La participación ciudadana dentro de una nueva alternativa democrática
-Resumen de la ponencia presentada por Miguel González Marregot, en el evento organizado por el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS); la Alcadía de Chacao y Acuerdo Social-
Contenido
Consideraciones generales sobre la participación ciudadana.
El caso venezolano: situación actual de la oferta estatal participativa.
Propuestas “alternativas” para la organización y la participación popular.
Consideraciones Generales
1. La participación ciudadana es una práctica cada vez más extendida en nuestro continente.
2. Su desarrollo se ubica preferiblemente en ámbitos sub-nacionales (alcaldías, condados, municipios, provincias).
3. Su ejercicio puede abarcar funciones ejecutivas, legislativas, contraloras y de justicia.
4. Su objeto primordial es la planificación local y la gestión de programas sociales.
Un concepto de participación ciudadana
Proceso social, dinámico, autónomo, consciente y crítico que se propone la democratización del poder. Se motiva por intereses y/o valores que se pueden desarrollar individualmente o colectivamente, en la sociedad y con respecto al Estado, dentro de un contexto histórico determinado y bajo unas condiciones expresamente establecidas. (Variante del concepto del Centro de Derechos Humanos de la UCAB)
Bases Institucionales para la participación ciudadana
1. Un marco legal claro y preciso que sustente, promueva y apoye su ejercicio.
2. Ética basada en la honestidad, la rendición de cuentas, la tolerancia y en la crítica libre y responsable.
3. Programas formativos para elevar las capacidades cívicas; tanto de los actores civiles como de los oficiales.
4. Los recursos organizativos, técnicos, informativos e informáticos, financieros y, los espacios físicos para su ejercicio eficaz y eficiente.
5. Compromiso entre el Estado y la sociedad para el desarrollo y ejercicio corresponsable de la participación ciudadana en la gestión pública.
Posibilidades de la participación ciudadana
1. Incrementa la cercanía entre el Estado, los ciudadanos y sus expresiones asociativas.
2. Propicia mayor legitimidad a las políticas adoptadas por los funcionarios públicos.
3. Posibilita una gestión pública más ajustada a las demandas sociales.
4. Favorece la solidaridad, la confianza y el civismo.
5. Incrementa la gobernabilidad.
El caso venezolano
Un 37% del articulado de la Constitución Bolivariana está dedicado a la participación ciudadana
Medios de participación (en lo político): Elección de cargos públicos. Referenda: Consultivo, Revocatorio, Aprobatorio, Abrogatorio, Revocatorio. Consulta Popular: Iniciativa Legislativa, Enmienda Constitucional, Reforma Constitucional, Asamblea Constituyente. Cabildos Abiertos. Asambleas de Ciudadanos.
Medios de participación (en lo económico y social): Asociaciones vecinales, autogestión y cogestión; Consejo Federal de Gobierno; Consejos Estadales de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas; Consejos Locales de Planificación; Consejos Comunales; Cooperativas y Comités Sectoriales, entre otros.
Venezuela logros y dificultades
Logros: Rescate de la participación y de la organización popular como un asunto público. Apertura de múltiples espacios para la participación ciudadana: comités de tierras, de salud, mesas técnicas consejos comunales; entre otros. Difusión masiva de técnicas de administración de proyectos. Impulso de un nuevo liderazgo comunitario y social.
Dificultades: Partidismo y exclusión en el tratamiento de la participación ciudadana. Burocratismo y centralismo en el desarrollo de instancias, niveles y procedimientos participativos. Tratamiento fraudulento de instancias y procesos de participación popular. Baja calidad en los procesos de formación comunitaria.
Una visión democrática de la participación ciudadana
La participación ciudadana implica la profundización de las condiciones democráticas del Estado; mediante una mayor redistribución, desconcentración y descentralización del poder y de la toma de decisiones en un marco de libertad, pluralidad, inclusión, responsabilidad y respeto mutuo.
Los componentes participativos
1. Institucional: Descentralización y desconcentración de la gestión pública. Reglas claras. Procedimientos sencillos.
2. Social: Satisfacción de las demandas sociales. Consulta e inclusión ciudadana. Políticas públicas de calidad para todos.
3. Económica: Participación justa y equitativa en beneficios económicos. Respeto a la propiedad. Revalorización del trabajo.
