia política.
En el componente Avance hacia una sociedad más justa, para la cuestión participativa se propone la creación de nuevas formas empresariales que democraticen la propiedad del capital y la gestión empresarial. Y más específicamente aún se sugiere el acceso de a una educación creativa y a una cultura participativa.
En el componente Profundización de la Democracia Política; se establecen como problemas básicos las distorsiones en el sistema de participación política y las modalidades excluyentes en la gestión empresarial. Plantea así mismo como lineamientos estratégicos: revitalizar la democracia, equilibrando mejor las relaciones de poder y creando sistemas de participación; democratizar las formas de propiedad y enfrentar los elementos de fragilidad de la democracia
En cuanto a los proyectos de acción referidos los lineamientos estratégicos en materia de la Profundización de la Democracia Política, el 7mo Plan propuso: la protección Ciudadana y la Defensa de la Nación; la Profundización de la Democracia Política; la Privatización de Empresas Públicas y el fortalecimiento de un Sistema Económico de Cooperación (SEC) entre el sectores público y privado.
G. El Octavo Plan de la Nación 1989-1994. Capítulos Compromisos Social, Crecimiento Sin Inflación, Cambio Institucional
El 8vo Plan de la Nación tuvo un desarrollo multisectorial del tema de la participación en la gestión gubernamental. El Gran Viraje como también se le conoció propuso como objetivo lograr una democracia moderna y eficiente, capaz de propiciar un ambiente para que las decisiones colectivas incorporen las voces de todos los afectados, generando una nueva cultura nacional de participación y concertación.
En el área de Compromiso Social, el Plan 1989-94, proponía el fortalecimiento de la red Institucional del Sector Social, mediante la promoción de la formación en gerencia social con énfasis en la atención a grupos vulnerables (mujeres, niños, ancianos e indígenas en pobreza extrema) y la gestión concertada de los servicios con el sector privado no-lucrativo o comercial y con la población organizada. Además consideró estratégico la promoción de la participación organizada mediante las siguientes acciones:
a. La creación de la Comisión Presidencial para el Enfrentamiento de la Pobreza y sus comisiones regionales como organismos para la concertación de la nueva estrategia social.
b. La creación y extensión de los centros de atención integral a la mujer.
c. El apoyo prioritario a la organización de las comunidades de bajos ingresos, en especial el sector femenino
d. Ampliación de la capacidad de gestión de las organizaciones de base de las comunidades.
e. Fortalecimiento del movimiento femenino nacional y de otras asociaciones no gubernamentales.
f. El impulso de la participación de las comunidades en los gobiernos locales.
En síntesis, en materia social se propuso como proyecto estratégico “el fortalecimiento institucional y promoción de la participación de la sociedad civil” mediante la ejecución de las siguientes operaciones:
Creación del Ministerio de Desarrollo Social y reformas el Ministerio del Trabajo
Creación de la Comisión Presidencial para el Enfrentamiento de la Pobreza
Creación el Consejo Nacional de la Mujer
Desarrollo de una red institucional del Estado para la política social
Fomento de la cooperación de la sociedad civil en la formulación y ejecución de los programas sociales.
En el plano económico se sugirió redefinir el ámbito empresarial del Estado mediante la transferencia de la propiedad empresas de carácter privado; y la transferencia de la gestión de empresas de servicios públicos lo cual significaba una nueva oportunidad para abrir espacios para la participación de sectores no estatales en la gestión económica.
Por último, en su componente referido al Cambio Institucional (Reforma del Estado) el tema de la participación también fue tratado con amplitud. Al respecto, deben destacarse los siguientes proyectos:
Impulso de la descentralización política y nuevas formas de organización social que garanticen mayor participación y representación. Esto incluía la elección directa de gobernadores y alcaldes; la elección uninominal de los representantes a los cuerpos deliberantes y el desarrollo de organizaciones autónomas de la comunidad.
Descentralización progresiva y coordinada de los servicios públicos a fin de aumentar su eficiencia y participación de la comunidad. Esto suponía transferencia de servicios hacia gobernadores y alcaldes y el aumento del control y la participación de comunidades en la gestión de los gobiernos locales.
Aumento de la autonomía, la imparcialidad y la tecnificación de la administración de justicia, y la cultura jurídica ciudadana. Esto implicaba el desarrollo de un sistema de asistencia jurídica ciudadana, la creación de una jurisdicción de paz y el desarrollo de programas de formación ciudadana.
