El eje central del cambio
político en Venezuela, lo constituye la participación de sus ciudadanos. Sin ella,
las posibilidades de superación de las condiciones actuales de opresión y
subdesarrollo vigentes en el país serán muy lentas y, hasta poco viables. A las
fuerzas democráticas les corresponde crear y promover los mecanismos políticos
y programáticos que favorezcan la participación de todos los ciudadanos que
aspiramos al cambio, que lleve al país al sendero del desarrollo y de la
prosperidad en un marco democrático, plural y responsable. No cabe duda: el
Plan País es la herramienta apropiada para ello.
Durante los últimos años, el
Ejecutivo Nacional ha coartado y tergiversado el ejercicio libre de la
participación de la sociedad mediante la cooptación y control de sus organizaciones,
por medio de la imposición de la confrontación social y de un modelo único de
organización comunitaria y con el establecimiento de restricciones burocráticas
a la actividad asociativa. Así, el régimen ha logrado la vulneración de la
autonomía y la capacidad de decisión de las organizaciones ciudadanas; su exclusión
y segregación por aspectos ideológicos o partidistas y, su progresiva
atomización y dispersión.
El pasado 4 de septiembre y,
por iniciativa conjunta entre la Comisión del Poder Popular y Medios de
Comunicación Social de la Asamblea Nacional, la Comisión del Plan País y un
grupo de organizaciones sociales se realizó una jornada de trabajo para abordar
el tema de la Participación Ciudadana en el marco del Plan País. En dicho
evento se instalaron cinco mesas para trabajar los objetivos y lineamientos de
acción en cuanto al derecho a la organización autónoma de los ciudadanos, a la
participación vecinal en el gobierno, en sus aportes para la construcción de
municipios más democráticos y, en el reforzamiento del ejercicio de los
derechos económicos y la promoción de la cultura de paz.
La ejecución de esta actividad
bajo los auspicios de la Asamblea Nacional tuvo un significado ciudadano
relevante y especial; pues rescató para la visión democrática del país la
defensa de un derecho humano como lo es el de la participación. La reconstrucción de la democracia venezolana requiere de
asociaciones ciudadanas fuertes, conscientes de sus derechos y
responsabilidades, incluyentes y propositivas y supervisoras de lo público en
el marco de la ley.
El 4
de septiembre se abrió la oportunidad de construir unos lineamientos de
política para guiar la acción de un gobierno que genere espacios para la
participación y, por ende, contribuya a la construcción de la democracia que
aspiramos todos los venezolanos, una democracia de derechos, un democracia de
ciudadanos.
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