miércoles, octubre 25, 2017

POR UNA REVISIÓN DEMOCRÁTICA Y PROGRAMÁTICA



Sería muy grave que no ocurriera un debate en los sectores de oposición democrática sobre los resultados de las elecciones regionales del pasado 15-O y, también sobre cómo actuar de ahora en adelante. Ese debate es necesario; pero debe realizarse bajo criterios asertivos y en condiciones que lo hagan productivo. El intercambio de insultos, descalificaciones personales entre líderes democráticos; a través de los medios de comunicación y las redes sociales, no contribuye sino a consolidar una pobre imagen discursiva y programática de la oposición.
En relación a los resultados electorales regionales, la alianza opositora ha venido recopilando y documentando un alto número de irregularidades cometidas; tanto por el propio Consejo Nacional Electoral (CNE) como por el bloque oficialista que según se ha informado serán llevadas a instancias internacionales. Por otra parte, la Asamblea Nacional ha reiterado en dos acuerdos su desconocimiento al proceso comicial que eligió a los gobernadores de las 23 entidades federales.¹ Y eso significa una acción importante y estratégica en las confrontaciones políticas que vendrán.
En cuanto al ¿qué hacer? la cosa pinta diferente, porque es más complicado. Hasta ahora, y en medio de las intervenciones más viscerales que analíticas, lo que se vislumbra es una lucha soterrada por el control político de la dirección de las fuerzas democráticas. En efecto, una nueva plataforma “soyvenezuela”² aspira a desplazar y convertirse en la sustituta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Por su parte, ésta última viene llamando a revisar y refundar la unidad del bloque opositor.
El objetivo que se propone la nueva “soyvenezuela” además de anti-unitario no es tan sencillo; pues hasta ahora sus organizaciones proponentes no han mostrado ni fuerza ni músculo político en el país; mientras que la vilipendiada MUD reúne a las principales partidos políticos democráticos ³. En tal sentido, pienso que la idea de estructurar una nueva alianza con base a la exclusión de otros factores políticos (además de reflejar autoritarismo y sectarismo), parece condenada al fracaso.
Un detalle adicional es que en el ámbito opositor suele identificarse periódicamente a “algún traidor”. Los acusados son personajes importantes y de proyección mediática nacional. Así han sido tildados líderes como Henrique Capriles, Manuel Rosales, Julio Andrés Borges, Henri Falcón y, últimamente Henry Ramos Allup y los 4 gobernadores recién electos y militantes de AD. Al respecto, cabe preguntarse: ¿cómo pretende presentarse ese sector político como una alternativa de gobierno, si denigra en forma reiterada de su propio liderazgo? Hay que salir de ese ambiente enrarecido y autodestructivo, ya.
Una deuda pendiente de la oposición venezolana es la elaboración de un proyecto programático realista, creíble y con algún grado de viabilidad. El bloque democrático ha desperdiciado la ingente cantidad de talento humano que puede ofrecer y aportar ideas, conceptos y propuestas  para estructurar una sólida oferta a toda la población del país. ⁴ En realidad, los factores democráticos deben superar el “vete ya” (que para muchos ciudadanos suena a golpismo), por una acción propositiva de cambio desde todas las instancias y espacios donde actúen.
Otra deuda viene dada por su relación intermitente con los sectores sociales y comunitarios del país. El cambio democrático en Venezuela ha marchado con lentitud, debido a la extrema debilidad y dispersión de sus movimientos sociales.⁵ Si a eso agregamos el escaso diálogo de los partidos democráticos con los sectores sociales, las dificultades para construir una alianza más allá de lo electoral, son insalvables. Por su parte, el chavismo desde su llegada al poder ha hecho justo lo contrario; es decir, ha desarrollado una narrativa que conecta con esos movimientos y colectivos.
