NOTAS PARA EL CAPÍTULO I
El comienzo de los movimientos vecinales en Venezuela, o por
lo menos su registro inicial, se ubica en el ocaso de la época gomecista en la
década de los años treinta. Para ese momento, los partidos políticos y los
movimientos sociales (como el de los trabajadores, de los estudiantes y de las
mujeres) se convirtieron en los principales dinamizadores del cambio social en
esa transición. Durante el período que va desde 1928 hasta 1941 se produjo un
vasto movimiento de participación social que incluyó la formación de los
partidos políticos modernos (1936-1941), de una incipiente sociedad civil y por
supuesto, dentro de ella, de los movimientos vecinales. Así pues, que es en
medio de ese contexto del surgimiento de los partidos políticos modernos, de las
luchas sindicales y estudiantiles, de las luchas por los derechos de las
mujeres y por los derechos sociales en general, que emergieron unas entidades
conocidas como Ligas de Colonos, que han sido reconocidas como las primeras
asociaciones comunitarias del siglo XX por la historiografía nacional.
Sobre la aparición de las Ligas de Colonos hay mucho que
escribir, a pesar de cierto manto de opacidad que aún predomina a su alrededor,
por la dificultad que supone el acceso a fuentes primarias y por el desapego
que ha predominado sobre el tema comunitario. Por ejemplo, hay cronistas y
académicos que ubican su conformación en los años veinte en la parroquia Santa
Rosalía[1]
lo cual implicaría una nueva periodicidad para su estudio. Otras opiniones como
la del historiador Omar Alberto Pérez relatan
(…) como la organización comunitaria comenzó a gestarse
espontáneamente durante el gobierno de Juan Vicente Gómez en 1934, con
pobladores que participaron en la fundación de barrios caraqueños en San
Agustín, La Vega y Antímano y crearon tales agrupaciones (…)[2]
Por otra parte, según
el historiador local Agapito Hernández (2021) la Liga de
Colonos de San Agustín del Sur puede ubicarse en 1936. Al respecto señala que,
(…) a
comienzos del año de 1936, los habitantes de los diferentes sectores de la
comunidad de San Agustín de las partes Norte y Sur, vieron la necesidad de
unificar criterios en pro de las mejoras de los sectores y constituyen una de
las primeras organizaciones parroquiales como fue "La Liga de
Colonos". Integradas por profesores universitarios, dirigentes de partidos
políticos, empresarios, comerciantes, la iglesia católica, estudiantes,
obreros, amas de casas y autoridad civil. Durante su existencia la Liga de
Colonos, logró muchas conquistas reivindicativas principalmente para los
habitantes de la parte sur, como fueron pavimentación de algunas calles,
alumbrado público, empotramiento de aguas servidas y aguas blancas, escuelas,
dispensarios, el mercado libre en el antiguo Nuevo Circo de Caracas y rebaja de
los precios de los terrenos. Asimismo, fue una escuela de formación de
luchadores sociales de diversos sectores sociales. Pero su mayor logro fue el
decreto de elevación como Parroquia Civil, publicado en la Gaceta Municipal,
Número Extraordinario del martes 22 de diciembre del mismo año.[3]
Un detalle interesante es
que, en la primera reunión de la Liga de Colonos de San Agustín participaron un
conjunto de personalidades políticas cuyo liderazgo prometía y perfilaba un
alcance nacional. Nos referimos a Rómulo Betancourt[4],
Rodolfo Quintero[5],
Gonzalo Barrios[6],
Olga Luzardo[7]
y Alejandro Hernández[8].
Estos personajes representaban posiciones políticas distintas como la
socialdemócrata (Betancourt, Barrios) y la comunista (Quintero, Luzardo). Dichas
posiciones mantuvieron durante décadas un debate sobre las políticas de
organización y dirección del movimiento popular y comunitario. En otras
palabras, la Liga de Colonos tuvo una alta valoración en el ámbito político y
social para el encuentro, la discusión y la preparación de acciones
reivindicativas de esa comunidad, lo cual le otorgaba una trascendencia que
definiría las posibilidades de organización y gestión de otras comunidades en el
futuro.
