domingo, octubre 16, 2016

CLPP y la participación en el municipio



El Consejo Local de Planificación Pública (CLPP) constituye un órgano con rango constitucional (CRBV, artículo, 182); cuya naturaleza es abrir espacios de incidencia ciudadana en la gestión del gobierno local. Esa apertura a la participación ciudadana se ubica en un ámbito de actividad trascendente como es la planificación local; es decir, la planificación del municipio. Así la planificación municipal adquiere una naturaleza pública, “pero no exclusivamente estatal”; pues reúne en su proceso de elaboración y decisión; tanto a las autoridades municipales como a los actores no gubernamentales locales.
El CLPP convierte la planificación del municipio, la planificación de las ciudades en un tema para el encuentro, la discusión, el intercambio y la construcción de consensos. La gestión del CLPP; por lo tanto, podría contribuir a una mayor gobernabilidad de los proyectos de inversión local; pero sobre todo, para la construcción de ciudadanía. En otras palabras y más directamemte, la actividad institucional de los CLPP es por principio, de utilidad pública.    
En realidad, la visión descrita, no se corresponde con el desarrollo institucional alcanzado por los CLPP; luego de 13 años de operatividad. Si bien estas instancias de cogobierno surgieron con la Constitución del año 1999, su ley no fue promulgada; sino hasta el 2002 (tres años después). Comenzaron a ser constituidos a partir de 2003, con muchas dificultades organizativas e incluso impugnaciones legales. Cabe preguntarse, entonces ¿por qué un órgano constitucional para favorecer la participación y la corresponsabilidad entre el Poder Público y la ciudadanía municipal no ha logrado consolidarse; sino ofrecer resultados relativos? Podemos identificar algunas causas. Leamos.
Una primera causa del estancamiento institucional de los CLPP fue su aparición en medio de un clima político altamente polarizado. La alta polarización política (impulsada desde el gobierno nacional) logró que amplios sectores de la sociedad civil rechazara a priori su creación. En tal sentido, el CLPP fue asociado de manera automática al “proyecto oficialista” y, por lo tanto, no fue valorado con objetividad ni prospectiva.   
El debilitamiento del CLPP también surgió de la resistencia a la democratización de las decisiones relativas a las políticas públicas y a la asignación de recursos locales que suponía su gestión. Alcaldes, concejales y miembros de las Juntas Parroquiales no terminan de aceptar que ahora los procesos de planificación e inversión local son “más públicos”, por la inclusión de voceros de las comunidades y la sociedad organizada, no siempre afectos a su gestión.  
El CLPP refleja también la debilidad del movimiento vecinal. Me atrevo a sostener que, la debilidad de los CLPP es directamente proporcional al repliegue y desarticulación del movimiento comunitario. Al respecto cabe mencionar que, durante los últimos 20 años el movimiento vecinal venezolano casi desapareció. Esto le impidió ejercer sus derechos a la participación en la gestión local con eficacia política en un espacio como el CLPP. A partir del año 2006 la gran mayoría del activismo vecinal se plegó a la política de organización comunitaria impulsada por el Ejecutivo por medio de los Consejos Comunales. Así vemos que, paradójicamente la rearticulación de la dirigencia comunitaria se impulsa de nuevo por medio de una “iniciativa oficialista”.
Los Consejos Comunales se erigieron como una de las políticas de organización comunitaria más exitosas de los últimos 30 años, superando la trascendencia socio-comunitaria alcanzada por sus predecesoras las asociaciones de vecinos, en la década de los ochenta. Tanto fue el éxito de los Consejos Comunales que sobre ellos el gobierno nacional trató de impulsar su propuesta de “Estado comunal”, a partir de 2007.
Un elemento adicional en este contexto es el desinterés de muchas de las organizaciones de desarrollo social (ODS) por establecer vínculos con el Poder Público Municipal y, en especial con los Consejos Locales de Planificación Pública. La experiencia indica que las organizaciones de la sociedad civil (OSC) no participan en los CLPP de sus respectivos municipios por considerarlos “instancias politizadas” lejos de sus propósitos organizativos; contribuyendo así  al debilitamiento de unas sanas relaciones entre el Poder Público y la ciudadanía.
¿Es posible emprender iniciativas para fortalecer órganos institucionales como el CLPP? La respuesta es naturalmente positiva. Soy firme creyente que la reconstrucción democrática de Venezuela pasa por establecimiento de espacios para el reencuentro entre los distintos actores que hacen vida en la sociedad y, mucho más en el municipio y sus parroquias. Y los CLPP –sin duda alguna-, brindan esa oportunidad para que los ciudadanos participen en los asuntos locales y también influyan en las decisiones que afectan su calidad de vida en su provecho y en beneficio de la colectividad a la que pertenecen.
Si en realidad creemos que todas las personas que hacen vida en los municipios tienen derecho a participar en los procesos de decisión de las políticas públicas locales políticos; de hacer seguimiento y control sobre la gestión de las políticas públicas y a exigir la transparencia y rendición de cuentas de las autoridades municipales podremos identificar en los Consejos Locales de Planificación, un mecanismo legítimo para el ejercicio de esos derechos.  

      @migonzalezm

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