El tema electoral -que es un componente fundamental en la estrategia de la unidad democrática-, luce ahora amenazado. Y es que conformarse con afirmar que la ruta electoral está cerrada en Venezuela, es muy grave si de paso también se afirma que no hay posibilidades de diálogo ni de negociación alguna. Entonces, ¿qué opción le queda en el portafolio a la oposición, acaso una ruta violenta? Pienso que si el gobierno “cierra la puerta electoral”; pues entonces hay que abrirla de nuevo y cuantas veces sea necesario.
Un aspecto trascendente para la oposición es la consolidación urgente de un aparato electoral de calidad, eficaz y profesionalizado que pueda hacer frente  al oficialismo en los eventos electorales que seguro vendrán, entre ellos las elecciones municipales y las presidenciales.
Finalmente, se requiere de un debate que sea verdaderamente democrático, programático y responsable. Recomponer la unidad, pero de manera unitaria, es básica para continuar en la lucha por el cambio. No hay que temer a las diferencias ni a la diversidad. Por el contrario, hay que reconocerse en ella. Se necesita una unidad que incluya y no descalifique. Para ello, hay que impulsar un debate que proponga y no solamente se oponga y, en el que la agenda social sea considerada con seriedad. Vayan por el cambio, todo un país les espera.
Saludos a todos
@migonzalezm
Notas
¹ En fecha 19 de octubre de 2017, la Asamblea Nacional declaró fraudulento el proceso de elecciones regionales y, el 25 del corriente desconoció el acto de los cuatro gobernadores que se juramentaron en la ilegal Asamblea Nacional Constituyente, que controla el partido de gobierno PSUV.
² La plataforma “soyvenezuela” está siendo impulsada por el partido Alianza Bravo Pueblo (ABP) que lidera el alcalde metropolitano Antonio Ledezma (injustamente privado de libertad) y el grupo denominado Vente Venezuela, que encabeza María Corina Machado. Ambas organizaciones no poseen mayor incidencia en la población. La plataforma soyvenezuela fue lanzada el 18 de septiembre de 2017 y no apoyó la participación electoral en las elecciones regionales. 
³ La MUD aún reúne a las principales organizaciones partidistas del país, como son: el Movimiento Primero Justicia (MPJ), Acción Democrática (AD), Un Nuevo Tiempo (UNT), Voluntad Popular (VP), Avanzada Progresista (AP), La Causa Radical (LCR); entre otras organizaciones regionales e incluso locales.
⁴ La MUD logró formular importantes documentos programáticos, como fueron: los “Aspectos Fundamentales de los Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional”, la “Agenda Parlamentaria”, las “100 Soluciones para la Gente”, los Lineamientos Generales para una Política de Descentralización” y los Lineamientos para una Gestión Municipal para Pueblo y para el Progreso”; entre otros. Tales documentos y propuestas de trabajo; salvo contadas excepciones han sido impulsadas por los factores políticos de la unidad democrática.
⁵ Salvo el movimiento estudiantil, el resto de movimientos sociales y de base tienen una escasa capacidad de organización y movilización. Algunos gremios y sindicatos (de maestros, médicos, ingenieros y periodistas) intentan impulsar luchas reivindicativas de carácter permanente; pero generalmente no logran. Las organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos tienen mayor regularidad en su actuación; pero aún no es suficiente. En todo caso, la MUD tiene una enorme deuda programática y reivindicativa con estos sectores.