¿Pero quiénes eran aquellas
personas llamados y conocidos como colonos cuyas dificultades y
precariedad social lograron reunir a factores políticos y sociales de distinto
signo ideológico? Los colonos no eran otros que ocupantes de terrenos públicos
y privados ubicados en la ciudad de Caracas y que habían venido a la capital
buscando la posibilidad de construir una vida distinta. Los colonos también
constituían una masa de trabajadores que residían en las pensiones y los
albergues marginales caraqueños con poca calidad habitacional.
Los colonos no eran los
vecinos habituales en una ciudad en transformación urbanística y en medio de
una transición y cambio político. Los colonos se convirtieron en habitantes de
quebradas y cerros que aspiraban a una mejor calidad de vida y decidieron
organizarse y unir esfuerzos en función de satisfacer ciertas demandas
relacionadas con el mejoramiento de su calidad de vida. Así, de manera
espontánea e inducida por otros actores sociales se reunieron y se conformaron
las Ligas de Colonos como expresión originaria de lo que sería con el tiempo
una poderosa fuerza social como el movimiento vecinal.
Ahora
bien, el dato más cercano y preciso sobre las Ligas de Colonos lo encontramos
en el Diario El País (1944) que recoge en su edición de 8 de febrero de ese año
la elección de una nueva Junta Directiva para la Liga de Colonos de San Agustín[9].
Según la nota periodística, la entidad vecinal comenzó a funcionar en 1936,
siendo legalizada en febrero de 1937. La nueva Junta Directiva de aquella Liga
de Colonos estaba encabezada por Baldomero Istúriz y también participaron en la
misma las señoras Julia de Romero y Margarita Monje. La entidad vecinal contaba
con 358 integrantes.
Entre
sus principales logros -en sus ocho años de trayectoria-, se mencionan la
rebaja del 50% del valor del terrenos que ocupaban los colonos, la
municipalización del acueducto que antes era de propiedad particular, la rebaja
del 50% de los derechos de agua a los colonos menos pudientes, la donación de
terrenos en la parte este del barrio Marín hecha por Juan Oramas, la gratuidad
de los derechos de cloacas para los menos favorecidos y hasta una donación hecha
a la Liga por el Gobernador Elbano Mibelli[10]
para mejorar su local y para obras sociales.
Margarita
Monje y Julia de Romero destacaron la existencia del comité de damas de la
entidad, así como también construcción de un dispensario y un baño en el local
de la liga para los visitantes. En la nota de prensa del diario El País se
interrogó a los miembros de la Liga de Colonos sobre la actividad del concejal
Gonzalo Barrios de quien refirieron
el
concejal ha trabajado mucho, lo mismo que Manuel Martínez cuando era concejal y
ahora que es suplente. El Dr. Barrios lo hemos visto todo hasta debajo de los
puentes y todo estamos contentos con él.[11]
Con
respecto a la actividad de la Liga de Colonos, Rómulo Betancourt la destaca
como una entidad conformada por sectores
de la sociedad de la época en favor de las personas más vulnerables y que
vivían bajo los puentes de San Agustín
(…) el festival organizado por
Manuel Martínez y otros ciudadanos progresistas de San Agustín en favor de
quienes viven bajo los puentes de ese barrio. Alcanzó a
un remanente líquido de Bs. 1.803, cantidad entregada a la Junta Administradora
de la Liga de Colonos de San Agustín como producto de esa velada. Y al
registrar estos hechos queremos evitar que los profesionales de la cortesanía
capitalicen, en favor de los gestores de la cosa pública, una iniciativa de
raíz y de intención popular[12]
En
síntesis, podemos concluir en una primera instancia que la Liga de Colonos de
San Agustín fue pionera en la organización y desarrollo de los movimientos
vecinales en Venezuela entre 1934 y 1944. Sin embargo, la actividad de las
otras Ligas de Colonos de las parroquias de Antímano, Santa Rosalía y La Vega
quedan aún bajo el manto de opacidad ante la escasez de registros históricos
que no han podido ser ubicados hasta el presente.
La
historiografía también nos señala que las Ligas de Colonos fueron substituidas
por las Juntas Promejoras (1939), estableciéndose una relación directa entre
ambas. Sin embargo, la Liga de Colonos de San Agustín funcionó por lo menos
hasta 1944, con lo cual su actividad fue simultánea con la realizada por la Junta
Promejora. Una hipótesis es que, las Ligas de Colonos quizá hayan cesado en sus
funciones a raíz del golpe de Estado de 1945 cuando se produce un replanteo de
las relaciones políticas en Venezuela y entre otras cosas por el proceso
constituyente de 1947.
