miércoles, noviembre 14, 2007

NOS FREGAMOS TODOS



Si se aprueba la reforma “nos fregamos todos” fue la conclusión que sacaron un grupo de activistas y líder comunitarios oficialistas del área metropolita de Caracas, luego de un taller de análisis sobre el contenido de la propuesta. Y arribar a esa conclusión para ellos no fue fácil. Además fue doloroso. Y les dolió porque el liderazgo del Presidente Chávez, aún sigue vigente en sus sentimientos.

¿Y por qué, nos fregaríamos todos? Por la tendencia hacia la perpetuación en el poder de un hombre, las serias restricciones que en materia de derechos económicos y políticos y, el enorme riesgo de “cubanización” que viene con la propuesta. El venezolano no es tonto, aún participando del PSUV o siendo un anónimo beneficiario de las políticas sociales del proceso. El venezolano chavista ha comenzado a percibir –y a sentir- que el régimen de libertades democráticas, que se sostiene en Venezuela se encuentra amenazado de muerte.

La violencia política que ha envuelto este proceso, la inseguridad que padece la población en general; y, la escasez de alimentos que se muestra cada día más, como una nueva condición de la calidad de vida del pueblo venezolano, se han convertido últimamente en sólidos argumentos disuasivos del apoyo “chavista” a la propuesta reforma constitucional. Y es que al parecer, la fiebre con el “discurso social” del gobierno ha disminuido entre sus seguidores que ya sienten cierto escalofrío ante la posibilidad de instaurar “con su voto” un régimen autoritario, corrupto e ineficaz en el país.

El drama sigue para ellos, porque la ruptura con la reforma constitucional supone la búsqueda de otra referencia ideológica-política. Y esa otro referente ideológico-político no se vislumbra aún consolidado en el panorama político nacional. De allí, que resulte comprensible el desasosiego que predomine en ciertos sectores del oficialismo militante y también de su periferia inmediata.

No se, si las dudas que afloran alrededor de la reforma en el seno del chavismo culminen en un voto castigo contra de la propuesta presidencial, o propiciando una abstención entre el propio oficialismo. Lo que sí aprendí, en ese taller, fue que la frase “nos fregamos todos” nos acercó a compartir incertidumbres y temores y aspiraciones y esperanzas sobre el futuro de Venezuela.
¡NO, A ESA REFORMA CONSTITUCIONAL!

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