jueves, octubre 19, 2017

POST 15-O: EN LA UNIDAD, TOCA REFLEXIONAR PARA SEGUIR ADELANTE



Los resultados electorales del pasado 15 de octubre en los que el bloque oficialista ganó 18 de las 23 gobernaciones en disputa, originaron un intenso debate sobre las irregularidades cometidas por las autoridades electorales (CNE) y, por la presunta irresponsabilidad de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Por su parte, la MUD se ha negado a reconocer los resultados¹ y ha solicitado una auditoría global del proceso. Además inició -con sus equipos-, la documentación de las irregularidades por cada entidad federal.
Luis Almagro, Secretario General de la OEA acusó a la MUD de “transformarse en un instrumento esencial del eventual fraude y de demostrar que no tiene reflejos democráticos como para proteger los derechos de la gente en este caso el voto”.² María Corina Machado, indicó que las 5 gobernaciones ganadas por la MUD fueron “asignadas” por el régimen de Maduro a cambio de una negociación.³ Países como Canadá, Estados Unidos y España y corporaciones como la Unión Europea exigieron una revisión y aclaratoria sobre el proceso de elecciones regionales. El resultado electoral 15-O tuvo varias causas; pero reducir su análisis inculpando a la MUD no contribuye al conocimiento de lo que verdaderamente pasó; sino a oscurecerlo.
El proceso del 15-O presentó evidentes indicios de fraude iniciados incluso antes de su realización con la persecución y detención de líderes opositores y con la inhabilitación política de diputados y gobernadores.⁴ Además, se practicó la reubicación de centros de votación y de electores; entre otras graves irregularidades. Pero el fraude más evidente ocurrió en el estado Bolívar. Allí, el líder opositor Andrés Velásquez logró obtener una estrecha victoria⁵ sobre el oficialista Justo Noguera; quien finalmente recibiera la proclamación del CNE, entre gallos y media noche.
En las elecciones del domingo, la MUD perdió 2.873.713 votos en comparación con su participación electoral de diciembre del año 2015.⁶ A esa pérdida de su capital electoral -que sin duda alguna fue determinante en el resultado general-, se agregan las múltiples irregularidades acontecidas durante el proceso. Es fácil suponer que vendrán otras medidas, esta vez de naturaleza jurisdiccional contra los cinco candidatos de la MUD que ganaron en los estados Anzoátegui, Nueva Esparta, Mérida, Zulia y Táchira. Es decir, la situación puede complicarse mucho más.
Se ha abierto un debate sobre la actuación de la MUD en las elecciones regionales. Para sus adversarios más extremistas ubicados dentro y fuera del país, la MUD es un grupo “colaboracionista” del régimen de Maduro, que por ende, tendría que desaparecer. De allí, emergen argumentaciones descalificadoras contra el esfuerzo de miles de venezolanos que con su voto dieron el triunfo a la oposición en 5 entidades federales (por cierto, 2 más que las obtenidas en 2013).⁷
Es público y notorio que desde hace tiempo existen serios enfrentamientos, fraccionamientos y discusiones a lo interno de la oposición democrática por su conducción, la fijación de los objetivos a alcanzar y de los medios para alcanzarlos. Ese debate se agudizará ahora y, tal como están las cosas, interferirá en la realización de los necesarios procesos evaluativos y críticos que suponemos se realizarán en la oposición venezolana.
La sobrestimación del alcance del evento electoral y de los resultados a conseguir, creo  constituye un elemento importante para la explicación de la frustración reinante en el electorado. En realidad, el bloque democrático confundió la lectura del rechazo popular de la gestión de Nicolás Maduro -ubicada por las encuestadoras en un 80%- con la intención real de voto regional.  La elección de gobernadores es un evento diferente a un proceso nacional.
Por otra parte, era difícil que la oposición consiguiera las 20 gobernaciones que algunos pronosticaban. Hay estados como Apure, Cojedes, Delta Amacuro, Guárico, Portuguesa, Trujillo y Vargas, donde los candidatos de la MUD tenían una cuesta muy empinada que remontar en poco tiempo. Por último, la ciudadanía recibió del bloque democrático un mensaje contradictorio y no unitario. Por una parte se hizo un llamado a votar y, por otro lado se llamó a la abstención. Esa dialéctica generó confusión en el electorado.
La “institucionalidad semipública” y clientelar al servicio del Estado desempeñó una función de organización, movilización y control determinante durante el proceso electoral. Me refiero a las bases de misiones socialistas, los comités de lucha popular, las UBCH, la misión “Madres del Barrio, los consejos comunales y los CLAP. La MUD no posee una estructura organizativa similar porque maneja otros valores éticos y políticos que no se basan en la cooptación y el control de voluntades  y, en segundo lugar, la plataforma carece de los recursos para implementarla.  
En este contexto, acusar a la MUD de ser un instrumento al servicio de un fraude o descalificar los triunfos obtenidos por la coalición, resulta un argumento muy simplista o por lo menos, demuestran desconocimiento de cómo van las cosas en el país. Insisto en la necesidad que tiene el bloque democrático de realizar un análisis desprejuiciado de lo que pasó. Esa es la única vía para reponerse y, seguir adelante por el cambio democrático.
Saludos a todos.
@migonzalezm

