Miguel González Marregot señala que las alcaldías quedan disminuidas con ejecución recursos a partir de las consultas populares
por Efecto
Cocuyo | @efectococuyo25 octubre, 2025 4:00 pm
Maduro convocó la cuarta consulta popular para el 23
de noviembre
La cuarta consulta popular 2025 para
someter a votación los proyectos comunitarios postulados por los Consejos
Comunales, en 5.338 circuitos comunales diseñados, fue convocada por el líder
chavista, Nicolás Maduro, para el domingo 23 de noviembre. 
Durante un recorrido por la “Base de Misiones
Socialistas Comuna Las 8 Raíces de Mecedores», en la parroquia La
Pastora,  el pasado lunes 20 de octubre, Maduro también prometió que desde
ese mismo día se comenzarían a entregar 20.808 obras ya
escogidas por las comunidades en procesos anteriores. 
El especialista en Gerencia Pública, Miguel González
Marregot,  advierte que ante la imposibilidad de auditar la votación que
obtuvo cada proyecto, así como la cantidad de recursos destinados, su
administración y la ejecución real de las obras, la iniciativa de las consultas
populares carece de la transparencia necesaria para medir el
impacto general en la población. 
González Marregot señala que las consultas populares
son parte de los derechos a la participación que están contemplados en la
Constitución nacional  y están vinculadas a distintos ámbitos de la
actividad pública como son los asuntos político electorales, gestión de
territorio o la  gestión de los gobiernos locales. En teoría, indica, lo
que se apruebe en esas consultas debe tener impacto en las comunidades donde se
aplique.
Mecanismo con opacidades 
“En nuestro país un medio de participación bastante
exitoso ha sido el presupuesto participativo vinculado al municipio y a
los Consejos Locales de Planificación Pública. Pero en el caso de
las consultas impulsadas desde el gobierno central adolecen de la transparencia
necesaria para medir su impacto general. Llama la atención la forma o el
proceso que usa para someter a posterior consulta popular un conjunto de obras
en todo el país, es un mecanismo con opacidades y la cuestión programática y la
viabilidad técnica parecen ser omitidas por completo”, señaló González
Marregot.
El también profesor universitario en el área de
gobierno y participación ciudadana agregó que la falta de cifras oficiales o la
poca confiabilidad de los números que se ofrecen desde el Ejecutivo
obstaculizan cualquier estudio independiente y académico sobre el alcance de
las consultas populares. 
El artículo 70 de la Carta Magna contempla
expresamente la consulta popular como uno de los medios “de participación y
protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político”. 
Desde Miraflores se comenzó a ejecutar este tipo de
elección el 21 de abril de 2024, fecha de la primera consulta, como parte del
transitar hacia la consolidación del Estado Comunal en Venezuela, con el diseño
de los llamados circuitos comunales, una nueva distribución geográfica que
agrupa a Comunas y Consejos Comunales. También se habilitó el voto para mayores
de 15 años. 
La primera consulta popular de 2025, se hizo el 2 de
febrero con 36.000 proyectos postulados y registrados. Maduro destacó que se
escogieron proyectos en las áreas del agua, educación, mejoras del hábitat,
electricidad, vialidad, salud, deporte, producción primaria, ambiente,
transporte público, cultura, gas comunal, estabilización de
taludes, telecomunicaciones, industria, seguridad ciudadana y turismo. 
La alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, especificó
entonces que en la capital prevaleció la escogencia de obras relacionadas con
la sustitución de techos, adquisición de tanques de agua, reparación de
ascensores, vialidad, tuberías de agua potable y de aguas servidas.
El 27 de abril de 2025, tuvo lugar en todo el país la
segunda consulta popular por este año, con 30.000 proyectos propuestos, según
el Ministerio de las Comunas. Tras la jornada, Maduro afirmó que 50% de los
proyectos “votados por el pueblo” ya tenían su dinero en la cuenta del Banco
Comunal.
