domingo, enero 07, 2018

El día D Hausmann



No pasó desapercibido en las redes sociales, el artículo escrito por el profesor Ricardo Hausmann titulado: “El día D para Venezuela”. El artículo nos presenta la angustiosa percepción del catedrático venezolano sobre la crisis que padece el país, en el que se propone como solución posible la eventual destitución del presidente Maduro; por parte de la Asamblea Nacional con la intervención y apoyo posterior de una fuerza militar extranjera, que el autor justifica citando las experiencias de intervención de alianzas militares internacionales practicadas en Europa, entre los años 1940 y 1944.
En realidad, la solución del profesor Hausmann genera una buena cantidad de interrogantes sobre su viabilidad y credibilidad; bajo las actuales circunstancias. Veamos algunas de ellas: ¿Estaría dispuesta la Asamblea Nacional a saltarse la Constitución Nacional que tanto ha defendido y asumir funciones que no le corresponden?, ¿Tendría capacidad el presidente Trump de convencer al Congreso de los Estados Unidos de intervenir de manera armada en Venezuela y, para conseguir los fondos para una acción de esa naturaleza?, ¿Cuáles países estarían dispuestos a formar una alianza militar para intervenir a Venezuela?, ¿Cuáles países latinoamericanos prestarían su territorio para la ubicación de las bases militares necesarias para realizar la intervención?, ¿Y po cuánto tiempo se estima la duración de esa intervención? ¿Permanecerían China, Rusia e Irán impasibles ante la intervención militar propuesta?, ¿Y cómo responder a las posiciones de apoyo al régimen de Maduro, que seguramente harían países como Bolivia, Cuba y Nicaragua en organismos como la OEA y la CIDH?, ¿Y cuál sería la posición de organismos internacionales como la OEA y CIDH frente a una invasión militar en Venezuela?, ¿Pero acaso no representa el sueño dorado de un régimen autoritario como el de Maduro, que el “imperio” lo ataque e intente derrocarlo? ¿Además esa supuesta intervención no funcionaría como un elemento cohesionador del “chavismo”? Y finalmente y, por encima de todo, ¿tendría aceptación popular una escalada militar extranjera en Venezuela?
Al margen de las respuestas que podamos dar a las interrogantes planteadas; quizás lo más importante de la propuesta del autor es que nos indica la profunda preocupación y desazón que existe en todos los ámbitos de ciertas élites internacionales sobre la tragedia que padece Venezuela y, sobre la incapacidad e ineficacia política demostradas -hasta ahora-, por sus propios ciudadanos por resolverla. Cabe agregar que, en la práctica, nuestro país se ha convertido en un “territorio con soberanía limitada”; pues viene siendo objeto de diversas intervenciones diplomáticas y económicas; tanto a favor de un cambio democrático como por el contrario, en favor de mantener el “status quo”.  
La idea de una salida bélica -como estrategia alternativa frente al actual gobierno- no es novedosa, al menos, en el mundo virtual de las redes sociales y donde suele ser un tema de tratamiento diario. En la realidad, la política en Venezuela ha sido violenta durante los últimos años: segregación y exclusión, persecución y detenciones arbitrarias, protestas masivas y muertes de manifestantes han caracterizado su tesitura. Así mismo, otras formas de violencia política también han sido utilizadas como lo son: los reiterados intentos de imponer una neo-lengua revolucionaria, la censura y la manipulación informativa.
En ese contexto político y, como otro de los legados del “chavismo han venido emergiendo nuevas posiciones políticas extremistas y neo-autoritarias (auto-denominadas “resistencia”), que con base a la descalificación del voto, del diálogo y de la negociación intentan ganar algún espacio político. Esa posición extremista (enemigos declarados del centro político democrático) viene operando con base a una oferta discursiva limitada a 4 puntos; a saber: la abstención, la calle sin retorno, el golpe cívico-militar y la intervención militar extranjera. En ese enfoque de la resistencia, cualquier opción de cambio democrático está descartada.  
No afirmo que el profesor Hausmann avale a ese nuevo tipo de autoritarismo venezolano. Pero sí me parece que el distinguido académico fue alcanzado, al final por ese “imaginario criollo” de la salida mágica, militar y caudillista; ahora representada en una alianza militar internacional. La crisis venezolana es terrible, todos los que vivimos aquí la padecemos a diario en mayor o menor medida y, también la han padecido los cientos de miles de compatriotas que han huido del país. ¿Constituye la muerte, la guerra civil  como la única esperanza que desde el exterior se le puede ofrecer a los venezolanos?
En mi opinión, la única opción viable para construir y avanzar hacia una posibilidad de cambio democrático y ciudadano la representa el fortalecimiento de la unidad democrática, que logre despolarizar a la sociedad venezolana y que presente un discurso creíble de las metas y propósitos que se desean alcanzar. Reconstruir el tejido socio-político que brindó victorias y avances a los sectores democráticos como quedó demostrado en las elecciones de los años 2013, 2015 y 2017 es la estrategia a seguir. Hay que cambiar el imaginario popular-militarista.
Agradezco la preocupación del profesor Hausmann, de paso está en su derecho. Pero la hubiera  agradecido mucho más, si su propuesta estuviera mejor focalizada.