Notas
¹ La Mesa de la Unidad Democrática en fecha 16 de octubre de 2017 desconoció en forma pública notoria y comunicacional los resultados electorales regionales. El Nacional, 16 de octubre 2017.
² Mensaje del Secretario General sobre Venezuela. www.oas.org 16 de octubre de 2017.
³ Declaraciones de María Corina Machado, en VPItv (youtube) 16 de octubre de 2017
⁴ En el estado Miranda, por ejemplo, fueron inhabilitados por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), los alcaldes Ramón Muchacho (municipio Chacao) y David Smolansky (municipio El Hatillo) y por la Contraloría General de la República (CGR), la diputada Adriana D’Elia y el gobernador Henrique Capriles.
⁵ Según Andrés Velásquez, él obtuvo 272.970 votos (50.42%) frente Justo Noguera que alcanzó 268.361 votos (49.58%)
⁶ En las elecciones parlamentarias de 2015, la MUD consiguió 7.726.066 votos; mientras que en estas elecciones regionales alcanzó 4.852.353 votos. El descenso del PSUV fue sustantivamente menor de 5.622.844 de votos en 2015 pasó a 5.571.879 en 2017.
⁷ En las elecciones regionales de 2013, la MUD ganó tres (3) gobernaciones; a saber: Lara (Henry Falcón), Miranda (Henrique Capriles Radonsky) y Amazonas (Liborio Guarulla, inhabilitado por la Contraloría General de la República). En estas elecciones la Mesa ganó en cinco (5) entidades federales: Anzoátegui (Barreto Sira), Mérida (Ramón Guevara), Nueva Esparta (Alfredo Díaz), Táchira (Laidy Gómez) y Zulia (Juan Pablo Guanipa).

 


martes, octubre 10, 2017

15-O elecciones de gobernadores y cambio democrático

Más allá del nuevo mapa que pueda surgir del 15-O y, de las cifras nacionales de votos y de abstención que se conozcan ese mismo día, las elecciones de gobernadores constituyen un evento mucho más complejo de lo que se avizora en las redes sociales y en la opinión pública. Sus resultados pueden significar la apertura o no, hacia el cambio democrático que reclama Venezuela; en medio una profunda crisis económica e institucional sin precedentes.
En efecto, este 15 de octubre de 2017 se realizarán elecciones en los 23 estados de Venezuela para elegir en cada uno de ellos sus respectivos gobernadores. Los gobernadores son electos mediante votaciones directas, universales y secretas. Los gobernadores son la autoridad ejecutiva de cada estado y, junto con el Consejo Legislativo, la Contraloría del estado y el Consejo Estadal de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas, conforman la institucionalidad del Poder Público Estadal.
En esta oportunidad no se elegirán como correspondería y (de manera inexplicable), a los diputados a los Consejos Legislativos; con lo cual los gobernadores (electos o reelectos) contarían con el mismo poder deliberante  escogido en las pasadas elecciones del año 2012. En el presente, tan sólo tres entidades federales poseen gobernadores electos por la plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD); mientras que las veinte restantes se encuentran bajo el control del oficialista Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV).
En realidad, desde las elecciones del año 2000 y hasta el presente, el PSUV ha mantenido siempre el control político y de la gestión sobre la amplia mayoría de gobiernos estadales de la República; lo que le ha permitido una red institucional de poder e influencia política y económica que ahora dependiendo de los resultados electorales del 15-O, pudiera quebrarse. Esta hegemonía sobre la institucionalidad pública estadal en detrimento de la alternancia, ha propiciado el posicionamiento del centralismo, el clientelismo y la poca transparencia en la gestión de los asuntos públicos regionales.
Tener mayoría en los gobiernos estadales supondría el control del Consejo Federal de Gobierno y en consecuencia, del Fondo Compensación Interterritorial que constituyen órganos constitucionales; cuyo objeto es impulsar la descentralización político-territorial y reducir los desequilibrios de desarrollo entre las regiones del país. En tal sentido, una victoria del bloque democrático que garantice una nueva mayoría en los gobiernos estadales frente al PSUV, tendría además del impacto electoral, otro institucional de amplio alcance que pudiera afectar el modelo de gestión que ha impulsado -desde hace 18 años-, el chavismo en Venezuela.
El impacto institucional de una victoria del bloque democrático supondría una apertura hacia la alternabilidad, la descentralización, el desarrollo de la Hacienda Pública Estadal y de la verdadera participación ciudadana, con el apoyo de la Asamblea Nacional. También cabría la renovación de los Consejos Estadales de Planificación con participación de los representantes de la misma Asamblea Nacional; bajo criterios democráticos, transparentes y participativos.