Un
comentario adicional es que las Juntas Promejoras fueron impulsadas desde el
Estado por iniciativa del gobierno de López Contreras, aunque algunos
investigadores señalan que su creación obedeció a una acción concertada de las
fracciones de concejales del Partido Democrático Nacional (PDN) y del Partido Comunista
de Venezuela (PCV) en el Concejo Municipal de Caracas en 1939.
Al
respecto, el historiador George Olliver comenta
(…)
ese mismo año, el Ayuntamiento creó sus primeras Juntas Pro-Mejoras
(responsables del desarrollo urbanístico) a nivel parroquial y de barrio, así
como en Ligas de Colonos (asociaciones de colonos). Un líder de AD llamado
Gonzalo Barrios, también se propusieron en pie de formar un consejo ejecutivo
humanitario llamado Junta Pro-Habitantes de Puentes y Quebradas (consejo para
los habitantes de puentes y barrancos) …[13]
Un
dato cierto es que las Juntas Promejoras tuvieron una larga durabilidad, pues
su presencia comprendió desde su aparición a finales de la década de los
treinta y hasta 1978, año en el que se aprueba y se promulga la Ley Orgánica de
Régimen Municipal. Es decir, las Juntas Promejoras se mantuvieron como las
entidades de participación comunitaria dominantes en todo el país como genuina
expresión de los movimientos comunitarios y vecinales. Igualmente, las
convierte en la columna vertebral y el hilo conductor para la comprensión de grupos
vecinales posteriores, incluyendo tanto a las asociaciones de residentes
(creadas a partir de 1958), como a otras manifestaciones comunitarias como los
comités prodefensa, los comités de conflicto y las asambleas de barrio surgidas
en las décadas de los años setenta y ochenta. Cabe agregar que, la larga
trayectoria institucional de las Juntas Promejoras abarcó a todo el territorio
nacional.
Las Juntas Promejoras fueron un acontecimiento nacional o por
lo menos, no estrictamente focalizado en Caracas. Al respecto, González Oquendo[14]
nos ofrece desde Ciudad Ojeda, estado Zulia, una visión descentralizada del
tema,
(…) organizadas a
partir de finales de la década de 1930, desde el Gobierno Nacional, se promovió
la constitución de órganos de participación ciudadana (…) Tuvieron diversos nombres
aunque su objetivo era el mismo: Juntas Promejoras, Juntas Pro-Desarrollo de la
Comunidad, Juntas de Bienestar. (…). Las Juntas Promejoras no eran sólo un acto
de pura voluntad general.
En el estado Zulia y, partiendo de los datos de González
Oquendo se puede identificar Juntas Profomento o Promejoras en esa entidad,
tales como: las Juntas Profomento de
las comunidades de Las Morochas (1941), de Ciudad Ojeda (1942), la Junta de
Lagunillas (1941), la Junta de Bienestar de la comunidad de Tesajeras (1941) y
las Juntas Promejoras de Sierra Maestra (1959) y del barrio Campo Mío (1959). Por
otra, parte, en los barrios del norte de la ciudad de Barquisimeto también se
promovió la creación de Juntas Promejoras.
Una de las Juntas más antiguas de la que se tenga noticias es la creada en el litoral central (Departamento Vargas) en la comunidad El Caribe[15], según registros locales. Otro ejemplo de la expansión de las Juntas Promejoras y de su lucha por el mejoramiento de las condiciones de vida en su sector, fue la establecida en el barrio San Miguel Arcángel en Petare[16], donde se señala también la creación de una asociación de vecinos. La comunidad de El Güire[17] nos presenta otro claro ejemplo de la función de organización comunitaria y su relación con las Juntas Promejoras. También en Carrizal (estado Miranda) encontramos varias experiencias tempranas de lucha vecinal por medio de las Juntas Promejoras, como la comunidad “José Manuel Álvarez”[18].
