A partir del
año 1958, con el derrocamiento de la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez,
se inició la construcción de un nuevo paradigma de gobierno en nuestro país: el
de la democracia liberal.
El nuevo modelo
estuvo basado en un acuerdo de las élites políticas con el apoyo de los grupos
económicos y sociales del país. Ese acuerdo político fue conocido como el pacto
de Puntofijo que se tradujo en la realización efectiva de elecciones libres, en el comienzo
del proceso de elaboración y posterior aprobación de la Constitución de la
República de Venezuela en 1961 y muy importante, en el asentamiento del
naciente sistema democrático representativo.
El 23 de enero
de 1958, asumió el poder una primera Junta Gobierno Provisional conformada por el
vicealmirante Wolfgang Larrazábal y los coroneles Luis Araque (Comandante de
las Fuerzas Armadas de Cooperación), Pedro Quevedo (Director de la Escuela de
Guerra), Roberto Casanova (Comandante de la Aviación) y Abel Romero, estos dos
últimos salieron rápidamente de la Junta por presión popular y también de la
Junta Patriótica.
Se constituyó entonces, una segunda Junta de Gobierno con la incorporación de Eugenio
Mendoza y Blas Lamberti. Posteriormente, Edgar Sanabria entró a la Junta de
Gobierno Provisional, sustituyendo a Wolfgang Larrazábal, quien optó por
participar en las elecciones presidenciales de ese mismo año. Sanabria permaneció
presidiendo la Junta de Gobierno desde el 14 de noviembre de 1958 hasta el 13
de febrero de 1959.
La
administración de Larrazábal impulsó el conocido Plan de Emergencia que
comprendía la realización de obras públicas focalizadas fundamentalmente en la
ciudad de Caracas y que incluía ciertas compensaciones para los sectores
populares residentes en los barrios caraqueños. El Plan de Emergencia contó con
el apoyo de la Coordinadora de las Juntas Profomento auspiciada por el Partido
Comunista de Venezuela. El surgimiento de la Juntas Profomento significó el
regreso a la actividad pública de unas entidades vecinales de larga trayectoria
en el país (desde los años treinta), y buscaron rescatar su papel de
mediaciones entre la población y el gobierno (en el Plan de Emergencia, por
ejemplo). Una medida importante para el aparato de gobierno tomada por la Junta
de Gobierno fue la creación de la Comisión de Administración Pública[3]
que bajo las orientaciones del Informe Emmerich comenzó el proceso de conformación de la
Comisión de Administración Pública (CAP), aunque sin mayor trascendencia.
Mientras, la gestión
de Edgar Sanabria fue breve (como correspondía) pero también productiva y por ende,
trascendente. Sanabria promulgó la Ley de Propiedad Horizontal[5],
la Ley de Universidades que regresaba la autonomía a las universidades y muy importante, dictó el
decreto de creación de la Oficina Central de Coordinación y Planificación de la
Presidencia de la República (CORDIPLAN) a instancias de Enrique Tejera Paris.
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