Por supuesto, y resulta fácil suponerlo, el bloque oficialista no aceptará fácilmente una correlación político-electoral adversa. El gobierno central cuenta con la una batería de instancias burocráticas que sin duda alguna impulsaría, para tratar de reducir su pérdida en las entidades federales. Nos referimos a figuras administrativas como los distritos motores de desarrollo, las áreas estratégicas, las regiones estratégicas o las corporaciones regionales; entre otras. Sin embargo, la estrechez económica-financiera que atraviesa el Estado pareciera dificultar la implementación de medidas como éstas.
La utilización de la vía jurisdiccional; mediante el desconocimiento de algunos resultados desfavorables sería otra opción oficialista que sólo agudizaría aún más la percepción de la naturaleza autoritaria que tiene el gobierno de Maduro; tanto a nivel nacional como internacional. En síntesis, un resultado adverso afectaría en forma severa la difícil gobernabilidad de la actual administración gubernamental del PSUV.
Una propuesta política dirigida a promocionar la abstención en estas elecciones regionales surgió de grupos opuestos a la MUD. La abstención electoral ha sido propuesta con anterioridad; aunque no siempre con éxito. Los primeros en proponer la abstención fueron las organizaciones de ultraizquierda como el PRV y la FALN, en los años sesenta. Luego fue Chávez quien la propuso, ante las elecciones presidenciales de 1993. En el año 2005 correspondió impulsarla al propio bloque democrático en elecciones parlamentarias de ese año. Como punto de partida, cabe señalar que la abstención en las elecciones estadales de 2012 alcanzó un 46%.
La elección de gobernadores supone un inmenso reto para los actores políticos involucrados y para una ciudadanía que quizás acuda al proceso comicial con expectativas de cambio sobrestimadas. Es necesario recordar que, las elecciones del 15-O no están diseñadas para “sacar a Maduro”; pero abstenerse de participar en ellas, contribuirá por el contrario, a su fortalecimiento. En todo caso, el 16-O amencerá Venezuela con una nueva realidad institucional estadal, mucha más compleja y con una gobernabilidad condicionada.  