4. Territorial: Fortalecimiento de las entidades federales menores. Delimitación de competencias.
Lineamientos para la acción
1. El impulso del debate (interno y externo), sobre la sociedad que queremos.
2. El rescate de los espacios institucionales para la participación ciudadana.
3. El apoyo a la lucha por los derechos democráticos de la población.
4. El apoyo a los procesos de organización autónoma de las comunidades.
5. La defensa de la descentralización y la municipalización.
MGM/Julio,2007
Espacio sobre la participación y la cultura ciudadanas bajo un enfoque creativo, crítico, democrático, incluyente, independiente y plural.
martes, julio 31, 2007
viernes, julio 27, 2007
FORO: RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA POLÍTICA SOCIAL EN VENEZUELA
“Retos y Perspectivas de la Política Social en Venezuela”
Salón Ávila, Hotel Altamira Suites
Caracas, 31 de Julio de 2007
8:00 a.m.: Inscripción de los participantes
8:30 a.m.: Instalación del Foro. Palabras de apertura, a cargo de:
· Leopoldo López, Alcalde de Chacao
· Marino González, Coordinador de la Asociación Civil Acuerdo Social
· Kurt-Peter Schütt, Director del ILDIS
9:00 a.m.: La Participación ciudadana dentro de una nueva alternativa democrática
Ponente: Miguel González Marregot
Economía social, mercado y democracia
Ponente: Nelson Freitez
9:40 a.m.: Intervención de lo(a)s participantes
Moderador: Flavio Carucci (ILDIS)
10:40 a.m.: Refrigerio
11:00 a.m.: La renta básica como derecho: ¿es viable en Venezuela?
Ponente: Dolores Medina
Integración social, democracia y bienestar
Ponente: Luís Francisco Cabezas
11:40 a.m.: Intervención de lo(a)s participantes
Moderador: Moisés Carvallo (Alcaldía de Chacao)
12:40 pm.: Síntesis del evento. Yolanda D’Elia
1:00 pm.: Almuerzo en el Hotel
Salón Ávila, Hotel Altamira Suites
Caracas, 31 de Julio de 2007
8:00 a.m.: Inscripción de los participantes
8:30 a.m.: Instalación del Foro. Palabras de apertura, a cargo de:
· Leopoldo López, Alcalde de Chacao
· Marino González, Coordinador de la Asociación Civil Acuerdo Social
· Kurt-Peter Schütt, Director del ILDIS
9:00 a.m.: La Participación ciudadana dentro de una nueva alternativa democrática
Ponente: Miguel González Marregot
Economía social, mercado y democracia
Ponente: Nelson Freitez
9:40 a.m.: Intervención de lo(a)s participantes
Moderador: Flavio Carucci (ILDIS)
10:40 a.m.: Refrigerio
11:00 a.m.: La renta básica como derecho: ¿es viable en Venezuela?
Ponente: Dolores Medina
Integración social, democracia y bienestar
Ponente: Luís Francisco Cabezas
11:40 a.m.: Intervención de lo(a)s participantes
Moderador: Moisés Carvallo (Alcaldía de Chacao)
12:40 pm.: Síntesis del evento. Yolanda D’Elia
1:00 pm.: Almuerzo en el Hotel
lunes, julio 23, 2007
UNA NUEVA PLATAFORMA DEMOCRÁTICA
La situación política venezolana requiere de la conformación de un contrapeso ideológico y político, democrático y plural que frene las pretensiones hegemónicas y anti-populares del proyecto oficialista. Y es que en nuestro país, ahora se pretende iniciar la búsqueda de la utopía socialista -como modelo de organización política, económica y social-pese a que el encuentro de cada pueblo en particular con esa utopía, ha resultado un auténtico fracaso histórico.
¿Es posible entonces, repensar al país con una visión de futuro, luego de los fallidos intentos por alcanzar el desarrollo y la prosperidad; mediante la democracia representativa (1958-1998) y posteriormente, por medio, de la democracia autoritativa y limitada (1999-2007)? Pensamos, que además de posible, es extremadamente importante para superar la crisis de gobernabilidad que atraviesa el país y emprender la construcción de un modelo de desarrollo democrático, incluyente y sostenible.
En términos generales, una propuesta democrática alternativa tendría que fundamentarse en la igualdad de oportunidades y en la reducción sistemática de la pobreza en un marco del respeto a la libertad y a los derechos humanos. Esta propuesta de alternativa democrática también supondría la descentralización y desconcentración de la gestión pública; y, el fortalecimiento real y efectivo de la participación del pueblo en la toma de las decisiones públicas y en consecuencia, significaría la resolución del falso dilema entre la democracia representativa y la democracia participativa.