Un aspecto
curioso y relevante es la superposición
en la historiografía entre las Juntas Promejoras y las Juntas Profomento pues
distintos autores las asimilan como si fueran una misma entidad. En algunos
casos se considera a las primeras como entidades destinadas fundamentalmente al
desarrollo y al mejoramiento urbanístico; mientras que en la segunda estuvieron
dedicadas al fomento de la actividad económica y social. En todo hay datos
sobre la actividad reivindicativa de las Juntas Profomento un ejemplo de ello
fue la protesta contra los caseros en 1939 (por alto costo de los alquileres)
lo que finalmente motivó a que el presidente López Contreras, decretara la
regulación de los alquileres de vivienda. A propósito de esta decisión pública,
el Partido Democrático Nacional (PDN) promovió en 1939, la organización de las
Ligas de Inquilinos como una expresión vecinal que atendiera y apoyara las
reclamaciones de la población en esa área. Estas Ligas de Inquilinos se basó en
la experiencia de las Ligas de Colonos como instancias de organización vecinal.
Un comentario adicional es que en 1939 se constituyó una Junta Central de
Coordinación de las Juntas Profomento en el Área Metropolitana de Caracas lo
cual nos indicaría cierto grado de autonomía de estas entidades frente a las
Ligas de Colonos y las Juntas Promejoras.
Podemos afirmar que las Juntas Promejoras fueron un fenómeno
asociativo nacional, en la cual participaron tanto el Estado como los
movimientos vecinales de la época, y que estuvo asociado al mejoramiento de las
condiciones de vida de las comunidades más débiles y a la organización de sus
vecinos. En tal sentido, pensamos que ahora se puede percibir el nacimiento del
movimiento vecinal con una perspectiva analítica, un tanto más amplia.
Las Juntas Promejoras (herederas de las Ligas de Colonos) sobrevivieron e incluso se convirtieron en un instrumento de colaboración con el Estado para la realización de programas públicos de atención a los sectores más vulnerables; así como también de intervención y competencia frente a otras formas de organización vecinal, como ocurrió en la ciudad de Mérida entre 1958 y 1959, con los Comités Prodefensa[19] (organizados por el PCV y el movimiento estudiantil merideño).
Con el caso de los Comités Prodefensa (de origen izquierdista) y las Juntas Promejoras (con incidencia de Acción Democrática) se van a comenzar a evidenciar las diferencias y las disputas entre las fuerzas políticas por el control político del país y, por ende, por asumir el control del movimiento vecinal que ya era una expresión social emergente. Las expresiones vecinales ya venían demostrando progresivamente su propia fortaleza y su capacidad de negociación con el gobierno, tanto en la formulación de reclamos como para la implementación de ciertos programas públicos. Pero a este asunto, nos referiremos más adelante.
Finalmente, en un comentario adicional parece importante destacar tres experiencias relevantes enmarcadas en el campo de la conformación del movimiento vecinal y que se originaron en el ámbito rural. La primera experiencia es la comunidad de Galipán ubicada en la fachada norte del Ávila en el estado Vargas; la segunda, corresponde al sector Los Manantiales en la zona de Hoyo de La Puerta de Baruta, en el estado Miranda.
La comunidad de Galipán fundó su asociación de vecinos en el año 1982, y ¿tuvo relación con las experiencias previas vecinales a 1958? Pues sí las tuvo, pues esa entidad vecinal tuvo un origen agrícola-comunitario. Veamos.
(…) los habitantes de los cinco
caseríos de Galipán (San Antonio, San José, San isidro, San Francisco y
Manzanares) fundaron la Asociación de Vecinos de Galipán la cual tiene
antecedentes en el Sindicato Agrícola fundado en 1946. Si dicho sindicato buscaba
en sus inicios protegerse de los abusos de los patrones y dueños de las
haciendas (…)[20]
Es decir, los sindicatos agrícolas cumplían una función de defensa de
los derechos de las comunidades a las cuales pertenecían, tal como lo podría
hacer una Junta Promejoras. Algo muy parecido
ocurrió con los vecinos del sector Los Manantiales de Hoyo de La Puerta-Baruta
que en el año 1950 y para defender el espacio que habitaban decidieron
organizarse en una Liga Agraria que sería bautizada como “La Peñita”. Esta Liga
Agraria “La Peñita” es considerada como la
primera comunidad organizada que inició la lucha por defender sus tierras en el
Área Metropolitana de Caracas[21]
y, luego en 1980, también pasó a ser una asociación de vecinos. El tercer caso (aunque no en orden
cronológico) ocurrió a la inversa. Se trata de la fundación de la Junta
Promejoras en el municipio Guevara (estado Nueva Esparta) en 1943[22].
