El pasado Jueves 22 de Marzo se eligió en condiciones muy particulares, un nuevo Consejo Local de Planificación Pública para Baruta. La elección del CLPP-Baruta desde nuestro punto de vista no cubrió las normas más elementales de una elección confiable, responsable y transparente. Diversos factores influyeron para que ese proceso se realizara con esas características. Comentaré algunos de ellos.
1. La inadecuada reglamentación del Consejo Local de Planificación Pública de Baruta.
1.1. La nueva ordenanza del CLPP-Baruta contiene errores y omisiones graves. Por ejemplo: el artículo 5 determina una integración errada del organismo. Otro yerro legal es la distribución de consejeros entre vecinales y sectoriales y, por ende, por parroquia. Por otra parte, la ordenanza determinó una zonificación que excluyó a barriadas completas. Y además la misma ordenanza se contrapone al Estatuto de la Función Pública.
1.2. De igual manera, el CLPP nunca supo con certeza cuántos Consejos Comunales podrían participar en la elección ni cuántas organizaciones sectoriales se registraron para tal efecto. De hecho, los Consejos Comunales de El Progreso, Los Pinos, Ojo de Agua, Bucarito, Altos de Parigual, Terrazas del Club Hípico y El Peñón de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario no pudieron participar. Tampoco pudieron participar los Consejos Comunales de Santa Rosa de Lima; perteneciente a la Parroquia Las Minas ni El Puente ubicado y registrado por la Parroquia El Cafetal. Por otra parte, los Consejos Comunales de Colinas de Bello Monte y de Prados del Este se abstuvieron de participar, debido a la poca claridad del proceso eleccionario.
1.3. Por otra parte, nunca se tuvo claro cuáles fueron los mecanismos legítimos para postular, ni para participar en la renovación del CLPP. De hecho, el día de la elección hubo postulaciones mediante firmas (no verificadas, por cierto) en contravención de las normas establecidas. Y más grave aún, la Junta Electoral Principal Municipal -única autoridad oficial con capacidad de organizar el proceso (según la Ley del CLPP vigente)-, fue ignorada por el Ejecutivo Municipal.
2. Un poquito de historia porque ya la tenemos…
Lo cierto, es que las opacidades mencionadas arriba, afectaron de nuevo la credibilidad del proceso electoral realizado. Y si escribo “de nuevo” es porque en el año 2004, también de presentaron quejas y reclamos sobre un presunto fraude electoral cometido por las autoridades públicas locales. El caso llegó hasta la Asamblea Nacional y, pese a la emisión de una opinión favorable hacia las asociaciones vecinales querellantes; el informe nunca llegó al municipio Baruta, quedando todo en el olvido.
Yo sí recuerdo; sin embargo que en aquella ocasión (las elecciones de Septiembre de 2004) hubo una serie de reglas de participación electoral –al menos en el ámbito vecinal- que fueron cumplidas. Por lo menos, las asociaciones vecinales que me postularon en ese proceso las cumplieron. Allí hubo incluso una comisión electoral y un registro electoral de delegados votantes. La Defensoría del Pueblo asistió y refrendó el acto. ¿Cuál fue el mayor señalamiento vecinal que se le hizo a aquellos comicios? La falta de difusión con que se realizaron por una parte; y en segundo término, la presunta manipulación de la ordenanza; mediante un pacto por los partidos representados en el Concejo Municipal de Baruta; según cuentan.
3. Lo que pasó esta vez…
En esta oportunidad, el desorden fue mayor. No hubo Junta Electoral Municipal. Tampoco hubo Defensoría del Pueblo ni otra autoridad jurisdiccional que validara los comicios ante cualquier eventualidad. Lo que al parecer, si hubo fueron insultos y descalificaciones. Las propias “reglas electorales” establecidas de la ordenanza no se cumplieron y hasta con la sola presentación de un grupo de firmas fueron electos algunos consejeros, como mencioné anteriormente. Por otra parte, se habló de un pacto entre los partidos Primero Justicia y el Movimiento Quinta República para repartirse los representantes “vecinales y sectoriales”, ante el CLPP. Si hubo pacto o no, importa poco ahora. Lo verdaderamente trascendente es que, la elección de una importante instancia para la participación ciudadana quedó llena de dudas por la gestión de las autoridades públicas locales. Es decir, otro auto-gol más…
4. Los resultados obtenidos: un nuevo CLPP de verdad, verdad…
La conformación del CLPP-Baruta cambió sustancialmente. Al menos, ya no hay tantos empleados públicos visibles (la ley lo prohibe, además). Queda claro, en la conformación del CLPP, el trabajo comunitario realizado por la Concejala Marisela Boada (MVR o PUSV) y su equipo de promotores. De esto no hay dudas. También queda establecida la poca incidencia del partido Primero Justicia, en el movimiento vecinal independiente. De allí quizás, surja el pacto que han mencionado algunos. Pero fuera de la interpretación política. Hay otras interpretaciones también interesantes.
Por ejemplo, las zonas populares del municipio ganan terreno en el CLPP. En efecto, comunidades como Monterrey, La Palomera, Hoyo de La Puerta, Santa Cruz del Este; Chupulún y otras tres (3) comunidades de la Parroquia Las Minas tendrán -de ahora en adelante-, representantes directos, principales o suplentes en el Consejo Local de Planificación Pública. Esta situación le da un matiz interesante al organismo, porque en términos generales esas comunidades populares son zonas excluidas y mal atendidas por las políticas públicas programadas desde la Alcaldía. De igual manera, de ser cierta (no tenemos los datos oficiales) la inclusión de los Comités de Salud –Misión Barrio Adentro- en la representación sectorial de salud ante el CLPP, se agregaría un mecanismo adicional de control social a las políticas sanitarias del municipio. Por el contrario, la representación de las urbanizaciones se redujo en forma notable. Quedó reducida obviamente a la zona de El Cafetal, y a un representante de Bello Monte, (que lamentablemente no tuvo el aval de su Consejo Comunal).
En síntesis, la nueva conformación del CLPP-Baruta podría generar procesos de participación que pueden resultar interesantes; sobre todo en el ámbito popular de Baruta. Hay un nuevo reto planteado que el movimiento vecinal de Baruta debe descifrar. Amigas y amigos recordemos lo andando estos dos últimos años.
Otra conclusión fue el evidente desinterés mostrado por el movimiento vecinal independiente en relación a este proceso. Y es que, luego de obtener resonantes triunfos ante los partidos gubernamentales (MVR y Primero Justicia) en las elecciones de los Consejeros Vecinales ante el Consejo Metropolitano de Políticas Públicas; el movimiento ciudadano NO supo entender las potencialidades que le ofrecía la renovación del CLPP; pese a estar advertido de este evento y de sus oportunidades, desde hace casi ocho meses.
Por supuesto, “en condiciones normales” y con la participación de los Consejos Comunales organizados en los cuatro puntos cardinales del municipio, los resultados seguramente hubieran sido diferentes; y tal vez no muy agradables para los dos partidos políticos, aún dominantes en Baruta. Pero esa fue una posibilidad que no ocurrió. La posibilidad que sí parece estar clara en el horizonte, es el avance continuo de unos Consejos Comunales que organizados bajo una orientación determinada, vienen directo a tomar el poder constituido. Y bajo ese concepto no habrá pactos…
CON UNIDAD Y ORGANIZACIÓN ES POSIBLE.
EL CLPP-BARUTA ES UN ESPACIO DE PARTICIPACIÓN
PARA TODOS LOS CIUDADANOS
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