Por otra parte, y en el campo estrictamente económico, la nueva plataforma democrática se orientaría hacia la formación de una economía diversificada, sostenible y próspera que pueda afrontar con efectividad los retos de la globalización y, superar la volatilidad del rentismo petrolero. Uno de los retos más importantes para Venezuela y su gobierno lo constituye la superación del estatismo económico, del excesivo y discrecional intervencionismo del aparato público en espacios naturales para la actividad de los ciudadanos y sus expresiones asociativas productivas. Lo que sí debe impulsar el Estado en un nuevo marco democrático es la creación de unas “reglas de juego” estables que generen confianza para la inversión privada, las iniciativas populares; así como la revalorización del papel del trabajo y del trabajador en el proceso productivo.
En el ámbito social, resulta estratégica la creación de las condiciones para lograr la igualdad de oportunidades para el pueblo y para favorecer la universalización real de los derechos sociales, como núcleo central de esta alternativa democrática. A un modelo democrático alternativo, al autoritarismo y al socialismo le corresponde orientarse hacia la disminución de las desigualdades e inequidades sociales. En Venezuela, se hace impostergable el impulso de una nueva democracia incluyente, donde la justicia ocupe el lugar que le corresponde y las relaciones entre ciudadanos y ciudadanas se caractericen por el respeto, la tolerancia y la equidad.
Desde un nuevo enfoque democrático, el fortalecimiento de la soberanía nacional y la participación venezolana en el concierto internacional de naciones de manera independiente son temas relevantes. En una nueva propuesta democrática, la soberanía de Venezuela debe ser sinónimo de una política internacional promotora y defensora de la libertad, de la cooperación entre los pueblos, de la paz y de la tolerancia en el marco de las relaciones multilaterales y bilaterales.
Por último, el elemento organizativo constituye un aspecto crucial en todo proceso de lanzamiento de cualquier plataforma política. Por las condiciones que atraviesa el país, la adecuada conformación de una plataforma democrática reúne condiciones estratégicas. De ello, no hay dudas. Sin embargo, y por su propia importancia el tema partidista debe abordarse con mesura y precisión. Al respecto, se debe estar claro en la importancia del establecimiento de adecuados métodos de dirección y relación entre los militantes, simpatizantes y allegados fundamentados en la ética, en la cercanía, en la credibilidad y en la confianza. De la misma manera, en este contexto organizativo, la plataforma democrática debe comenzar a plantearse estrategias de relación con el mundo asociativo de los sectores populares y sectores medios de la población venezolana. Y la base de esa relación tendrá que ser el respeto a la autonomía de tales organizaciones. En realidad, no hay mucho tiempo ni oportunidades para repetir los errores del pasado; tanto reciente como lejano.
martes, julio 17, 2007
SOBRE LA REFORMA CONSTITUCIONAL
El proyecto de reforma constitucional oficialista vislumbra –pese a la cláusula de confidencialidad que evita su escrutinio público- el propósito de establecer una institucionalidad centralista, burocrática y estatista; bajo un enfoque meramente clientelar. Es decir, se prepara una reforma constitucional que no responde a aspiraciones populares; sino que se ajusta al gusto de un gobernante (y de la elite que lo acompaña), en su aspiración de perpetuarse en el ejercicio y disfrute del poder.
El sesgo autoritario dominante en el proyecto oficialista de reforma, ratifica de nuevo la pobreza ideológico-conceptual y democrática que predomina en el núcleo dirigente de la revolución venezolana. Al parecer, para ellos, lo verdaderamente importante es su permanencia indefinida en el usufructo del poder. En tal sentido, la propuesta de “reelección continua y exclusiva” para el cargo de Presidente de la República, viene como anillo al dedo, para esa clásica visión hegemónica del ejercicio del gobierno que predomina hoy en el sector oficial venezolano. Así, desde ese añejo enfoque ideológico, la institucionalidad estatal se convierte en un “preciado botín”, desde donde se imponen regulaciones y condiciones al resto de la sociedad. Por supuesto, que tales regulaciones y condiciones institucionales sólo favorecen a los intereses y propósitos de quienes detentan el poder, en detrimento de las grandes mayorías. Es hacia allá, donde apunta la reforma constitucional.
