El camino de la paz para Colombia
luce de nuevo complicado; luego de los resultados electorales obtenidos ayer en
el proceso de consulta popular que rechazó el tratado suscrito por el gobierno
y las FARC, por una mayoría de votos del 50.23 %. Colombia ha padecido una
guerra interna durante casi sesenta años. El conflicto armado ha dejado miles
de heridos, muertos y desaparecidos, innumerables familias rotas, y una
insospechada cultura del terror, anidada en vastos sectores de la población.
El “acuerdo de paz” rechazado
ayer, tiene un significado especial; pues implica el reconocimiento tanto del
fracaso de la lucha guerrillera como de la política de seguridad empleada -hasta
ahora-, en Colombia. Sin embargo, el acuerdo votado ayer ofreció un país con
una visión polarizada sobre el tratamiento de la paz, que supone llevará a su
replanteamiento. En tal sentido, se abrió una amplia oportunidad para el inicio
de la construcción de una alternativa de paz que verdaderamente incluya a todo
el pueblo colombiano.
Quizás una de las mayores
dificultades que tuvo el “acuerdo de paz” fue la baja credibilidad y
popularidad de sus proponentes (Santos-FARC). Para completar, el otorgamiento
de “curules” en el Senado y en la Cámara de Diputados a las FARC y, la reserva
de cargos de representación en ciertas áreas geográficas, tampoco fueron un
buen ejemplo de democracia. De la misma manera, la permanencia en cautiverio de
cientos de ciudadanos colombianos secuestrados por la guerrilla no representa
un acto de justicia.
Nadie duda que, el pueblo
colombiano aspire y desee la superación de todos sus conflictos bélicos
internos y establecimiento de una paz y una democracia plena; pero tampoco
quedan dudas que la construcción de esa alternativa de paz también supone la
mayor consulta, inclusión social y política y consensos posibles para
alcanzarla. Otro elemento a destacar es que, la negociación de la paz no
debería supeditarse a los cálculos e intereses electorales de ciertos actores
involucrados. De ocurrir esa posibilidad, se estaría cometiendo una estafa a
las esperanzas de toda una Nación.
Se vienen nuevas condiciones que
tendrán que conducir al replanteamiento de los acuerdos alcanzados. Toca
esperar por los acontecimientos por venir y, que su tratamiento sea el que
verdaderamente reclama y merece el pueblo colombiano.
@migonzalezm
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