MARÍA MAS HERRERA | EL UNIVERSAL
lunes 21 de octubre de 2013 12:00 AM
Los consejos comunales son instancias de agrupación poblacional que tienen en común la necesidad de alcanzar el desarrollo de forma autónoma y sustentable en el tiempo. Sin la organización comunitaria, es imposible que Venezuela logre el desarrollo pues, el epicentro de la mejora integral está en la organización de la gente y de sus instituciones.
Pero padecemos de malos entendidos con respecto a estas formas de agrupación. Resumo sucintamente: 1. No es el gobierno quien lidera el Consejo; 2. Ninguna agrupación política debe tener el control del Consejo; 3. No es posible actuar sin plan, y sin control de gestión; 4. El dinero recibido (no bajado, la gente no está abajo por no tener los millardos del gobierno) no se utilizan para sustituir las competencias de las Alcaldías, gobernaciones e instituciones públicas. Hay muchas otras debilidades en estos consejos, pero en esta última está el gran malentendido, es decir, en el destino del dinero que el Consejo recibe del gobierno.
Los estudios realizados indican que el 97% de los fondos otorgados por el gobierno en los consejos comunales se han destinado a vialidad, reparaciones de obras, y mejoras en infraestructura de diversa índole. Sólo un 3% logra un destino distinto, mayormente en salud y educación. De forma tal, que el consejo comunal viene a resolver las debilidades que son responsabilidad de las Alcaldías, Gobernaciones, Ministerios y demás entes del gobierno. ¿La población atendiendo los problemas del gobierno? Los Consejos Comunales no nacen para sustituir la responsabilidad de los gobiernos en distintas esferas, sino para desarrollar acciones que les permita su propio desarrollo y esta misión aún espera un buen final en Venezuela.
Hay que darle un parao a estos desatinos económicos comunales. Con la hiperinflación existente será conveniente que el centro del consejo comunal atienda la producción económica. Qué y cómo producir son el centro del consejo comunal para el "gran arranque". Luego, ¿cómo distribuir las utilidades y cómo reinvertirlas en beneficio comunal? Esta parte es un tema de economía política, pues nadie trabaja sin un beneficio propio (sueldos, salarios, utilidades) y se requiere de un beneficio colectivo (inversión, reinversión, depreciación, reposición de stocs).
La actividad económica propia y participativa es el motor del Consejo Comunal, no es andar de conserjes asumiendo respuestas que son de otros. Ocuparse de la mejora personal, individual y colectiva supone un desarrollo endógeno. Mientras la comunidad le haga el trabajo a los burócratas y no hacen el propio seguirán dependiendo de otros y en pobreza. Cada quien que se ocupe y cumpla con su rol y su trabajo, que cumpla con lo suyo para que no tengamos malentendidos comunales.
Economista y profesora universitaria
www.mariajosefinamas.com
Pero padecemos de malos entendidos con respecto a estas formas de agrupación. Resumo sucintamente: 1. No es el gobierno quien lidera el Consejo; 2. Ninguna agrupación política debe tener el control del Consejo; 3. No es posible actuar sin plan, y sin control de gestión; 4. El dinero recibido (no bajado, la gente no está abajo por no tener los millardos del gobierno) no se utilizan para sustituir las competencias de las Alcaldías, gobernaciones e instituciones públicas. Hay muchas otras debilidades en estos consejos, pero en esta última está el gran malentendido, es decir, en el destino del dinero que el Consejo recibe del gobierno.
Los estudios realizados indican que el 97% de los fondos otorgados por el gobierno en los consejos comunales se han destinado a vialidad, reparaciones de obras, y mejoras en infraestructura de diversa índole. Sólo un 3% logra un destino distinto, mayormente en salud y educación. De forma tal, que el consejo comunal viene a resolver las debilidades que son responsabilidad de las Alcaldías, Gobernaciones, Ministerios y demás entes del gobierno. ¿La población atendiendo los problemas del gobierno? Los Consejos Comunales no nacen para sustituir la responsabilidad de los gobiernos en distintas esferas, sino para desarrollar acciones que les permita su propio desarrollo y esta misión aún espera un buen final en Venezuela.
Hay que darle un parao a estos desatinos económicos comunales. Con la hiperinflación existente será conveniente que el centro del consejo comunal atienda la producción económica. Qué y cómo producir son el centro del consejo comunal para el "gran arranque". Luego, ¿cómo distribuir las utilidades y cómo reinvertirlas en beneficio comunal? Esta parte es un tema de economía política, pues nadie trabaja sin un beneficio propio (sueldos, salarios, utilidades) y se requiere de un beneficio colectivo (inversión, reinversión, depreciación, reposición de stocs).
La actividad económica propia y participativa es el motor del Consejo Comunal, no es andar de conserjes asumiendo respuestas que son de otros. Ocuparse de la mejora personal, individual y colectiva supone un desarrollo endógeno. Mientras la comunidad le haga el trabajo a los burócratas y no hacen el propio seguirán dependiendo de otros y en pobreza. Cada quien que se ocupe y cumpla con su rol y su trabajo, que cumpla con lo suyo para que no tengamos malentendidos comunales.
Economista y profesora universitaria
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