Saludos cordiales


@migonzalezm 

2018: a esperar un año para el final de Games of Thrones

La cadena televisiva HBO anunció recientemente y, de manera oficial que el estreno de la octava y última temporada de la mundialmente conocida y aclamada serie “Game of Thrones” (GOT), se estrenará en el año 2019. Por ende, los seguidores de la saga tendremos que esperar quizás más de un año para disfrutar de sus seis episodios finales. Sin embargo, lo que probablemente suceda es que el tan esperado desenlace se conozca mucho antes de la fecha pautada, para su estreno definitivo.
En realidad y, como ocurre con otras series; pero muy especialmente con GOT, la red informal de críticos y comentaristas logren conseguir y publicar información referida al contenido de los capítulos de la octava y última entrega de la serie. Va a ser muy difícil que, la empresa productora HBO -pese al conjunto y variado menú de medidas de seguridad alrededor de los guiones y filmaciones-, logre controlar de manera eficiente las posibles filtraciones y “spoilers”.
Ya ha ocurrido en temporadas pasadas (la 7ma temporada; por ejemplo) que se difundieran a través de las redes sociales escenas y adelantos de algunos de sus capítulos. Y es que difundir  “spoilers” sobre series famosas se ha convertido en un negocio lucrativo para algunos “youtubers”, que de paso compiten entre sí, para obtener un mayor número de seguidores en sus respectivos canales. Así que, luce complicado que al menos, no se conozcan las líneas maestras de los capítulos restantes.
El tema de la preservación de los detalles culminantes de la octava temporada resultan relevantes, porque ya la mayoría de la audiencia presupone su desenlace. Por ejemplo, el resultado del  enfrentamiento entre el “Rey de la Noche”,  sus caminantes blancos contra la alianza encabezada por la nueva pareja real que conformarían Daenerys Targaryen y Jon Snow (o si prefieren Aegon Targaryen), se da por descontado. Al igual que, el destino de Cersei Lannister y hasta de sus hermanos Jaime y Tyrion.
Desde hace un tiempo, George RR Martin (creador de toda la historia) advirtió que la serie tendría un final agridulce; afirmación que suena lógica por la multitud de personajes y de tramas y sub-tramas enfrentadas que han estado presentes en el desarrollo de GOT, a lo largo en sus siete temporadas anteriores. Sobre ese final agridulce hay diversas especulaciones que se concentran en la posible muerte o no, de Jon Snow, personaje construido  y convertido progresivamente como la figura central de la trama televisiva.
Pienso que, el final agridulce será dosificado. En otras palabras, tendrá sus partes o segmentos. Por ejemplo, una parte dulce correspondería a la unión de Daenerys y Jon (ocurrida al final de la 7ma temporada), y otra parte dulce, sería la victoria de los vivos contra los muertos; incluyendo al Rey de la Noche. Las partes agrias del final serían el deceso de Jon Snow (¿y su lobo huargo Ghost?), y la pérdida de algún otro personaje secundario; pero querido por los “fanseries”.
Cabe agregar que, la mayoría de las familias de la saga GOT están casi extintas. Los Baratheon, los Lannister, los Stark, han visto mutiladas sus posibilidades de procreación. Otras casas como los  Frey, los Tyrell y los Martell también han sucumbido; es decir, una verdadera masacre. Y esto también forma parte de ese final pronosticado como agridulce. Entre tanta disputa por el poder, un final feliz supondría el exterminio de alguno de los bandos en pugna. Y ese final sería moralmente inapropiado.
El mundo medieval creado y extraordinariamente narrado por George RR Martin nos presenta la vieja lucha entre el bien y el mal, en un contexto épico donde el terror y la opresión a la que son sometidas en mayor o menor grados sus personajes, es el hilo conductor de la obra. ¿Cómo entonces, no podría ser agridulce el final de esta serie?
Volveré a escribir sobre esta serie fantástica que me agrada. Tenemos más un año para hacerlo.
Saludos a tod@s
@migonzalezm