Administración de Maduro comenzó a ejecutar consultas
populares en abril de 2024 en su ruta hacia el Estado Comunal
Gobiernos locales disminuidos 
Maduro ha dado la orden a los gobernadores y alcaldes
para que apoyen las consultas y vigilen la ejecución de los proyectos, aunque
ello vaya en detrimento de sus propios presupuestos locales. 
El para entonces jefe de campaña de los comicios
municipales del Psuv, Jorge Rodríguez, advirtió el 11 de julio: “Las consultas
han llenado de obras el país, más de 50 mil porque el pueblo en los 5.338
circuitos comunales decidió qué se ejecuta, cuándo  y dónde (…) El alcalde
será el que trabaje junto al pueblo para que esas obras lleguen a feliz
término. Alcalde que le dé la espalda a esta nueva manera de ejercer gestión de
gobierno municipal, pues recibirá de parte nuestra una sanción”, dijo.
“Los gobiernos locales quedan aún más disminuidos con
esta política pública. En el supuesto de que las consultas obedezcan a una
buena intención su realización deja bastante que desear por la visión
centralista que la sustenta, por la exclusión de los gobiernos locales
y de la propia comunidades porque están mal informadas y sólo votan por algo
que se les impone (desde los Consejos Comunales afines al gobierno) y por la
falta de transparencia en cuanto a los procesos, presupuestación y
administración de los recursos otorgados a cada proyecto”, sostuvo González
Marregot. 
A su juicio, la mejor manera de implementar este tipo
de consultas es mediante la aplicación de las leyes municipales y ordenanzas
que existen en el país y no de manera centralizada, obedeciendo a un proyecto
ideológico.
La tercera consulta popular, dedicada a proyectos
comunitarios postulados por la juventud, fue realizada de manera conjunta con
los comicios del 27 de julio para elegir alcaldes y concejales, lo que fue
interpretado como una manera de movilizar más electores. 
Para entonces, Maduro mencionó que entre los proyectos
propuestos por los jóvenes estaban la creación de “escuelas de artes
digitales”, escuelas de oficios para jóvenes, unidades de transporte para rutas
largas, rehabilitación de espacios deportivos, aldeas
universitarias en escuelas existentes, refugios de mascotas con atención
veterinaria y hasta “laboratorios de robótica”.
En la parroquia San Juan, municipio Libertador, por
ejemplo, se diseñaron 17 circuitos comunales. Voceros locales del Psuv
aseguraron que el 27 de julio votaron 18.047 personas de 25.000 que se
esperaban en los centros de votación. Fueron escogidos, indicaron, dos
proyectos por circuito que consistieron en su mayoría en la recuperación de
canchas deportivas en la localidad.
Voto sin control 
De ninguna consulta popular, ni el Consejo
Nacional Electoral (CNE) que presta asesoría y apoyo ni el Ejecutivo
han ofrecido cifras de participación, solo dan a conocer la cantidad de
proyectos escogidos por las comunidades, en jornadas caracterizadas por una
escasa asistencia de electores a los puntos habilitados, según reportes
periodísticos y ciudadanos en redes sociales. 
Líderes del partido de gobierno (Psuv) solo se han
limitado a calificar la asistencia de “masiva y extraordinaria” en cada
jornada, un “ejemplo de democracia directa”, con “récord de participación”, sin
la posibilidad de que la votación sea auditada. Cabe destacar que el voto es
manual y los electores firman en cuadernos de votación en blanco, por lo que no
hay un control del padrón electoral de cada circuito. 
Desde que el CNE lo proclamara como presidente
reelecto para el periodo 2025-2031, sin mostrar las actas de votación, Maduro
ha asomado una reforma constitucional cuyo borrador no se conoce, luego habló
de un nuevo
sistema electoral nacional basado en el diseño de los circuitos
comunales lo que prendió las alarmas sobre un plan para ejecutar las elecciones
en el país a la medida del chavismo.
“Un detalle no menor es que la participación
en estas consultas es exigua y  casi inexistente. Donde la
mayoría de la población no se entera de lo que puede ocurrir o quizás no le
interese”, apuntó González Marregot.
 
 
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