Todo parece indicar que, las
elecciones municipales venezolanas se realizarán en medio de una fuerte crisis política;
producto de la creciente incertidumbre sobre la salud del Presidente Chávez y
sus posibilidades de retorno o no, al ejercicio de la Primera Magistratura y,
por ende, sobre la probabilidad cercana de convocar necesariamente a unos
nuevos comicios presidenciales y, también por las consecuencias del ajuste cambiario
de la paridad bolívar-dólar (estadounidense) implementado por la administración de Nicolás
Maduro.
La realización de las elecciones
municipales constituye un proceso complejo. Por la cantidad de cargos a elegir de distinta
naturaleza (bien sea ejecutiva o legislativa); por su carácter mixta pues
incluye la elección nominal y por lista cerrada de candidatos y, por corresponder
al ámbito político-territorial como lo es el municipal, que posee distintos
niveles de desarrollo institucional, económico y social. Cabe agregar, que hay diversos
tipos de municipios tales como: el urbano, el rural y/o el fronterizo. Por
último, debe destacarse que los municipios gozan de autonomía y personalidad
jurídica propia.
En el contexto anterior, el
próximo 14 de Julio de 2013 se estarían eligiendo mediante sufragio directo, universal
y secreto de 2.792 cargos; de los cuales 2.455 corresponden a concejales y 337
a alcaldes (2 de ellos metropolitanos). 1.680 concejales serían electos de
manera uninominal en 726 circuitos electorales; mientras 686 concejales irían
por lista cerrada. Además, a la minoría indígena le corresponderían 69 concejales.
La distribución de los ediles por municipio se fundamenta en la población que tenga
cada una de esas entidades político-territoriales; según la estimación
poblacional del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), al 31 de Julio de
2013.
Los municipios son la base
territorial de la República y poseen sus competencias claramente establecidas
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en su marco legal
específico como lo es la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM) y en
complemento con otras leyes. El ejercicio del poder municipal se realiza, a través
de cuatro funciones; a saber: la ejecutiva, perteneciente a los alcaldes o
alcaldesas; la deliberante correspondiente al Concejo Municipal; la de planificación
ejercida por medio del Consejo Local de Planificación Pública (CLPP) y la
función contralora de la Contraloría Municipal. La gestión de gobierno local
debe basarse y promover la participación ciudadana.
El bloque opositor articulado en
la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) eligió el 12 de Febrero de 2012 sus
candidatos a alcaldes, en un proceso de primarias; quedando pendiente para
ahora la selección de candidatos a los cargos de concejales para lo cual se elaboró recientemente un reglamento
que ya ha generado polémica entre las organizaciones políticas más pequeñas. El
bloque oficialista por su lado, emprenderá la realización de elecciones
primarias los primeros días del mes de abril para selección de sus candidatos a
las alcaldías y a los concejos municipales en un proceso interno, que desde ya
ha traído señalamientos sobre ventajismo y parcialización.
Cabe señalar que, estas
elecciones se realizarán en un marco de serias restricciones y amenazas a la institucionalidad municipal. Por ejemplo,
la elección de las Juntas Parroquiales fue omitida por el Consejo Nacional Electoral
(CNE). Al respecto es bueno recordar que, la Asamblea Nacional en el año 2010 -en
una decisión histórica e inconstitucional-, eliminó el derecho a la elección
directa universal y secreta de la Juntas Parroquiales; mediante la reforma de
la LOPPM y lo sustituyó, por mecanismos de elección asamblearia de segundo y
tercer grado.
Además, esa misma reforma
legal restringió la autonomía de gestión municipal al supeditarla al sistema
nacional de planificación centralizado. Por si fuera poco, la reforma de al LOPPM
incluyó dentro del municipio a las denominadas “comunas” como entidades locales
especiales con la particularidad que se encuentran exceptuadas de las
ordenanzas locales; pero con derecho al acceso a los recursos de inversión
municipal. Frente al municipio venezolano se yergue la propuesta oficialista
del Estado comunal que persigue su eliminación. Pero quizás la mayor amenaza
para nuestros municipios sea la indiferencia ciudadana que se traduzca en
apatía y abstención, cercana al 60%, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
¿Cómo quedará la correlación
de fuerzas ideológico-políticas después de los comicios municipales? El oficialismo
acude con ventaja: casi el 75% de los municipios venezolanos están ya
controlados por el PSUV y, además está la red política-comunitaria que brindan
los consejos comunales. ¿Pero afectará la incertidumbre presidencial los
resultados electorales locales? ¿O podrán los factores democráticos continuar
su avance relativo y traducir su votación obtenida en procesos anteriores en
una cantidad de importante de alcaldes y concejales?