H. El Programa de Estabilización y Recuperación Económica 1994. Capítulo 8. La estrategia de Acción Social. El Noveno Plan de la Nación 1995. La Agenda Venezuela
El Programa de Estabilización y Recuperación Económica elaborado en el ejercicio fiscal de 1994 contenía como orientación de la política social propuesta, la elevación de la capacidad de organización de la sociedad civil destinada a su vez, a incrementar las capacidades de la población más desasistida para apropiarse del producto social. Esta visión estratégica de nuevo centró la cuestión de la participación ciudadana en el ámbito de la asistencia económica y social bajo un llamado a la solidaridad; a la vez que sugería dentro de la optimización de los mecanismos de distribución del gasto público la implementación de la “planificación participativa” a través de organismos gubernamentales como el INCE, el Ministerio de la Familia, FUNDACOMUN y también la incorporación de las organizaciones no gubernamentales que paulatinamente ganaban espacios como un agente activo al menos en la formulación de las políticas públicas.
Entre las acciones más significativas contenidas este documento previo al 9no Plan de la Nación; deben mencionarse:
- El proyecto de alimentación y salud que comprendía entre otros a la beca alimentaria, el bono lácteo el bono de cereales, la distribución de útiles y uniformes escolares y sobre todo los multihogares para la atención integral del niño, mediante la organización comunitaria; el Programa Alimentario Materno Infantil (PAMI) para la organización y acceso de las madres y menores a la salud y nutrición.
- La economía solidaria que contemplaba entre otras acciones, el programa de promoción de organizaciones mediante la asistencia técnica y la promoción por parte de ONG´s para el fortalecimiento y creación de organizaciones de la comunidad, orientadas a actividades productivas, mediante la gestión de CORPOINDUSTRIA.
- El impulso de actividades dirigidas al impulso y fortalecimiento de asociaciones de civiles dirigidas al desarrollo del abastecimiento y economía populares.
El 9no Plan de la Nación continuó la inclusión del tema de la participación social en sus diversos componentes. Al respecto, se deben mencionar sus contenidos temáticos referidos a los sectores social educativo ambiental e institucional. Veamos.
En materia social el Plan diseñado en 1995 bajo el paradigma de la solidaridad suponía que “la participación es la condición necesaria para la concreción de la libertad en el desarrollo del proyecto de país, ella implica el trabajo productivo creador y la apropiación del ámbito de la toma de decisiones para convivencia colectiva”
Entre los objetivos propuestos destacó la organización participación y gestión local vinculada a la descentralización y a un sector social específico como lo constituye la juventud. La organización y gestión de la sociedad civil fue percibidas como una estrategia que atravesaba transversalmente todos los sectores del 9no Plan. En síntesis, la participación de fue estimada como principio, medio y fin de la política social.
Dentro de este marco destacaban los programas vinculados al desarrollo económico basado en las empresas asociaciones el apoyo a las denominadas formas asociativas de los trabajadores que incluían la flexibilización de la propiedad; y por otra parte, la ejecución de programas de formación y capacitación para el desarrollo de una economía solidaria.
En el sector educativo se planteó el fortalecimiento de la participación de las comunidades en la gestión de las agencias educacionales así como el carácter participativo de la educación oficial y privada. Muy ligado al punto inmediatamente anterior y en materia ambiental, se planteó el impulso de la educación ambiental para alcanzar un desarrollo sustentable; otorgándole, en este campo, un papel relevante a las organizaciones no gubernamentales de orden ambientalista.
En el aspecto político el Plan de 1995 consideró entre otras innovaciones:
La reforma del sistema electoral y de la Ley del Sufragio impulsando la uninominalidad y modificando los mecanismos de designación de los directivos del Consejo Supremo Electoral.
La introducción de la figura del referendum en sus diferentes modalidades aprobatorio, revocatorio, abrogatorio y consultivo como una nueva forma de participación complementaria a la representación.
La creación de la figura del Primer Ministro; de libre nombramiento y remoción del Presidente de la República.
Cabe agregar, que la descentralización fue considerada como un medio estratégico, para lograr una participación de la sociedad civil en los asuntos públicos. Para finalizar, el 9no Plan proponía que: “el Estado venezolano tendrá que abandonar la actitud paternalista y asistencialista que ha tenido en los últimos años, creando canales de participación para que los ciudadanos asuman un rol protagónico en la solución de sus problemas, asumiendo un papel más activo como sujetos de desarrollo”. (Cordiplan, 9no Plan de al Nación)
Por último, la Agenda Venezuela constituyó un nuevo documento técnico que esbozó los principales lineamientos de acción de este período gubernamental. Cabe destacar la concreción de la participación de la sociedad organizada y de las comunidades en la ejecución de varios programas sociales que incluía dicha agenda.
