miércoles, noviembre 16, 2016

VENEZUELA: LA MESA DE LA UNIDAD DEMOCRÁTICA (MUD) Y LA OPCIÓN DEL DIÁLOGO



La hostilidad con que fue recibido el acuerdo del 12N y el tratamiento dado a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) me recordó el tono empleado por el gobierno, para atacar a sus opositores. En efecto, el acuerdo no fue bien recibido por una parte del público opositor que expresó su iracundia en las redes sociales; así también algunos analistas, académicos y dirigentes políticos (dentro y fuera de la MUD) lo consideraron como un acto de genuflexión de la MUD y hasta una traición al pueblo venezolano.   
La opción de diálogo en Venezuela es absolutamente necesaria y no prescindible; sin embargo, confronta una serie de problemas que lo condicionan y hasta lo obstaculizan. Esos problemas son el autoritarismo del gobierno, la parcialidad progubernamental de algunos negociadores (Samper y  Rodríguez Zapatero), la visión cortoplacista en la solución del conflicto por sectores de la propia MUD y, la radicalización de ciertos grupos políticos que no se identifican con ese proceso. Todo esto, en medio de un clima político y social de crispación y conflictividad.   
En el caso del diálogo y el acuerdo del 12N, las críticas a la MUD tuvieron varios tenores; a través de las redes sociales y medios de opinión pública; uno de ellos ha sido el uso sistemático del insulto para tratar de desprestigiar a sus líderes. Otro tenor, algo más pintoresco, son los pronósticos agoreros sobre el futuro del país y la descalificación de los logros de la alternativa democrática que hacen analistas y académicos. Y en un peldaño más arriba se ubica la crítica de los operadores políticos que vienen “rivalizando” con la MUD y, que proponen su desplazamiento y su desaparición.  
Y no se trata de que la MUD sea una plataforma política infalible y, en tal sentido, exenta de críticas y observaciones. La plataforma unitaria tiene asuntos internos que resolver; tales como: el ejercicio de una vocería coherente, el mejoramiento del tema comunicacional, el restablecimiento del  programa estratégico común, el reimpulso de alianzas  sociales y políticas y, la profundización y acompañamiento de las luchas sociales y populares.  
Ahora bien, ¿acaso constituyó una entrega al gobierno y una traición al pueblo venezolano la firma de ese acuerdo? Yo pienso que no. Por el contrario, ahora hay otro escenario útil de lucha para la restitución del hilo constitucional en Venezuela; mediante una salida constitucional, electoral, pacífica y ciudadana. Aquí la MUD no se ha descuidado, así la mayoría democrática de la Asamblea Nacional declaró inconstitucional las  dos nuevas sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que intentan restringir derechos constitucionales; pero además la  Asamblea Nacional en el uso legítimo de sus atribuciones declaró la responsabilidad política del ex-ministro Rafael Ramírez por el presunto desfalco de 11 millardos de dólares en la estatal petrolera PDVSA.
En la MUD nadie ha dicho que el diálogo descarte o suplante otros métodos de lucha pacíficos y democráticos;  sino que forma parte de esa lucha por el país que trasciende el ataque anónimo o el texto de “política comparada” y que también requiere de la incorporación crítica; pero honesta y sin oportunismos de todos aquellos factores que desean un cambio político en Venezuela.
Como un simple ciudadano defiendo el diálogo como un instrumento necesario para transitar hacia una solución pacífica a la crisis que atraviesa Venezuela y, lo hago porque entiendo el “quehacer político” desde una ética que supone su práctica democrática todos los días.
@migonzalezm

No hay comentarios.: