Las elecciones regionales del próximo mes de Noviembre encierran la confrontación entre dos visiones contrapuestas de la gestión pública. Una de ellas, se fundamenta en el excesivo centralismo y la concentración del poder; mientras que su antítesis, se basa justamente en una valoración de la actividad gubernamental descentralizada y desconcentrada y, por ende, más cercana a la población y a las comunidades.
El centralismo y la concentración del poder político y financiero –por más buenas intenciones que tenga- sólo trae consigo el abuso de autoridad, la corrupción y la ineficacia en la gestión de gobierno. Por supuesto que, tanto la descentralización como la desconcentración de la actividad gubernamental implica fuertes exigencias de modernización institucional y de un auténtico compromiso ético en realizar una administración corresponsable y transparente.
Nuestra Carta Magna, aprobada por referendo popular en Diciembre de 1999, le otorga rango constitucional a la descentralización como uno de las cualidades sustantivas del gobierno venezolano y de la entidades que lo componen (artículo 6, CRBV). De la misma manera, se establece que la Asamblea Nacional podrá atribuir; tanto a los municipios como a los estados competencias de índole nacional, para de esta manera promover la descentralización (artículo 157, CRBV); y, por si fuera poco, se considera a la descentralización como una política nacional destinada a profundizar la democracia (artículo, 158).
El artículo 184 de la CRBV, es trascendente para la descentralización ya que determina; entre otros aspectos, la creación de mecanismos legales flexibles y abiertos para que estados y municipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales la gestión de servicios; previa demostración de sus capacidades.
En los próximos comicios de Noviembre, el voto por aquellas candidaturas comprometidas con la descentralización significa una defensa de la Constitución Bolivariana y de las posibilidades de alcanzar un desarrollo autónomo, plural y democrático del país. Un voto por los candidatos centralistas además de vulnerar el marco constitucional, cerrará estas oportunidades y abrirá las compuertas para el establecimiento del autoritarismo en Venezuela.
1 comentario:
Según tu punto de vista, en las próximas elecciones se estarán enfrentando las visiones del centralismo vs. la descentralización, sin embargo, lo más probable es que el electorado no lo vea así, seguramente habrá muchos que aun busquen apoyar un candidato simplemente porque sea rojo u opositor, algunos otros, muy pocos tal vez, utilizarán otros criterios de elección.
Ahora bien, quería agregar que parece contradictorio que un gobierno centralizador y que busca mermar el protagonismo y las funciones de los liderazgos regionales representados en los gobernadores y los alcaldes esté asistiendo con mucho ímpetu a dichas elecciones. Por supuesto, que aunque les quiere quitar competencias y recursos a todas costa, siempre será bueno para Hugo tener espacios de poder asegurado fuera de Caracas. No quiere que toda Venezuela le niegue el apoyo por causa de una fuerte oposición desde las gobernaciones como ha sucedido en el Zulia desde hace un tiempo.
Saludos y gracias por el proyecto de ley puesto a disposición.
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