En una próxima entrega presentaré algunos precedentes institucionales sobre los mecanismos de participación ciudadana impulsados entre 1958 y 1998.
lunes, julio 10, 2006
PRIMARIAS
De nuevo, la oposición se encuentra en una situación definitoria y trascendente: la realización de unas elecciones primarias para elegir un candidato presidencial unitario. El resultado de este evento -de realizarse bajo “circunstancias normales”-, pareciera ser previsible. No así las consecuencias de ese resultado para cada uno de los actores políticos y sociales involucrados en el mismo.
Julio Borges (Primero Justicia) y Manuel Rosales (Un Nuevo Tiempo) se presentan como las opciones de mayor arraigo y arrastre popular. El joven candidato opositor Julio Borges (un moderado de centro-derecha), tiene un año recorriendo el país con un mensaje claramente democrático y alternativo a las políticas oficialistas. Borges, además, inició su campaña electoral enfrentando duras críticas del sector abstencionista de la propia oposición. Por su parte, el Gobernador Rosales (un político de tendencia social-demócrata), posee un comprobado liderazgo regional, y además una obra de gobierno que mostrar, desde el poderoso estado Zulia.
Otro factor que favorece a estos candidatos es que poseen una amplia proyección nacional y con mayores recursos que el resto de sus competidores. Y en efecto, tanto la muy distinguida Cecilia Sosa (ex-Presidente de la Corte Suprema de Justicia), Sergio Omar Calderón (representante de la democracia cristiana), William Ojeda (líder del partido Un Solo Pueblo), Pablo Medina (dirigente popular de izquierda), Froilán Barrios (líder sindical), Vicente Brito (liberal y líder empresarial) y Enrique Tejera París (ex-militante de Acción Democrática y con una amplia experiencia gubernamental) no parecieran reunir los recursos políticos y organizativos para afrontar con éxito en seis semanas a los abanderados de los partidos Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo. De este grupo de ilustres venezolanos, Sergio Omar Calderón, pudiera contribuir con su participación a revitalizar a su partido COPEI; lo cual significaría un decidido aporte al fortalecimiento de las fuerzas democráticas. William Ojeda; por su parte, consolidaría su liderazgo y su proyección en todo el país como uno de sus nuevos líderes emergentes.
Inicialmente, importantes e insustituibles organizaciones y personalidades se eximieron de participar directamente en este evento. La otrora poderosa Acción Democrática, ahora perdida en el limbo de la propuesta abstencionista, es uno e esos factores ausentes. ¿Hacia dónde irán los votos de sus militantes, en caso de que decidan participar? ¿Migraran hacia la candidatura del Gobernador Rosales, de la Dra. Cecilia Sosa o del Dr. Tejera París?
El caso de Roberto Smith, es un tanto diferente. Smith (Ministro de Comunicaciones durante el segundo gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez), desde un principio anunció el perfil de su candidatura: “ni de la oposición, ni del gobierno”. Y en ese sentido, ha presentado su candidatura con una amplia gama de propósitos que van desde convertir a Venezuela en un país del primer mundo hasta realizar un nuevo proceso constituyente. En síntesis, la participación de Roberto Smith como candidato presidencial no parece depender de las primarias.
La posición de Teodoro Petkoff es difícil y singular. Petkoff nadando contra la corriente, y pagando el costo de mantener una posición coherente con acuerdos establecidos a principios de Junio con las asociaciones civiles “Súmate”, “Queremos Elegir” y el Grupo “La Colina”; así como con Manuel Rosales, Julio Borges y otros candidatos presidenciales, decidió no participar en las primarias. Algunos sectores de la derecha opositora más ramplona, han querido sacrificar a Teodoro manipulando sus declaraciones y acusándolo de cualquier cantidad de barbaridades. Craso error.
De las declaraciones de Teodoro Petkoff tan sólo puede inferirse la posición (perfectamente legítima además) de un candidato reclamando honestidad y lealtad con los compromisos adquiridos para adelantar y alcanzar una candidatura unitaria. ¿Y es qué acaso resulta oprobioso exigir el cumplimiento de la palabra empeñada? En todo caso, en las declaraciones de este candidato, quedó claro su compromiso con la unidad electoral de la oposición.