Dicha Junta Promejoras se transformó luego -por decisión de sus integrantes-,
entre ellos el célebre José Joaquín Salazar Franco, en una Liga Campesina. Lo
relevante también de estos casos –y no dudo que haya algunos más-, es que
Sindicatos, Ligas Campesinas y Ligas Agrarias, aún sin estar ubicadas ni
pertenecer de manera directa a un espacio urbano, contribuyeron a la
conformación del movimiento vecinal en Venezuela por los propósitos colectivos
que se proponían alcanzar. Para los vecinos que se organizaron en esas figuras
de participación, lo importante era defender sus derechos a la tierra, a la
vivienda o al acceso a los servicios públicos.
[1] Eduardo Planchart. Historias de El
Guarataro. Coordinador Proyecto de Historias de la Comunidad. Alcaldía de Chacao,
Venezuela, 2006
[2]
htpp:www.notitarde.com/notitarde/plantillas/columnista.asp?idart
[3] Agapito Hernández. De La Hacienda La
Yerbera a la Parroquia San Agustín. Fundación Bigott. Caracas, Venezuela, 2017
[4] Rómulo Betancourt Bello fue un
político y periodista venezolano. Presidente de Venezuela entre 1945 y 1948,
llegando al poder mediante un golpe cívico-militar 1945, y luego constitucional
en 1959-1964. Es considerado uno de los más importantes políticos venezolanos
del siglo XX
[5] Rodolfo Quintero fue un político de
pensamiento marxista, antropólogo, etnólogo, profesor universitario, escritor y
dirigente sindical venezolano. Fue miembro fundador y militante del Partido
Comunista de Venezuela (PCV)
[6]
Gonzalo Barrios Bustillos,
político y abogado venezolano, miembro fundador del partido socialdemócrata
Acción Democrática, Gobernador del Distrito Federal, Secretario General de la
Presidencia, Ministro del Interior y Presidente del Congreso de la República.
[7] Olga Luzardo fue una periodista,
escritora venezolana, activista por los derechos de la mujer y dirigente
histórica del Partido Comunista de Venezuela (PCV).
[8] Alejandro Hernández fue un
comerciante, empresario y político venezolano. Miembro fundador de la
Federación de Cámaras (FEDECAMARAS, 1944), primer presidente del Consejo de
Economía Nacional (1946).
[9] Diario El País, Caracas, Venezuela,
1944
[10] Elbano Mibelli, político y militar
fue Gobernador del Distrito Federal bajo la presidencia del General Eleazar
López Contreras. Le correspondió patrocinar la realización del Plan Monumental
de Caracas en 1939.
[11] Liga de Colonos de San Agustín. Los
miembros de la nueva junta directiva nos hablan de sus propósitos. Diario El
País. Ibidem, 1944.
[12]
Rómulo Betancourt. Política en construcción de viviendas. Diario Ahora, Caracas-Venezuela,
1938
[13]
George Ollivier. Democratizing the Republic by instituting the informal: the
irregularity of the barrios
of Caracas and Venezuelan
democratization (1941-1964), 2023.
[14]
Luis González Oquendo,
Acción Colectiva y Espacios de Poder en una ciudad-petróleo. Ciudad Ojeda,
1937-1989. Tesis de doctorado, Doctorado en Ciencias Humanas, Universidad del
Zulia, Maracaibo, estado Zulia, 2013
[17] En El Portal del Güire, https://elguire.es.tl
[19] María Inés Padrón, La historia de las organizaciones de
base en los barrios populares de Mérida. En el contexto de consolidación
democrático y urbanismo creciente (1958-1980), en Revista Fermentum, N° 8,
N°21, enero-abril, pp. 77-96 Mérida, Venezuela, 1998.
[20] Tomado del portal del Instituto para
el Mantenimiento del Patrimonio Cultural
[21] Hari Mompel,
Participación, luchas y movimientos sociales urbanos: el derecho a la ciudad en
el sector Hoyo de La Puerta, Baruta, estado Miranda. Ponencia presentada en la Semana
Internacional de Investigación Facultad de Arquitectura y Urbanismo,
Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela, 2008
[22] En Fundación Cheguaco, www.cheguaco.org
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