Una reforma con tales propósitos, no admite una discusión ni un debate democrático. De allí que, el gobierno y su cuerpo de asesores revolucionarios (criollos y extranjeros) hayan descartado la realización de un proceso constituyente tratando de evadir, de esta manera una confrontación abierta y libre de ideas, que no les favorecería en lo absoluto. Una Asamblea Nacional Constituyente permitiría muy seguramente, el reagrupamiento y la legitimación de las fuerzas democráticas del país.
Y es que, pese al control y la influencia que posee la revolución sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE), la elección y conformación de una Asamblea Nacional Constituyente podría contar con una fuerte representación –si no mayoritaria- de los sectores democráticos; lo cual significaría un contrapeso popular, que pudiera colocar en riesgo el alcance de los objetivos del régimen. Por otra parte y, en esas condiciones, la pluralidad de una Asamblea Nacional Constituyente –por su naturaleza supraconstitucional-, pondría al gobierno por primera vez, en una verdadera situación de control ciudadano.
El campo democrático venezolano debe prepararse para esta nueva batalla política. Y debe hacerlo con seriedad, transcendiendo la simple lamentación discursiva y la postura mediática fácil. La reforma constitucional es un tema que pertenece a todo el pueblo venezolano; sin discriminación alguna. Cada venezolano y cada venezolana tienen el legítimo derecho de estar informados y de opinar en tan trascendente asunto.
En tal sentido, alrededor de la reforma constitucional es muy factible y necesario construir espacios para la defensa de la democracia venezolana. Nadie duda que esto requiera de un gran y desinteresado esfuerzo ciudadano, organizativo y político. Eso es verdad, pero también es cierto que la defensa de la libertad, la paz y la democracia venezolana merecen eso y un poco más. Sabemos con antelación que desde el oficialismo se usarán “discrecionalmente” y bajo cualquier pretexto, los recursos institucionales del Estado para tratar de imponer su visión hegemónica del mundo, del país y de la sociedad. Eso ya está escrito, pero no hay que temerle.
La propuesta de reforma oficialista tiene; sin embargo sus utilidades. Por una parte, indica lo que NO debe hacerse para construir una democracia social; y por la otra, es un poderoso incentivo para el debate por la defensa activa –y con más fuerza y convicción- de la libertad, la inclusión y la paz. Llegó la hora, de defender la democracia.
El sesgo autoritario dominante en el proyecto oficialista de reforma, ratifica de nuevo la pobreza ideológico-conceptual y democrática que predomina en el núcleo dirigente de la revolución venezolana. Al parecer, para ellos, lo verdaderamente importante es su permanencia indefinida en el usufructo del poder. En tal sentido, la propuesta de “reelección continua y exclusiva” para el cargo de Presidente de la República, viene como anillo al dedo, para esa clásica visión hegemónica del ejercicio del gobierno que predomina hoy en el sector oficial venezolano. Así, desde ese añejo enfoque ideológico, la institucionalidad estatal se convierte en un “preciado botín”, desde donde se imponen regulaciones y condiciones al resto de la sociedad. Por supuesto, que tales regulaciones y condiciones institucionales sólo favorecen a los intereses y propósitos de quienes detentan el poder, en detrimento de las grandes mayorías. Es hacia allá, donde apunta la reforma constitucional.
Una reforma con tales propósitos, no admite una discusión ni un debate democrático. De allí que, el gobierno y su cuerpo de asesores revolucionarios (criollos y extranjeros) hayan descartado la realización de un proceso constituyente tratando de evadir, de esta manera una confrontación abierta y libre de ideas, que no les favorecería en lo absoluto. Una Asamblea Nacional Constituyente permitiría muy seguramente, el reagrupamiento y la legitimación de las fuerzas democráticas del país.
Y es que, pese al control y la influencia que posee la revolución sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE), la elección y conformación de una Asamblea Nacional Constituyente podría contar con una fuerte representación –si no mayoritaria- de los sectores democráticos; lo cual significaría un contrapeso popular, que pudiera colocar en riesgo el alcance de los objetivos del régimen. Por otra parte y, en esas condiciones, la pluralidad de una Asamblea Nacional Constituyente –por su naturaleza supraconstitucional-, pondría al gobierno por primera vez, en una verdadera situación de control ciudadano.