La Asociación Civil “Súmate”, con la realización de las primarias, quizás vaya a su última actividad pública; antes de constituirse como un nuevo partido político. Esta agrupación cívica se ha ganado el honor de padecer la persecución oficial por desarrollar una actividad en defensa de los derechos democráticos. Sin embargo, con esa perspectiva, Súmate adoptó una posición favorable a la abstención y a la desmovilización ciudadana en las elecciones parlamentarias del año pasado. El resultado de esa estrategia la conoce y sufre toda la población venezolana: una Asamblea Nacional con un perfil totalitario.
En esta oportunidad empero, promover la política de la abstención a través de las primarias, no será tan fácil. En primer lugar, ni Manuel Rosales ni Julio Borges, ni otros cinco aspirantes aceptaron la imposición de las “condiciones técnicas” propuestas por Súmate. En segundo lugar, gran parte del operativo comicial dependerá de la participación de los amigos y militantes de los propios candidatos, y también de un voluntariado independiente con lo cual se dificultará el establecimiento de hegemonías y manipulaciones que desde ya se presumen. En tercer lugar, un candidato electo por medio de una votación popular no tendría que supeditarse a la visión o los intereses de una agrupación por “muy técnica o inmaculada” que sea. Pero además, resultaría realmente perjudicial, embaucar a miles de personas con la promesa de elegir a un candidato presidencial unitario, para luego obligarlo a renunciar, ¿no les parece?
Otra cosa son los niveles de pulcritud, responsabilidad y transparencia que las primarias deben demostrar. Su organización, realización y resultados deben ser intachables. No es poco lo que se pone en juego. De igual forma, los organizadores deben estar preparados para las provocaciones que pueda intentar el oficialismo para evitar la realización exitosa de este evento. En ese lado, conocen la diferencia entre una oposición activa y otra desmovilizada.
Un punto adicional es que la descalificación permanente emprendida por algunos comentaristas contra ciertos candidatos, tendría que cesar. Y es que, en realidad las opiniones descalificadoras emitidas contra todo aquel personaje que no coincida con la apreciación de afamados comunicadores, ofenden a la inteligencia. Y así, entre comercial y comercial, se tilda de mendigos a aquellos candidatos que acudieron ante las autoridades electorales o se insinúa que algunos pueden estar recibiendo financiamiento por parte del gobierno nacional.
Llegó pues la hora de las primarias. No más engaños. La democracia se defiende con más democracia. El presente es de lucha, el futuro nos pertenece a todos.
Julio Borges (Primero Justicia) y Manuel Rosales (Un Nuevo Tiempo) se presentan como las opciones de mayor arraigo y arrastre popular. El joven candidato opositor Julio Borges (un moderado de centro-derecha), tiene un año recorriendo el país con un mensaje claramente democrático y alternativo a las políticas oficialistas. Borges, además, inició su campaña electoral enfrentando duras críticas del sector abstencionista de la propia oposición. Por su parte, el Gobernador Rosales (un político de tendencia social-demócrata), posee un comprobado liderazgo regional, y además una obra de gobierno que mostrar, desde el poderoso estado Zulia.
Otro factor que favorece a estos candidatos es que poseen una amplia proyección nacional y con mayores recursos que el resto de sus competidores. Y en efecto, tanto la muy distinguida Cecilia Sosa (ex-Presidente de la Corte Suprema de Justicia), Sergio Omar Calderón (representante de la democracia cristiana), William Ojeda (líder del partido Un Solo Pueblo), Pablo Medina (dirigente popular de izquierda), Froilán Barrios (líder sindical), Vicente Brito (liberal y líder empresarial) y Enrique Tejera París (ex-militante de Acción Democrática y con una amplia experiencia gubernamental) no parecieran reunir los recursos políticos y organizativos para afrontar con éxito en seis semanas a los abanderados de los partidos Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo. De este grupo de ilustres venezolanos, Sergio Omar Calderón, pudiera contribuir con su participación a revitalizar a su partido COPEI; lo cual significaría un decidido aporte al fortalecimiento de las fuerzas democráticas. William Ojeda; por su parte, consolidaría su liderazgo y su proyección en todo el país como uno de sus nuevos líderes emergentes.
