En el deporte como en la vida no
se puede ganar todo siempre. Hay momentos buenos, regulares y malos, lo importante
es sacar provecho o alguna enseñanza de ellos. Ahora bien, y al margen de cualquier
consideración cuasi-filosófica a nadie le gusta perder y menos en la actividad
lúdica de su preferencia. El caso es que
el FC Barcelona perdió –y de manera escandalosa- en los octavos de final de la “Champions
League Europea” e indudablemente que eso nos duele e entristece a todos los seguidores
de ese club de fútbol. Además una derrota así, por goleada (4-0 y que pude ser
más abultada), y con barrida adicional nos va a generar a todos los
barcelonistas malos sueños por un tiempo. ¿Pero qué pasó?
No soy experto en el fútbol, solamente
soy uno de los tantos, uno más de los millones de aficionados que semana a
semana, intenta disfrutar de un buen partido de fútbol con Lionel Messi (el
mejor del mundo), con Neymar Jr. (el heredero posible), con Luis Suárez (el
mejor nueve), con Andrés Iniesta (el genio del medio campo), con Sergio Busquets
(el mejor en su posición), con el talento de Gerad Piqué (gran defensa central),
con la velocidad de Jordi Alba, con Javier Mascherano (el sempiterno salvador) y
con todo el resto de la muchachada del equipo culé con sus bajas y sus altas. En tal sentido, me atreveré a expresar cuatro
(4) breves consideraciones más que sobre lo sucedido en Paris; sobre lo que he
venido observando como espectador esta temporada, y que me parece importante.
1.- El FC Barcelona no se preparó
para la transición futbolística que atraviesa. Parece mentira, pero sí, hay que
recordar que este año llegaron al club hasta seis (6) jugadores que aún tienen que
adaptarse a la filosofía de juego del equipo. Con esas incorporaciones (y la
salida de ciertos hombres clave como Dani Alves) el FC Barcelona cambió, es otro
equipo diferente a los anteriores, es un conjunto que se encuentra en búsqueda
y redefinición; y por ende, su eficacia en el juego y en los resultados son afectados.
2.- El FC Barcelona menospreció a
su propia cantera. Y esto duele un poco decirlo, pero los hechos así lo
demuestran. Munir, Samper y hasta Halilovic (por mencionar tan sólo 3 casos
relevantes), merecían un mejor tratamiento del club. Así el estilo de “juego-Barca”
se difuminó de manera progresiva porque el relevo de la cantera no llegó, o fue
simplemente cortado de manera abrupta. O quizás peor sería que la cantera-Barca
ya no existe o se agotó temporalmente.
3.- Hubo inocencia (o baja prospectiva), en los
fichajes efectuados. El medio campo del equipo (su nudo estratégico) no fue tratado
o analizado de manera pertinente, por ejemplo (quizás se pensó que Iniesta y
Busquets son eternos). Otro caso, fue la posición de lateral derecho, que se
convirtió en un verdadero cangrejo para el equipo y su dirección técnica. De
paso, cualquier lector que haga una lista de los presuntos fichajes anunciados
por el FC Barcelona podría sacar hasta tres (3) plantillas diferentes. Muchos
anuncios, muchas especulaciones pero poca eficacia.
4.- Finalmente, el FC Barcelona
debe evaluar su estilo de juego (sin temor a renovarlo, ni a perder identidad).
El equipo “culé” y su filosofía de juego han sido estudiados y re-estudiados
por sus rivales tanto en España como en Europa. Habría examinar estrategias y
tácticas de juego, creo que la innovación aún es posible en el fútbol
profesional de alto rendimiento. Mis amigos del FC Barcelona, actualmente su
juego es predecible y por lo tanto, es
frágil.
Por supuesto, hay otros factores que
han sido determinantes en el desarrollo incierto que ha caracterizado al
Barcelona esta temporada: el cansancio físico, el largo calendario competitivo,
las lesiones propias del juego y hasta las decisiones arbitrales encontradas. Además,
aún saliendo de la Champions League, le quedan la Copa del Rey y la Liga. Así
que aprovecho la debacle de ParÍs, para expresar estas preocupaciones futboleras,
tal vez intranscendentes. La catarsis no es mala, sobre todo si nos desagrada una
derrota del mejor equipo del mundo.
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