El campo democrático venezolano debe prepararse para esta nueva batalla política. Y debe hacerlo con seriedad, transcendiendo la simple lamentación discursiva y la postura mediática fácil. La reforma constitucional es un tema que pertenece a todo el pueblo venezolano; sin discriminación alguna. Cada venezolano y cada venezolana tienen el legítimo derecho de estar informados y de opinar en tan trascendente asunto.
En tal sentido, alrededor de la reforma constitucional es muy factible y necesario construir espacios para la defensa de la democracia venezolana. Nadie duda que esto requiera de un gran y desinteresado esfuerzo ciudadano, organizativo y político. Eso es verdad, pero también es cierto que la defensa de la libertad, la paz y la democracia venezolana merecen eso y un poco más. Sabemos con antelación que desde el oficialismo se usarán “discrecionalmente” y bajo cualquier pretexto, los recursos institucionales del Estado para tratar de imponer su visión hegemónica del mundo, del país y de la sociedad. Eso ya está escrito, pero no hay que temerle.
La propuesta de reforma oficialista tiene; sin embargo sus utilidades. Por una parte, indica lo que NO debe hacerse para construir una democracia social; y por la otra, es un poderoso incentivo para el debate por la defensa activa –y con más fuerza y convicción- de la libertad, la inclusión y la paz. Llegó la hora, de defender la democracia.
domingo, julio 15, 2007
PODER COMUNAL EN BARUTA
El poder comunal ha comenzado a organizarse en Baruta. Con mucha alegría encontramos diversas iniciativas comunales tendentes a fortalecer la organización vecinal y defender sus derechos ciudadanos. Veamos algunas de ellas. El 21 de Junio, en la sede del consejo comunal de Monterrey –primer consejo comunal de Baruta- se instaló el comité promotor para crear una federación de consejos comunales en el municipio, que de concretarse podría reunir a más de 80 organizaciones de este tipo. Y el 30 de Junio se realizó una jornada de trabajo con consejos comunales de Baruta y El Hatillo, patrocinada por la Universidad Simón Bolívar (USB) y la Asociación Civil “Gestión de Cambio”. La jornada sirvió para analizar la trayectoria de los consejos comunales en el municipio, y para plantear el impulso de un programa formativo, que potencie sus habilidades y sus capacidades; a partir del mes de Septiembre.
El pasado Sábado 7 de Julio, las voceras de Baruta ante el Consejo Metropolitano de Planificación de Políticas Públicas impulsaron un encuentro entre esa instancia y los consejos comunales de la parroquia Nuestra Señora del Rosario. La comunidad del barrio “La Palomera” de Baruta analiza una propuesta de ordenanza urbanística que puede afectar de manera negativa su calidad de vida. Y en “La Limonera” continúan desarrollándose, cada Viernes en la mañana, las mesas técnicas de trabajo que evalúan un proyecto de construcción de viviendas, en el marco de un núcleo de desarrollo endógeno en ese sector.
En cada una de estas iniciativas, las comunidades baruteñas ejercen sus derechos en legítima defensa de su calidad de vida. Tales iniciativas significan asimismo, una recuperación del movimiento vecinal, que sirve como contrapeso y necesario control social sobre la gestión de unas autoridades locales generalmente acríticas y complacientes con su desempeño. Unas comunidades fuertes son decisivas para relaciones transparentes entre gobierno y ciudadanía. La organización comunitaria es una herramienta importante para el desarrollo social y el mejoramiento de la calidad de vida; mucho más si se desarrolla en un marco de tolerancia y pluralidad, como hasta ahora ha sucedido en el municipio Baruta. Hay buenas noticias entonces, para los vecinos baruteños; pues se conforma un nuevo y auténtico poder comunal.
El pasado Sábado 7 de Julio, las voceras de Baruta ante el Consejo Metropolitano de Planificación de Políticas Públicas impulsaron un encuentro entre esa instancia y los consejos comunales de la parroquia Nuestra Señora del Rosario. La comunidad del barrio “La Palomera” de Baruta analiza una propuesta de ordenanza urbanística que puede afectar de manera negativa su calidad de vida. Y en “La Limonera” continúan desarrollándose, cada Viernes en la mañana, las mesas técnicas de trabajo que evalúan un proyecto de construcción de viviendas, en el marco de un núcleo de desarrollo endógeno en ese sector.