Inicialmente, importantes e insustituibles organizaciones y personalidades se eximieron de participar directamente en este evento. La otrora poderosa Acción Democrática, ahora perdida en el limbo de la propuesta abstencionista, es uno e esos factores ausentes. ¿Hacia dónde irán los votos de sus militantes, en caso de que decidan participar? ¿Migraran hacia la candidatura del Gobernador Rosales, de la Dra. Cecilia Sosa o del Dr. Tejera París?
El caso de Roberto Smith, es un tanto diferente. Smith (Ministro de Comunicaciones durante el segundo gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez), desde un principio anunció el perfil de su candidatura: “ni de la oposición, ni del gobierno”. Y en ese sentido, ha presentado su candidatura con una amplia gama de propósitos que van desde convertir a Venezuela en un país del primer mundo hasta realizar un nuevo proceso constituyente. En síntesis, la participación de Roberto Smith como candidato presidencial no parece depender de las primarias.
La posición de Teodoro Petkoff es difícil y singular. Petkoff nadando contra la corriente, y pagando el costo de mantener una posición coherente con acuerdos establecidos a principios de Junio con las asociaciones civiles “Súmate”, “Queremos Elegir” y el Grupo “La Colina”; así como con Manuel Rosales, Julio Borges y otros candidatos presidenciales, decidió no participar en las primarias. Algunos sectores de la derecha opositora más ramplona, han querido sacrificar a Teodoro manipulando sus declaraciones y acusándolo de cualquier cantidad de barbaridades. Craso error.
De las declaraciones de Teodoro Petkoff tan sólo puede inferirse la posición (perfectamente legítima además) de un candidato reclamando honestidad y lealtad con los compromisos adquiridos para adelantar y alcanzar una candidatura unitaria. ¿Y es qué acaso resulta oprobioso exigir el cumplimiento de la palabra empeñada? En todo caso, en las declaraciones de este candidato, quedó claro su compromiso con la unidad electoral de la oposición.
La Asociación Civil “Súmate”, con la realización de las primarias, quizás vaya a su última actividad pública; antes de constituirse como un nuevo partido político. Esta agrupación cívica se ha ganado el honor de padecer la persecución oficial por desarrollar una actividad en defensa de los derechos democráticos. Sin embargo, con esa perspectiva, Súmate adoptó una posición favorable a la abstención y a la desmovilización ciudadana en las elecciones parlamentarias del año pasado. El resultado de esa estrategia la conoce y sufre toda la población venezolana: una Asamblea Nacional con un perfil totalitario.
En esta oportunidad empero, promover la política de la abstención a través de las primarias, no será tan fácil. En primer lugar, ni Manuel Rosales ni Julio Borges, ni otros cinco aspirantes aceptaron la imposición de las “condiciones técnicas” propuestas por Súmate. En segundo lugar, gran parte del operativo comicial dependerá de la participación de los amigos y militantes de los propios candidatos, y también de un voluntariado independiente con lo cual se dificultará el establecimiento de hegemonías y manipulaciones que desde ya se presumen. En tercer lugar, un candidato electo por medio de una votación popular no tendría que supeditarse a la visión o los intereses de una agrupación por “muy técnica o inmaculada” que sea. Pero además, resultaría realmente perjudicial, embaucar a miles de personas con la promesa de elegir a un candidato presidencial unitario, para luego obligarlo a renunciar, ¿no les parece?
Otra cosa son los niveles de pulcritud, responsabilidad y transparencia que las primarias deben demostrar. Su organización, realización y resultados deben ser intachables. No es poco lo que se pone en juego. De igual forma, los organizadores deben estar preparados para las provocaciones que pueda intentar el oficialismo para evitar la realización exitosa de este evento. En ese lado, conocen la diferencia entre una oposición activa y otra desmovilizada.
Un punto adicional es que la descalificación permanente emprendida por algunos comentaristas contra ciertos candidatos, tendría que cesar. Y es que, en realidad las opiniones descalificadoras emitidas contra todo aquel personaje que no coincida con la apreciación de afamados comunicadores, ofenden a la inteligencia. Y así, entre comercial y comercial, se tilda de mendigos a aquellos candidatos que acudieron ante las autoridades electorales o se insinúa que algunos pueden estar recibiendo financiamiento por parte del gobierno nacional.
Llegó pues la hora de las primarias. No más engaños. La democracia se defiende con más democracia. El presente es de lucha, el futuro nos pertenece a todos.
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