La culminación del proceso de
inscripción de candidaturas a la Alcaldía de Baruta resultó polémica. Baruta, con
una población de 321.175 habitantes, es una de las entidades con una proporción
electoral de 85-15 a favor de la oposición y, también es uno de los municipios
con menos hogares pobres en Venezuela con 8.86% de hogares en situación de
pobreza. Ocupar un puesto de elección popular en Baruta, reviste una
trascendencia particular.
El 12 de Febrero de 2012 hubo
elecciones primarias. En esa contienda, el Concejal David Uzcátegui (pese a tener
una inhabilitación político-administrativa), salió victorioso frente al Alcalde
Gerardo Blyde. Desde ese momento, Uzcátegui envestido como candidato unitario,
ha debido enfrentar señalamientos; tanto de instancias jurisdiccionales como de
adversarios políticos en Baruta, que destacaban su condición de inhabilitado y su
imposibilidad de inscribirse como candidato para las elecciones del 8-D.
La semana pasada, la Sala
Constitucional del TSJ, emitió una medida cautelar a favor de Uzcátegui, que al
menos, le permitió inscribirse como candidato. Dicha sentencia fue considerada
por sectores políticos y vecinales que han venido adversando a Uzcátegui como
una “trampa jurídica” que colocaría en manos del oficialismo al Municipio
Baruta. El Martes 6 de Agosto, el candidato de la MUD formalizó su inscripción.
En esa misma fecha, un grupo de vecinos celebró una Asamblea que culminó con la
aprobación de tres puntos; a saber: plantear a la MUD que se permita inscribir
otra candidatura, solicitar el retiro o renuncia de David Uzcátegui y pedir a
Gerardo Blyde que se inscriba como candidato.
Considero poco probable que,
la MUD retire el apoyo a un candidato que ganó un proceso de primarias de manera
inobjetable y, mucho menos si ese candidato ha venido ejerciendo su legítima
defensa; dando una pelea jurídica contra de su inhabilitación política. Caso contrario
ocurriría si existiera una sentencia definitivamente firme que limitará los
derechos del candidato en cuestión. Pero además dudo también que, el partido
Primero Justicia (componente de la MUD), atente -a priori-, contra uno de sus
principales candidatos.
Por supuesto que podría
presentarse la posibilidad que (una vez cerrado el ciclo de inscripciones y
sustituciones que contempla el CNE), ocurra un cese de la medida cautelar; a
favor del concejal Uzcátegui, dejando de esta manera a la mayoría política del municipio
Baruta, sin un candidato a alcalde. Es allí que cobra valor e interés, la
propuesta de inscribir otra candidatura que pudiera entrar en competencia y
suplir al “candidato original” en el caso que quedará finalmente inhabilitado,
como algunos sospechan.
Ahora bien, el alcalde Gerardo
Blyde tiene una gestión gubernamental en Baruta que mostrar y también tiene el
derecho legítimo de aspirar a un nuevo período de gobierno. Ese un derecho
legítimo y natural que no puede ser cuestionado. En el municipio Baruta existe
un amplio consenso alrededor de los valores democráticos que permitirían la
presencia de varias opciones vinculadas a la unidad democrática y progresista,
sin que se coloque en riesgo el municipio frente a la candidatura vinculada al centralismo.
Quizás uno de los aspectos
centrales de un eventual arreglo y acuerdo entre las partes, lo representa la
constitución de una plancha única de concejales y concejalas que se elabore no
sólo con base al método de D’Hondt (que sobre-posiciona a los partidos
políticos mayoritarios); sino que también incluya a las organizaciones
políticas minoritarias y a los verdaderos dirigentes sociales y comunitarios
del municipio; consolidando así la verdadera unidad entre los diferentes
sectores que conforman la comunidad de un municipio tan importante como Baruta.
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