En cada una de estas iniciativas, las comunidades baruteñas ejercen sus derechos en legítima defensa de su calidad de vida. Tales iniciativas significan asimismo, una recuperación del movimiento vecinal, que sirve como contrapeso y necesario control social sobre la gestión de unas autoridades locales generalmente acríticas y complacientes con su desempeño. Unas comunidades fuertes son decisivas para relaciones transparentes entre gobierno y ciudadanía. La organización comunitaria es una herramienta importante para el desarrollo social y el mejoramiento de la calidad de vida; mucho más si se desarrolla en un marco de tolerancia y pluralidad, como hasta ahora ha sucedido en el municipio Baruta. Hay buenas noticias entonces, para los vecinos baruteños; pues se conforma un nuevo y auténtico poder comunal.
lunes, julio 09, 2007
EL DESFILE COMUNAL
La participación en el desfile del “5 de Julio” de un grupo de tres mil miembros de consejos comunales, con sus respectivas banderitas rojas nos lleva a otros desfiles. Uno de ellos, es el desfile de las propuestas oficiales; en torno a qué hacer con los consejos comunales. Otro desfile, es aquel de los padecimientos vecinales, populares y comunitarios que aún no encuentran la respuesta a sus problemas en esas instancias.
En días pasados, -y ante un grupo de expertos académicos- sostenía que la creación de los consejos comunales es un “éxito gubernamental”. Y los consejos comunales son un “éxito oficial”, porque con ellos había logrado involucrar a todas las comunidades del país (ricas, medias y pobres) a la discusión del tema de la organización y de la participación ciudadana: ¿sabía usted que, en zonas tan disímiles del Área Metropolitana de Caracas como el Country Club, La Lagunita o Prados del Este; y Catia, El Valle o Petare hay consejos comunales organizados? En realidad, sería mezquino y de una miopía política muy grande desconocer la trascendencia que esta propuesta tiene en la población. Pero hasta allí.
Ante el desarrollo de los consejos comunales, el gobierno ha demostrado una notable incapacidad. Y esto también es innegable. Con estos consejos se ha querido hacer de todo; lo que demuestra la confusión conceptual que domina al “núcleo directivo” de la revolución venezolana, en relación al tema. El desfile comunal de propósitos revolucionarios comienza con la oferta de crear un “poder comunal” que, según el Presidente Chávez sustituiría la propuesta liberal de Estado basada en Montesquieu. Por supuesto, que hay otros propósitos que varían; según el vocero oficialista de turno. Así comienza un desfile de propósitos comunales que van desde la eliminación de gobernaciones, alcaldías, asambleas legislativas y concejos municipales; y luego pasa por prestar auxilio al Servicio Nacional de Administración Tributaria (SENIAT) en la recaudación impositiva, por la lucha contra el acaparamiento de productos regulados, por la participación en la reserva nacional y la organización de policías comunales; además de involucrarse en la elaboración de planes y proyectos comunitarios; así como en la administración de centros de telecomunicaciones, la atención a la niñez y a la adolescencia, la vinculación con el servicio comunitario de los estudiantes de educación superior; y últimamente por la participación en el registro electoral, en la formulación de leyes por delegación de la Asamblea Nacional y, en el impulso de la economía comunal. Pero de este largo desfile quizás el propósito más claro, no sea otro que establecer un esquema de gestión concentrada y centralizada a los designios de la Presidencia de la República.
Hay otro desfile. Este se realiza a diario, en el seno de las comunidades que perciben y sienten que los consejos comunales no están resolviendo sus problemas; asemejándose más bien a una oferta engañosa, sobre la participación popular. Y es que la burocracia pública (en todos sus niveles y modalidades) no atiende con eficacia ni con eficiencia las solicitudes y propuestas presentadas por los consejos comunales. Por otra parte, los programas de adiestramiento impulsados son insuficientes y en ocasiones generan confusión entre los participantes. Por si fuera poco, las diferentes facciones del oficialismo, se disputan y sabotean la creación, la organización y el registro de los consejos comunales. Hace poco en Maracaibo, en el municipio San Francisco –y luego de una reunión de trabajo sobre el tema- se acercó un vecino muy molesto y angustiado porque sentía que como vocero de un consejo comunal que por su trabajo no recibía reconocimiento alguno. El vocero reclamaba –y no sin cierta razón- que él desempeñaba actividades correspondientes a funcionarios locales y regionales, a cambio de nada. Hay cansancio en la población. Los problemas de alumbrado, de cloacas, de vivienda, de recolección de desechos sólidos, de vialidad y de transporte siguen siendo los mismos; mientras la agenda del gobierno va por otro lado, lejos del sentir popular. No hay encuentro entre estos desfiles comunales.
