jueves, julio 13, 2023

¿El Gran Debate?


 

Ayer, miércoles12 de julio de 2023 se efectuó en el Aula Magna de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), el evento denominado “Hablan los Candidatos” que reunió a ocho de los catorce precandidatos de la oposición que participarán en la Primaria -que organiza ese sector-, para escoger mediante el voto directo, universal y secreto el candidato que enfrentaría al candidato oficialista del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en los comicios programados para el año 2024.

Los ocho precandidatos que asistieron al encuentro también denominado “debate” fueron Tamara Adrián, Andrés Caleca, María Corina Machado, César Pérez Vivas, Carlos Prosperi, Delsa Solorzano, Luis Superlano y Andrés Velásquez. La dinámica del evento estuvo estructurada con base a rondas de preguntas preelaboradas y un antes (con presentación) y un mensaje final. Los candidatos pudieran agruparse en dos segmentos; a saber: los veteranos donde incluyo a María Corina Machado, César Pérez Vivas, Delsa Solórzano, Luis Superlano y Andrés Velásquez; y los más bisoños donde estarían Tamara Adrián, Andrés Caleca y Carlos Prosperi.

No discuto el nivel de expectativa y el alcance relativo del debate en la opinión del público nacional; pero sí destaco la capacidad de trabajo de los organizadores en presentar un evento comunicacional plural y diverso, en un país donde justamente predomina la censura y la autocensura de los medios informativos privados y, también y mucho más en los medios informativos estatales. Así, desde un principio, la realización del debate ya constituye un logro político importante.

El debate de los candidatos demostró a todo el país y, sobre todo al gobierno de Maduro-PSUV que existe una alternativa política democrática competitiva que avanza en su organización interna y que tiene vocación de poder, ciertamente con distintos grados de claridad y suspicacia, pero que aspira a gobernar sin complejos. En realidad, el debate de los precandidatos me recordó -de alguna manera-, los preparativos electorales de 2007 cuando se derrotó la propuesta de reforma constitucional de Chávez, así como también la contundente victoria en las elecciones parlamentarias de 2015 y las recientes elecciones municipales del año 2021.

Y es que, en Venezuela hay una ciudadanía con un amplio sentimiento libertario que subyace debajo de la presión autoritaria del régimen pero que está esperando la oportunidad para manifestar y concretar sus aspiraciones de cambio político y de rescate de la democracia venezolana. Ese sentimiento se mostró hoy de nuevo con un mensaje directo de naturaleza unitaria, democrática y popular. Y a ese sentimiento libertario y de cambio le teme en demasía el bloque oficialista, pues intuye sus consecuencias.

Debo señalar que, no pude hacer un seguimiento completo de todas las intervenciones del evento por la constante interrupción del servicio de internet brindado por la compañía estatal encargada de ese negocio. Lo reconozco. Caídas constantes, lentitud en la reposición de la señal fueron un recordatorio del país donde vivimos todos y, que necesitamos cambiar. Sin embargo, puedo destacar que los distintos precandidatos expresaron opiniones relativamente coincidentes en casi todos los temas. Quizás algún candidato quiso acentuar su posición y ser un tanto más radical que el resto, pero en general el desarrollo de las intervenciones fue parejo si se quiere plano y sin mayores sorpresas en el desempeño individual.

Extrañé referencias precisas en temas cruciales (para mí) como: la descentralización, el rescate de los municipios y el fortalecimiento de las comunidades y, de la llamada sociedad en general. En ocasiones, las intervenciones de los candidatos fueron frases generales “políticamente correctas” y aceptables pero, sin mayor concreción ni contenido prospectivo. Posiblemente en lo anterior influyó la calidad de las preguntas preelaboradas, o tal vez, en que aún predomina la visión tradicional de un discurso político que trata de complacer a todos los públicos, lo cual puede ser válido. Aún queda un camino por recorrer hasta el 22 de octubre y luego otro más largo aún, hasta las elecciones de 2024. Por ende, los discursos y las propuestas de los hoy precandidatos y del futuro candidato presidencial tendrá que mejorar; sin lugar a dudas.

Pienso que la ausencia de Henrique Capriles fue notoria y, aunque sea especulativo, su participación hubiera cambiado totalmente la dinámica y el resultado del debate. Pero eso no ocurrió y ya, es un asunto del pasado. En 2024, hay una oportunidad formidable para el cambio que tenemos que aprovechar como pueblo y como nación. Votaré por el candidato o candidata unitario, sea quien sea y, lo haré no sólo por convicción; sino también por disciplina. En la política, las oportunidades de victoria no se deben desdeñar.


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