@migonzalezm

martes, octubre 03, 2017

CELEBRANDO EL DÍA DEL VECINO, 3 OCTUBRE DE 2017, MANIFIESTO


Hoy, 3 de octubre de 2017, en una nueva conmemoración del Día el Vecino, reiteramos con fuerza renovada y esperanza orientadora, nuestro compromiso con la lucha por la recuperación de la democracia en Venezuela, como el modelo de vida basado en el respeto pleno de los derechos humanos y la paz y, garante del desarrollo humano  próspero y sustentable.   
La trayectoria de los vecinos y de sus expresiones asociativas siempre se ha caracterizado por su apego a las prácticas democráticas y al impulso de las justas luchas; tanto por el mejoramiento de la calidad de vida de sus caseríos, barrios, urbanizaciones, pueblos y ciudades; así como por la ampliación del ejercicio del derecho a la participación ciudadana de manera responsable e incluyente.
En estos tiempos, de comienzos del siglo XXI, en los que se tratan de imponer prácticas y modelos ajenos a la tradición democrática del pueblo venezolano, resulta una obligación para todos los activistas y líderes sociales y comunitarios el impulso de la acción concertada y unitaria en defensa de la Constitución vigente y la institucionalidad democrática, maltratadas por una visión hegemónica, centralista y autoritaria del gobierno.
En el contexto de la defensa de la institucionalidad democrática, el movimiento vecinal venezolano reclama la restitución del  valor del municipio como actor fundamental del desarrollo nacional. La restitución de la democracia en Venezuela requiere de un municipio fuerte y eficaz en el cumplimiento de sus competencias territoriales y de la prestación de los servicios públicos con la incorporación de los vecinos y sus expresiones asociativas en los procesos de planificación, ejecución, control y evaluación de las políticas públicas, de acuerdo con la ley.
El relanzamiento de la democracia venezolana pasa por la superación del aislamiento conceptual del desarrollo municipal y, por ende, de su incorporación a agendas globales; tales como los Objetivos de Desarrollo Sustentable 2030 y a la defensa del Derecho a la Ciudad, de creciente vigencia en el mundo actual.
En esta conmemoración del Día el Vecino, reclamamos -por parte de los 335 Concejos Municipales-, la necesaria e inmediata promulgación de ordenanzas que protejan y garanticen los derechos de los vecinos y de sus comunidades como sujetos primordiales de la acción de los gobiernos locales, en un ambiente de respeto mutuo y de establecimiento de relaciones de cooperación y complementariedad.
Reconocemos a la soberana Asamblea Nacional, electa mediante el voto directo, universal y secreto de los vecinos venezolanos, en las elecciones del pasado 6 de diciembre de 2015, como único órgano del Poder Legislativo Nacional y, le proponemos incorporar dentro de su plan legislativo las leyes y las reformas de leyes destinadas al fortalecimiento de la descentralización, la autonomía municipal y la participación ciudadana.
Hoy, 3 de octubre de 2017, reivindicamos para los vecinos los siguientes derechos:
I.- Los vecinos tenemos derecho a participar en la elección de nuestras autoridades parroquiales, municipales, estadales y nacionales de manera democrática; mediante el voto, directo, universal y secreto
II.- Los vecinos tenemos derecho a participar en la planificación, ejecución, control y evaluación de las políticas públicas y, en el tratamiento de los asuntos relacionados con nuestra calidad de vida
III.- Los vecinos tenemos derecho a asociarnos de manera libre y autónoma en defensa de nuestros legítimos derechos e intereses
IV.- Los vecinos tenemos derecho a reunirnos de manera autónoma, libre y pacífica para tratar asuntos de interés comunitario y local
V.- Los vecinos tenemos derecho a la libre expresión de ideas y pensamientos; así como a presentar solicitudes y propuestas de inversión local; por ante las autoridades competentes
VI.- Los vecinos tenemos derecho a utilizar los medios de participación y las instancias de atención ciudadana contempladas en la Constitución Bolivariana de Venezuela del año 1999
VII.- Los vecinos tenemos derecho al emprendimiento y al desarrollo de formas de economía popular y comunitaria, sin más requisitos que los exigidos por las ordenanzas municipales
VIII.- Los vecinos tenemos derecho al acceso a la información pública y a la rendición de cuentas; por parte de las autoridades a nivel parroquial, local, estadal y nacional
IX.- Los vecinos tenemos derecho a un medio ambiente sano, en el marco de políticas, programas y proyectos enmarcados dentro de la sostenibilidad y la sustentabilidad
X.- Los vecinos tenemos derecho a la prestación por parte del municipio y demás entidades públicas y privadas de servicios públicos de calidad y de programas sociales eficaces e incluyentes
XI.- Los vecinos tenemos derecho a la garantía y a la protección de nuestros derechos individuales y colectivos y al reconocimiento de los tratados, convenciones y acuerdos internacionales que amparen a los mismos
Saludos y felicitaciones a todos los vecinos y vecinas en su día; que extendemos a todos los activistas y voceros de los movimientos sociales y comunitarios que comparten la lucha de cada día por una comunidad democrática, libre y próspera; base de la Venezuela que aspiramos todos.

Caracas, 3 de octubre de 2017