Es por eso que, la participación de tres mil voceros de consejos comunales en el desfile del “5 de julio” puede ser un presagio; de la inminente realización de otros desfiles pero no para alabar a un proceso o rendir culto a una personalidad. No nada de eso. Es probable que se produzcan desfiles comunales para algo mucho mejor; como pelear por el derecho al mejoramiento de las condiciones ambientales y de la calidad de vida de las comunidades más deprimidas; así como para exigir resultados de la gestión de las autoridades públicas. Ya vendrá ese desfile comunal que demande una auténtica participación popular basada en la autonomía, la inclusión y la pluralidad.
En días pasados, -y ante un grupo de expertos académicos- sostenía que la creación de los consejos comunales es un “éxito gubernamental”. Y los consejos comunales son un “éxito oficial”, porque con ellos había logrado involucrar a todas las comunidades del país (ricas, medias y pobres) a la discusión del tema de la organización y de la participación ciudadana: ¿sabía usted que, en zonas tan disímiles del Área Metropolitana de Caracas como el Country Club, La Lagunita o Prados del Este; y Catia, El Valle o Petare hay consejos comunales organizados? En realidad, sería mezquino y de una miopía política muy grande desconocer la trascendencia que esta propuesta tiene en la población. Pero hasta allí.
Ante el desarrollo de los consejos comunales, el gobierno ha demostrado una notable incapacidad. Y esto también es innegable. Con estos consejos se ha querido hacer de todo; lo que demuestra la confusión conceptual que domina al “núcleo directivo” de la revolución venezolana, en relación al tema. El desfile comunal de propósitos revolucionarios comienza con la oferta de crear un “poder comunal” que, según el Presidente Chávez sustituiría la propuesta liberal de Estado basada en Montesquieu. Por supuesto, que hay otros propósitos que varían; según el vocero oficialista de turno. Así comienza un desfile de propósitos comunales que van desde la eliminación de gobernaciones, alcaldías, asambleas legislativas y concejos municipales; y luego pasa por prestar auxilio al Servicio Nacional de Administración Tributaria (SENIAT) en la recaudación impositiva, por la lucha contra el acaparamiento de productos regulados, por la participación en la reserva nacional y la organización de policías comunales; además de involucrarse en la elaboración de planes y proyectos comunitarios; así como en la administración de centros de telecomunicaciones, la atención a la niñez y a la adolescencia, la vinculación con el servicio comunitario de los estudiantes de educación superior; y últimamente por la participación en el registro electoral, en la formulación de leyes por delegación de la Asamblea Nacional y, en el impulso de la economía comunal. Pero de este largo desfile quizás el propósito más claro, no sea otro que establecer un esquema de gestión concentrada y centralizada a los designios de la Presidencia de la República.
Hay otro desfile. Este se realiza a diario, en el seno de las comunidades que perciben y sienten que los consejos comunales no están resolviendo sus problemas; asemejándose más bien a una oferta engañosa, sobre la participación popular. Y es que la burocracia pública (en todos sus niveles y modalidades) no atiende con eficacia ni con eficiencia las solicitudes y propuestas presentadas por los consejos comunales. Por otra parte, los programas de adiestramiento impulsados son insuficientes y en ocasiones generan confusión entre los participantes. Por si fuera poco, las diferentes facciones del oficialismo, se disputan y sabotean la creación, la organización y el registro de los consejos comunales. Hace poco en Maracaibo, en el municipio San Francisco –y luego de una reunión de trabajo sobre el tema- se acercó un vecino muy molesto y angustiado porque sentía que como vocero de un consejo comunal que por su trabajo no recibía reconocimiento alguno. El vocero reclamaba –y no sin cierta razón- que él desempeñaba actividades correspondientes a funcionarios locales y regionales, a cambio de nada. Hay cansancio en la población. Los problemas de alumbrado, de cloacas, de vivienda, de recolección de desechos sólidos, de vialidad y de transporte siguen siendo los mismos; mientras la agenda del gobierno va por otro lado, lejos del sentir popular. No hay encuentro entre estos desfiles comunales.
Es por eso que, la participación de tres mil voceros de consejos comunales en el desfile del “5 de julio” puede ser un presagio; de la inminente realización de otros desfiles pero no para alabar a un proceso o rendir culto a una personalidad. No nada de eso. Es probable que se produzcan desfiles comunales para algo mucho mejor; como pelear por el derecho al mejoramiento de las condiciones ambientales y de la calidad de vida de las comunidades más deprimidas; así como para exigir resultados de la gestión de las autoridades públicas. Ya vendrá ese desfile comunal que demande una auténtica participación popular basada en la autonomía, la inclusión y la pluralidad.
domingo, julio 01, 2007
JORNADAS DE TRABAJO: USB-CONSEJOS COMUNALES
El 30 de junio se realizaron con éxito las Jornadas de Trabajo “Universidad Simón Bolívar”, consejos comunales de los Municipios Baruta y de El Hatillo, del estado Miranda (Venezuela). El evento también contó el auspicio de la Asociación Civil “Gestión de Cambio”.
El encuentro logró reunir a más de 100 voceros y voceras representantes de consejos comunales de los municipios mirandinos, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar y participar luego de las intervenciones de los ponentes invitados por los organizadores.
La instalación de la jornada de trabajo, estuvo a cargo del Decano de Extensión de la USB Ingeniero William Colmenares; la Lic. Lilian García Directora de Cultura de esa misma casa de estudios y la Lic. Carmen Flor Rodríguez, Presidenta de la Asociación Civil “Gestión de Cambio”.
La jornada tuvo como ponentes a Miguel González Marregot, Director Ejecutivo de la Asociación Civil “Gestión de Cambio”, quien presentó “Un Balance de los Consejos Comunales”; la economista Luz Elena Aldasoro, directiva de la Fundación “Momento de la Gente”, quien disertó sobre “El diagnóstico comunitario”; y el sociólogo José Key Armenta, también de la Asociación Civil “Gestión de Cambio”, que presentó una visón sobre “El Presupuesto participativo”. En una segunda tanda hicieron sus respectivas presentaciones, el Director del Instituto de Estudios Regionales y Urbanísticos (IERU), de la Universidad Simón Bolívar, profesor Silverio González, la Directora de Extensión, del núcleo Litoral del estado Vargas de la USB, profesora Belkys Rodríguez y la Coordinadora del Programa de Gestión Socio-Cultural de la USB, licenciada Sandra Fajardo.
La jornada de trabajo sirvió para asentar la nueva plataforma cooperación entre la Universidad Simón Bolívar (USB); las asociaciones civiles aledañas y los consejos comunales con el propósito de consolidar los espacios de participación popular.
Les mantendré informados.
El encuentro logró reunir a más de 100 voceros y voceras representantes de consejos comunales de los municipios mirandinos, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar y participar luego de las intervenciones de los ponentes invitados por los organizadores.
La instalación de la jornada de trabajo, estuvo a cargo del Decano de Extensión de la USB Ingeniero William Colmenares; la Lic. Lilian García Directora de Cultura de esa misma casa de estudios y la Lic. Carmen Flor Rodríguez, Presidenta de la Asociación Civil “Gestión de Cambio”.
La jornada tuvo como ponentes a Miguel González Marregot, Director Ejecutivo de la Asociación Civil “Gestión de Cambio”, quien presentó “Un Balance de los Consejos Comunales”; la economista Luz Elena Aldasoro, directiva de la Fundación “Momento de la Gente”, quien disertó sobre “El diagnóstico comunitario”; y el sociólogo José Key Armenta, también de la Asociación Civil “Gestión de Cambio”, que presentó una visón sobre “El Presupuesto participativo”. En una segunda tanda hicieron sus respectivas presentaciones, el Director del Instituto de Estudios Regionales y Urbanísticos (IERU), de la Universidad Simón Bolívar, profesor Silverio González, la Directora de Extensión, del núcleo Litoral del estado Vargas de la USB, profesora Belkys Rodríguez y la Coordinadora del Programa de Gestión Socio-Cultural de la USB, licenciada Sandra Fajardo.
La jornada de trabajo sirvió para asentar la nueva plataforma cooperación entre la Universidad Simón Bolívar (USB); las asociaciones civiles aledañas y los consejos comunales con el propósito de consolidar los espacios de participación popular.
Les mantendré informados.
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